El detenido denunció el jueves a un familiar de las víctimas por agresión

Los cadáveres serán enterrados hoy en el cementerio de Sorbas después de una misa funeral que se oficiará en Cuevas del Almanzora · El autor confeso de los hechos presta declaración ante la Guardia Civil.

Guardia Civil, Policía Local y Bomberos tras el levantamiento del cadáver frente a la casa del detenido.
Guardia Civil, Policía Local y Bomberos tras el levantamiento del cadáver frente a la casa del detenido.
María José Uroz / Almería

28 de julio 2011 - 01:00

El autor confeso del triple crimen de Palomares, identificado con las iniciales José Antonio Z. G., de 40 años, permaneció ayer durante toda la tarde prestando declaración ante los agentes de la Guardia Civil que se encargan de la investigación. Tras recibir el alta médica en el hospital Torrecárdenas, donde ingresó la noche en la que ocurrieron los hechos aquejado de politraumatismos y una lesión en la nariz, fue trasladado a la Comandancia de Almería, donde relató todo lo ocurrido a los agentes. Hoy pasará a disposición judicial.

El subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés Heras, confirmó que el detenido había presentado el pasado jueves (día 21 de julio) una denuncia contra un familiar de los fallecidos por una presunta agresión. Una denuncia por la que al parecer, llevaba varios días recibiendo amenazas y presiones para que la retirase. Si bien, el caso se mantiene bajo secreto de sumario y no ha trascendido si la denuncia podría ser el origen de lo ocurrido en la pedanía de Palomares. Heras también confirmó que el autor de los hechos había presentó ante la Guardia Civil otra denuncia (en el año 2008) por la sustracción de maquinaria y herramientas de construcción, aunque aseguró que "ésta no se puede relacionar con el desencadenante del homicidio ya que, en esa ocasión, la investigación no identificó a los autores del robo".

Las diligencias abiertas tras el tiroteo en el que fallecieron tres miembros de una familia de etnia gitana, padre, madre e hijo, han pasado al Juzgado de Instrucción número 6 de Vera.

Desde que José Antonio Z. G. se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Cuevas del Almanzora confesando que había matado a tres personas, un amplio dispositivo de agentes de la Benemérita y de la Policía Local tomó la pedanía de Palomares para velar por el control y la seguridad en la zona. La noche transcurrió tranquila, sin incidentes, aunque como indicaron a este periódico vecinos de la barriada, "todos tememos ahora que la familia de las víctimas pueda tomarse la justicia por su mano".

Los hechos se registraron poco después de las nueve de la noche en el paraje conocido como Cabeza Martino, en la pedanía de Palomares de Cuevas de Almanzora. Tras una reyerta en la que hubo una agresión física en la que resultó herido el autor del crimen, éste abrió fuego contra tres miembros de una familia de etnia gitana en plena calle. Lo hizo con una carabina del calibre 7, que llevaba en el maletero de su coche. Dos de los fallecidos fueron trasladados con un hilo de vida al hospital de Huércal-Overa, pero fallecieron en el camino.

Algunos vecinos incluso fueron testigos del tiroteo al encontrarse en esos momentos en los alrededores. Los bomberos trabajaron durante horas en la limpieza de la calle, donde quedó un gran reguero de sangre que tuvo que ser levantado con agua a presión.

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