El edificio singular Mediterráneo se comercializa a precios de risa

Acabados de lujo como los de un buen hotel: parqué de tarima flotante de roble, acústica inmejorable con una buena insonorización, calderas de agua para autoabastecimiento y piscina. El edificio singular Mediterráneo fue, en su día, uno de los residenciales más exclusivos por el que se pedían cifras de hasta 194.205 euros por un piso con dos habitaciones. Hoy esa misma vivienda cuesta 'ligeramente' menos, 73.830 euros, exactamente un 61,9% menos que el precio original. Las de tres habitaciones han pasado de 248.306 euros a solo 94.962.

La Gestoría Hermanos Fresneda comercializa el 80% de las viviendas, 64 apartamentos, actualmente libres, a través de la inmobiliaria Fresgestin.

La asesora comercial de la empresa de venta de viviendas, Marina Cuenca, asegura que, pese a la percepción de 'inmovilidad' de compra-venta, sí se siguen comercializando viviendas en el municipio. El perfil principal del comprador actual es gente de clase media-alta con poder adquisitivo que llegan a pagar 'a tocateja' y parejas de jóvenes que llevan tiempo ahorrando para la compra de un hogar en común.

La salida al mercado de propiedades de 'estockaje' procedentes de financieras y promotores en quiebra ha supuesto un mercado floreciente para el sector inmobiliario, ya que pueden comercializar viviendas de media y alta gama a precios muy asequibles. Algunas son a estrenar, otras fruto de desahucios. Y en medio de esta situación se ha generado un mercado potencial fruto de esta coyuntura.

Los precios han descendido porque las cargas hipotecarias son mucho menores, el margende las promotoras es mucho menor y, en el caso de las propiedades de entidades bancarias, se dan óptimas facilidades de financiación.

La empresa ejidense Fresgestin nació hace un año y medio para sumergirse en este negocio y ya cuenta con cinco personas que dedican la jornada completa a la venta de viviendas.