Desmantelan una red familiar de marihuana con armas, munición y 65 kilos de cogollos en Almería
La Policía Nacional detiene a un padre y su hijo por cultivar, almacenar y distribuir marihuana desde viviendas cercanas
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La Policía Nacional ha desarticulado en Almería una red familiar dedicada al cultivo, almacenamiento y distribución de marihuana. La operación, desarrollada por agentes de la Brigada de Policía Judicial, ha permitido intervenir 300 plantas de cannabis, 65 kilogramos de cogollos listos para su venta, tres armas de fuego, numerosas armas blancas, munición y más de 25.000 euros en efectivo. Hay dos detenidos: padre e hijo, vecinos de la zona de las bahías.
Ambas viviendas, situadas a escasa distancia, actuaban de forma complementaria. Según fuentes policiales, el padre se encargaba del cultivo de las plantas en su parcela, mientras que el hijo utilizaba su domicilio como “guardería” para el secado, almacenamiento y posterior distribución de la marihuana.
La investigación arrancó a raíz de una información que apuntaba a la implicación de ambos varones en actividades relacionadas con el tráfico de drogas. La Policía consiguió identificar y vigilar las viviendas, localizadas en un entorno semirrural de la capital, y practicó dos entradas y registros de forma simultánea.
En los inmuebles se localizó además material habitual en este tipo de redes: balanzas de precisión, envasadoras y útiles para el procesamiento de la droga. La munición hallada, cuya cantidad no ha sido detallada, está pendiente de análisis por parte del laboratorio de Policía Científica.
Los arrestados han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Almería, en funciones de guardia, acusados de un delito contra la salud pública y otro de tenencia ilícita de armas. Según la Policía, la operación ha supuesto “un golpe significativo” a la estructura de distribución de cannabis en esta zona de la ciudad.
La actuación policial se enmarca en el refuerzo de los dispositivos contra el narcotráfico en entornos urbanos y rurales, donde cada vez proliferan más los cultivos de interior y las redes de distribución gestionadas por pequeños clanes familiares.
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