Más de 270 agentes que forman parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Almería han sido expedientados durante los diez últimos años. Los datos facilitados a este periódico por el Ministerio del Interior enumeran a un total de 121 guardias civiles y a 152 funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía sancionados en vía disciplinaria (leve, grave o muy grave) en la provincia entre 2010 y 2020. En la resoluciones de las direcciones generales de la Policía Nacional y Guardia Civil no se precisa la gravedad de los expedientes ni los motivos por los que fueron apercibidos, si bien se deja constancia de que el régimen disciplinario contempla hasta la expulsión e inhabilitación por la reiteración de las faltas.

El número de expedientes a los policías nacionales oscila entre los 21 de 2018 y los 7 de 2015, siendo un total de 10 en el año de pandemia y 5 en lo que llevamos de 2021. En el caso de los agentes de la Benemérita, la mayor cifra fueron precisamente los 21 que se contabilizaron en el último año, muy lejos de los 5 de 2011. Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) manifiestan su malestar con el incremento de sanciones muy graves durante el último ejercicio al entender que se está sometiendo a la plantilla a un “excesivo rigor disciplinario” con el que “se pretende ocultar” la falta de medios materiales y humanos en el desempeño de sus funciones. En ocasiones, según denuncia la asociación Jucil, a los agentes que se niegan a realizar vigilancia en solitario de víctimas de violencia de género por falta de plantilla a pesar del riesgo se les amenaza con expedientes por desobedecer una orden.

La mayoría de las sanciones se concentran en la escala básica y a mayor graduación menos faltas con la excepción de episodios como el reciente del teniente de la Guardia Civil en la Comandancia de Almería que ingresó en prisión provisional por una operación de tráfico de drogas a la espera de juicio. Otros expedientes se repiten por no obedecer a un superior o por la falta de respeto y entre los más llamativos del os últimos años se encuentra la sanción a un agente del Seprona que desatendió sus labores para asistir a un partido de fútbol, el que enfrentó a la UD Almería y el Barça en 2014. El Tribunal Militar Central confirmó en noviembre de 2017 la sanción impuesta a este cabo primero. Otro guardia civil fue expedientado por trabajar en seguridad privada de un mitin de Vox sin disponer de la preceptiva autorización para compatibilizar esta actividad con su desempeño público.