Almería

La Policía pide a los vecinos de los cortijos que abandonen las batidas en La Cañada de Almería

  • Refuerza la presencia de efectivos en la zona, pero ha habido un nuevo robo

La puerta forzada del último cortijo en ser robado en La Cañada la noche del miércoles

La puerta forzada del último cortijo en ser robado en La Cañada la noche del miércoles

La Policía Nacional de Almería se ha puesto en contacto con los vecinos de los cortijos de La Cañada afectados por la oleada de robos al objeto de que disuelvan la patrulla ciudadana creada y desistan de realizar las batidas nocturnas por los caminos rurales de las zonas de Paraje Guillén y Cortijo Córdoba, entre otros. La recomendación hecha evidentemente por cuestiones de seguridad ha venido acompañada de un refuerzo de la presencia policial que, no obstante, no ha podido evitar que se produzca un nuevo robo en el interior de una de las viviendas de este núcleo de la capital almeriense.

Según ha informado María del Mar Hernández, presidenta de la asociación vecinal, en proceso de constitución en aras de disponer de una herramienta con la que reclamar soluciones –mayor seguridad y alumbrado público, principalmente–, la Policía Nacional ha incrementado su presencia en la zona, efectuando controles en los accesos de los caminos rurales, un refuerzo que ha sido bien recibido por las familias –en esta zona de la ciudad residen unas 1.600 personas–, que están pendientes de las medidas que pueden decretarse en la reunión de la Junta Local de Seguridad, prevista para el próximo martes.

Agentes del Cuerpo Nacional, adscritos a Participación Ciudadana, también han intentado disuadir al centenar de vecinos que participan en las batidas para que disuelvan la patrulla ciudadana y evitar así la posibilidad de que se produzcan situaciones que entrañen riesgos para ellos mismos. Los vecinos entienden esta recomendación recibida, si bien aún no han tomado una decisión al respecto. Entre otras cosas, porque los robos continúan produciéndose.

De hecho, ayer por la mañana informaban de un nuevo asalto a un pequeño cortijo en las proximidades del semillero de Rijk Zwaan (carretera del Mamí). Se produjo en torno a las diez de la noche cuando, según detalla Hernández, los agentes de la Policía Nacional habían desmontado los controles en los accesos. En esta ocasión, el propietario no se encontraba en su vivienda, llegando a ella sobre las once de la noche. “Lo supimos –desgrana la representante vecinal– por el grupo de whatsapp”, creado por los vecinos para organizar los turnos de las patrullas que, cada noche, peinan los caminos en medio de una inmensa oscuridad y hasta casi entrada la madrugada.

La información facilitada apunta a que los asaltantes pudieron acceder al inmueble, llevándose una televisión y ropa de este cortijo que ha sido, a diferencia que muchos colindantes, la primera vez en ser allanado para su robo.

Los vecinos tienen pendiente reunirse con la Subdelegación del Gobierno y con la Policía Local, que también ha reforzado su presencia en la zona días atrás, para adoptar decisiones acerca de estas batidas.

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