El enigma de los gatos callejeros con ‘GPS’ en una localidad de Almería

Almería

Aparecen con un dispositivo instalado en el cuello en la localidad de Abla. Forman parte de una investigación del CSIC a nivel andaluz sobre la presencia del gato montés en la Sierra Nevada almeriense

Gatos de la calle con emisores instalados

Los gatosferales de Abla portan desde hace unos días un –antes impensable– collar con un dispositivo 'GPS' que ha causado el “asombro” entre los habitantes de esta localidad almeriense, especialmente entre las personas cuidadoras de esta colonia al desconocer los fines de tales artilugios. Los felinos abulenses han sido seleccionados para formar parte de una investigación del CSIC, que se está desarrollando a nivel andaluz, sobre el gato montés y las posibles interacciones que ambas especies pudieran tener en un temido proceso de hibridación desencadenante de alteraciones de las características propias de la ‘familia montesa’, en peligro de extinción.

El proyecto lleva por título Feral Cats y forma parte de la investigación SUMHAL (Sustainability for Mediterranean Hotspots in Andalusia integrating LifeWatch ERIC), financiada con fondos FEDER y realizada en la Estación Biológica de Doñana, que irradia sus indagaciones a la Sierra Nevada almeriense, donde en los últimos años se ha detectado la presencia del gato montés.

“La Sierra Nevada almeriense es uno de los últimos reservorios del gato montés en Andalucía, y por eso se ha elegido esta zona para realizar gran parte del trabajo de campo con el proyecto Feral Cats”, desgrana el responsable científico del proyecto en la Estación Biológica de Doñana, y presidente de ArteSOSlidario, Francisco Palomares, natural, además, de Abla.

El proyecto Feral Cats tiene por propósito el estudio del impacto sobre la biodiversidad de los gatos en libertad en entornos semiurbanos, rurales, y naturales. Dividido en varias fases, el trabajo comenzó en abril del pasado año, se prolongará hasta junio de 2023 y ahora mismo está centrado en el seguimiento de los gatos ferales de Abla.

Detalle del dispositivo portado por un gato dormido en la calle

El equipo de investigadores ha colocado para ello collares de sujeción de un dispositivo con almacenamiento de dataloggers, que incorpora GPS y GSM, mediante el cual se monitoriza cualquier paso de los 18 gatos de la calle elegidos, al objeto de determinar su grado de penetrabilidad en las zonas donde hay presencia del gato montés.

Mezcla de especies

Los investigadores monitorean las rutas de los felinos ante la posible hibridación

“La hibridación es uno de los problemas de la conservación de los gatos monteses. Los gatos a los que les hemos puesto el dispositivo pueden andar unos 8 kilómetros y, probablemente, no tengan interacciones con los monteses” en este seguimiento, contempla el biólogo a la espera de la obtención y análisis de los datos para poder armar las conclusiones del informe.

En el mismo también aparecerán los resultados de la ingesta de alimentos de los gatos ferales. Los investigadores están analizando los excrementos con la finalidad de cuantificar el impacto de la depredación de los gatos domésticos sobre diferentes especies y su posible competencia e interacción con otros depredadores, en este caso, la de los gatos monteses. Por ahora, tienen conocimiento de que “en los excrementos está apareciendo habitualmente restos de una especie endémica de saltamontes existente en esta zona”, detalla Palomares.

La motorización de los gatos ferales con GPS durará entre tres y cuatro semanas, si bien a tres de estos felinos se les ha retirado ya el collar. El proyecto se prolonga en el tiempo –puede que incluso más allá de junio de 2023, pues se está pendiente de un prórroga–, ya que no solo está centrado en los gatos ferales. Los monteses también tienen su particular ‘Gran Hermano’.

Gato montés captado mediante el sistema de fototrampeo en la Sierra Nevada almeriense

Gatos monteses

Según ha explicado Palomares, las averiguaciones de este trabajo de campo se adentran en la sierra, donde el equipo de investigadores se ha puesto como objetivo computar la presencia del gato montés, poco estudiada y poder ofrecer una ratio de la densidad poblacional de esta especie. Para ello, se está utilizando la técnica del fototrampeo, instalando cámaras escondidas en esta parte más oriental de Sierra Nevada. Es uno de los métodos más utilizado en los últimos años para el estudio de la fauna por ser un método no invasivo, que “no causa estrés”, apunta el responsable del proyecto.

Cámara oculta

El fototrampeo en el Parque Natural ‘captura’ a una gata montesa con su cría

“Hemos colocado cámaras trampa en 32 puntos”, detalla Palomares, las cuales en poco tiempo han captado imágenes en “nueve puntos”. Esta captura del gato es una cifra significativa. Los gatos monteses, a excepción de la época de celo, son animales solitarios que patrullan su territorio recorriendo varios kilómetros al día mientras buscan presas, abarcando 400-500 ha en el caso de las hembras, y hasta más de 5.000 ha en el caso de los machos. Estudios anteriores apuntan a que la presencia del gato montés en este área se reduce a uno y tres ejemplares. No obstante, los investigadores muestran más prudencia que complacencia con respecto a estos primeros avistamientos.

