2026: ¿El año de las compañías medianas y pequeñas?
La danza que hipnotiza a los más pequeños
La ludoteca de Huércal de Almería apuesta por el baile creativo como base para la educación de los niños
Apenas existen oficios tan gratificantes como el cuidado o la educación de los niños. Los más pequeños necesitan ejercitarse al menos cinco días a la semana tanto física como psíquicamente. Para ello existen determinados ejercicios capaces de sacar a la luz unas cualidades que, a raíz de su temprana edad, todavía desconocen.
La danza creativa es una de las numerosas disciplinas formativas incluidas en la ludoteca de Silvia Alcaide Salvador, una psicóloga de 32 años que abrió las puestas de su negocio hace tan sólo un año, cuando se estableció por su cuenta en el municipio de Huércal de Almería. "El baile y la música son capaces de hacer que florezca la creatividad que llevan dentro. Hemos sido testigos de cómo un niño tímido aprende a expresarse de otras formas a través de este tipo de danza", admite, a tempranas horas de la mañana, en una sala de juegos infantiles, mientras los niños terminaban de desayunar.
Los científicos han demostrado que bailar libera el cuerpo de tensiones, mejora la concentración, aporta alegría, tranquilidad y libertad. La danza es una disciplina muy saludable que ayuda a estos niños a sociabilizarse y a ser disciplinados.
El objetivo del centro es cubrir la falta paternal y que aprendan unas normas. Los niños tienen tiempo libre para divertirse, pero también para que conozcan sus pequeñas obligaciones. "A veces la comodidad de los padres perjudica a los niños. En un principio observamos el comportamiento del alumno durante los primeros días, que suelen ser el reflejo de cómo son los padres. A veces nos encontramos con algunos casos de desestructuración familiar, motivo por el cual se explica que los críos estén mal educados. Son el reflejo de lo que ven a su alrededor", asegura la directora.
Desde que nacen, explica Silvia, los pequeños retan a los mayores en un constante pulso. La danza creativa los relaja y realza ese factor sorpresa que tanto añoran y adoran los niños. La encargada de impartir las clases durante dos días a la semana es Cristina Martín, una joven pedagoga de danza que eligió el baile creativo para niños como proyecto final de carrera.
El modo de vida de los críos exige que realicen determinadas actividades físicas. "El estrés de los pequeños se manifiesta a través del cansancio, la desorientación, la sobreexcitación y la desmotivación. Lo que pretendo en mis clases es solucionar estos problemas. Bailar favorece la convivencia, la expresividad y la capacidad creativa del alumno. Los niños conocen movimientos nuevos, aprenden a improvisar y a ser conscientes de las capacidades de su propio cuerpo", explica, minutos antes de comenzar la clase, que se inició con un ejercicio de calentamiento.
Los alumnos de Cristina descubren su sensibilidad artística en cada ejecución y la interpretación de los movimientos. Además, esa capacidad creativa se aplica a las composiciones coreográficas que realizan cada día. "El pulso, el acento, el compás, el ritmo respiratorio, emocional y motor son algunas de las técnicas que les enseño a la hora de hacer los ejercicios. En lo que respecta a las coreografías, aprenden las normas básicas de movimiento, el espacio y la energía", dice la pedagoga.
Volar sobre las nubes, simular el movimiento de una serpiente o hacer una linea recta humana son varios de los ejercicios físicos que realizaron durante las clases. Además, Cristina sorprendió a sus alumnos con un nuevo juego: Los niños adivinan el rostro de un compañero sin conocer el gesto que les pide Cristina. "Los agrupo entorno a mi. Entonces elijo a uno para que lea la cara que debe representar. Deben reflejar la alegría, la tristeza, el miedo o la furia", detalla.
La danza vuelve a formar parte de la vida y la educación de los más pequeños. Una aliada inseparable que los acompañará durante el resto de sus vidas.
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