Un gato montés 'capturado' por las cámaras ocultas

“Es una especie muy escasa, pero puede ser que las cámaras de distintos puntos hayan captado al mismo gato montés”, reconoce Palomares, si bien agrega un motivo de “alegría” y es que este fototrampeo ha aportado imágenes de una hembra acompañada en su ruta de una cría.

En una siguiente fase, que el equipo espera abordar el próximo mes de noviembre, la investigación dará un paso más allá, ya que se va a tratar de capturar a ejemplares para instalarles un GPS en otro dispositivo distinto al de los gatos ferales de Abla.

La captura, precisamente, es uno de los aspectos que ha generado resquemor entre las personas que habitualmente atienden las necesidades básicas de estos gatos del pueblo, junto a la ausencia de información previa a la aparición de estos animales con el dispositivo en el cuello y las dudas acerca de los permisos pertinentes.

“Estudiamos los gatos domésticos y los gatos monteses, por eso los hemos marcado con emisores y contamos para ello con las autorizaciones de la Junta de Andalucía”, comenta al respecto Palomares, una respuesta que ha ofrecido también a aquellas personas que se han puesto en contacto para manifestarle la preocupación generada.

“Sin estos permisos no podríamos hacer nada”, añade sobre este programa enmarcado en la infraestructura distribuida paneuropea de e-Ciencia LifeWatch ERIC, que pretende contribuir a la conservación de la biodiversidad en Andalucía, mediante el trabajo de campo y los entornos virtuales de investigación, tal y como se describe en la página web de esta iniciativa, donde también se especifica la participación de seis centros e institutos de investigación andaluces, coordinados entre sí, “en pos de una estrategia para la preservación de la biodiversidad y la gestión sostenible de sistemas naturales tan heterogéneos y frágiles como los existentes en Andalucía, siendo necesaria tanto una evaluación de la conservación como una evaluación de las amenazas”.

La metodología empleada atiende a los protocolos de bioética y, según afirma Palomares, el equipo ha puesto especial cuidado a la hora de capturar los gatos ferales, a los cuales se les ha administrado sedantes para poder colocarles el dispositivo, ya que es una operación complicada a no ser animales domésticos acostumbrados al trato humano.

El recelo de las personas cuidadoras de los gatos ferales está relacionado, además, con los reparos de la Estación Biológica de Doñana- CSIC al Anteproyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar Animal, que aprobó el Gobierno en febrero, al considerar que la protección a las colonias de gatos ferales entra en conflicto con varias leyes y estrategias europeas para la conservación de la biodiversidad, suscitando titulares como las leyes de bienestar animal no deben proteger a los gatos callejeros por comprometer la biodiversidad

“No vamos a matar a los gatos”, ataja el investigador, quien matiza que las apreciaciones al Anteproyecto de Ley deben circunscribirse a aquellos casos en los que existe lo que podría llamarse un ‘conflicto de intereses’ o de ‘armonía animal’, en aquellas zonas “donde hay una elevada densidad de población de gatos domésticos frente a una baja población de especies en peligro de extinción, como puede ser el lagarto gigante de El Hierro (Islas Canarias).

Piden esterilizar a la colonia

Después del “susto” que se han llevado a principios de esta semana cuando se percataron del collar con dispositivo que portaban los gatos de Abla, sus cuidadoras han solicitado al Ayuntamiento de la localidad que instaure el sistema de captura, esterilización y retorno a su lugar de origen de esta comunidad felina mediante la aplicación del CER, que vienen reclamando al Consistorio, “sin respuesta”, señalan, a sus peticiones. Y ya que estos gatos, “voluntarios forzosos” a participar en el proyecto de investigación, tienen que volver a ser capturados para la retirada del emisor, solicitan también al equipo y al Consistorio que se aproveche esta operación para que sean esterilizados.

Francisco Palomares, investigador

Senderismo solidario al encinar más alto de Europa con ‘Feral Cat’

Organizada por ArteSOSlidario, el próximo 4 de diciembre, hay programada una ruta senderista interpretada por el Parque Nacional Sierra Nevada almeriense. El recorrido, de diez kilómetros y de entre cuatro y cinco horas de duración, comienza en el aparcamiento del área recreativa Las Rozas, junto al Barranco de la Mina, y ascenderá hasta el Barranco del Diablo o de Peña Horadada, a 1.535 metros, donde los participantes podrán apreciar el bosque de encinas. Toda la ruta discurre por un carril cómodo de andar, por lo que no se requiere una preparación física especial y, en esta edición, además, se pondrá el foco en el proyecto Feral Cats, ya que el responsable de está investigación, Francisco Palomares, será el encargado de hacer de guía. Cuesta 15 euros para los adultos y 5, para los niños menores de 14 años: un donativo con fines benéficos, que será entregado al Programa Danubio Carpatos, que coordina las actividades del Fondo Mundial para la Naturaleza.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

La Almería de Moreno

Feliz Navidad