Fallece a los 91 años el empresario almeriense Ramón Gómez Vivancos
Obituario
Fundó el complejo Bayyana y presidió la Cámara de Comercio, Industria y Navegación entre 1979 y 1983
Ramón Gómez Vivancos: “Fuimos los primeros los almerienses en poner el automovilismo en acción en Andalucía”
El empresario almeriense Ramón Gómez Vivancos ha fallecido este viernes a los 91 años. A sus espaldas deja un prolífico legado y una trayectoria que desplegó desde bien joven y que guarda en su haber hitos como la apertura de una fábrica de hilos cuando tan solo contaba con 25 primaveras. Este logro del precoz empresario fue la semilla de lo que a la postre sería su gran obra: Gómez Vivancos dio forma a lo que hoy es sin duda uno de los paisajes más característicos de la provincia: las miles de hectáreas de pitas que bañan el Cabo de Gata y la provincia.
Nacido en la capital en el año 1933, Ramón asiste a una escuela vecina y desde los ocho años recibe clases particulares en el propio domicilio, en el que se encuentra prácticamente imposibilitado. Jugando al fútbol se produce (1941) una pequeña herida en la rodilla que deriva en dolorosa e invalidante osteomielitis, agravada por la carencia de antibióticos. El proceso se cronificó y durante dos lustros sufrió siete intervenciones quirúrgicas en clínicas y hospitales de Almería, Madrid y Barcelona (en régimen privado). Gracias a una cirugía afortunada del Dr. Manuel Bastos -antiguo general de Sanidad del Ejecito republicano- logró superar totalmente la enfermedad y recobrar la movilidad perdida de sus piernas. Ramón fue, finalmente, de los primeros afortunados almerienses en recibir un tratamiento con penicilina, el salvador invento del Dr. Fleming. Esta etapa de frustración y sufrimiento forjó sin duda su futuro carácter independiente, tenaz y refractario a los contratiempos.
Con 14 años ingresó en droguería La Mezquita, de José Hernández (rambla de Alfareros, esquina a Espronceda y vecino por tanto del torero Juan Luis de la Rosa). Alternando el mostrador comenzó su carrera de agente comercial con firmas nacionales y foráneas. Esto le permitió siendo un mozalbete viajar hasta Marruecos ofertando distintos catálogos de pinturas, cuerdas o redes para barcos. A los 18 años adquirió su primer coche, con el que recorrió toda la costa andaluza, de Adra a Ayamonte. A título de curiosidad digamos que entre sus clientes más importantes tuvo (en Cádiz) a Ramón de Carnaza y en Ceuta a Paco Vallecillo, factótum del Arte flamenco y amigo íntimo de Antonio Mairena.
Dada su afición futbolística y visión comercial, en los años cincuenta funda un modesto club con el nombre del analgésico "Unidor", casa que le proporciona equipaciones a cambio de llevar su propaganda en las camisetas. Posteriormente Ramón dirigiría un clásico del fútbol local ya desaparecido: el C.D. Alborán. Esta juvenil vocación culminó (1971) en la dirección de la Junta de Educación y Deportes, no llegando a ocupar la Delegación Provincial por su demostrada falta de entusiasmo hacia el Movimiento franquista. En cualquier caso le dio tiempo, junto a su amigo Fernando Lanzaco -anterior Delegado- a organizar la Iª Gala del Deporte almeriense en el Cortijo Fischer. Actualmente su hijo Ramón prosigue su afición como columnista deportivo en este Diario. Su perspicacia innata y dinamismo le condujeron a logros empresariales notables, mientras que su capacidad comunicativa y don de gentes coadyuvaron a granjearse simpatías personales e integrarse en el tejido social almeriense. En la primera iniciativa societaria le acompaña su hermano Cayetano, propietario de Talleres Martinete: Comercial Govi, S.L. dedicada a la fabricación y comercialización de poleas ("haladores") para la recogida e izado a bordo de las artes de pesca de cerco y arrastre. Sabedores de tal innovación extranjera, ambos se desplazaron a Noruega donde adquirieron dos maquinarias; en el local del Martinete perfeccionaron el motor hidráulico -distinto material lo importaban de Inglaterra-, lo patentaron y distribuyeron con pingües beneficios por España entera, norte de África y Europa. Más tarde Ramón formaría sociedad con Diego Villegas, antiguo amigo de su padre.
En una visita a Portugal conoció al mayor y más acreditado fabricante de cuerdas y redes vegetales de la Península. Utilizaba pitacos de excelente calidad procedentes de Mozambique y Ramón pensó en hacer otro tanto con el sisal que en la década de los cincuenta plantaron en el hoy Parque Natural de Cabo de Gata, aunque sin el desarrollo necesario por falta de humedad. No obstante, con 25 años se aventuró a poner en marcha (Calzada de Castro) la Hiladora Mecánica Almeriense, dedicada a la fabricación de cordelería similar a la lusa, manteniendo el negocio hasta la aparición de las fibras sintéticas japonesas. Vendió la maquinaria y en el mismo local domicilió Unión de Comercio Exterior, S.L., añadiendo a su actividad en el gremio pesquero la exportación de uvas y naranjas.
Presidió la Cámara de Comercio
De sus contactos comerciales con Estados Unidos surge la oportunidad de negocio en un campo inédito: importación de ácido bórico, litio y bórax de la marca "Los 3 Elefantes" para su venta en exclusiva en España, con la competencia de un catalán propietario de otra franquicia. El bórax tenía aplicación industrial en el endurecimiento de superficies de cerámica, material de baño y de cocinas. Un hito fundamental en la carrera profesional y humana de Gómez Vivancos es la llegada a la presidencia de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, cargo que ostentaría de enero de 1979 a 1983. Tras la desaparición de los Sindicatos Verticales franquistas se presentó a las primeras elecciones encabezando una candidatura independiente, opuesta a otras dos oficialistas, y las ganó. Pese a sus evidentes logros al frente de la institución (Expo Agro, Expo Energía, misiones comerciales al extranjero) era el precio a pagar por su independencia del político de turno o el de "determinados empresarios almerienses de toda la vida".
En 1983 obtuvo en cambio el honor de ser nombrado por el rey Gustavo de Suecia cónsul en Almería del país nórdico. Prácticamente un lustro dirigió la legación consular con bandera y oficina abierta en la calle Aráez Pacheco, esquina a Rafael Alberti.
Las reacciones al fallecimiento de Gómez Vivancos no se han hecho de rogar y la Cámara de Comercio de Almería que él mismo presidió ha lamentado, a través de sus redes sociales, el deceso del empresario almeriense, ensalzando su carácter "emprendedor" y su "polifacética" labor como "impulsor de grandes iniciativas que han sido referentes en la actividad cameral como la Expo Agro o Expo Energías".
La institución empresarial ha acompañado su mensaje de pesar con una imagen extraida del libro publicado con motivo del 125 aniversario de la Cámara, en el que Miguel Naveros escribe y describe la trayectoria de Gómez Vivancos como uno de los presidentes del despegue de este organismo.
El velatorio de Ramón Gómez Vivancos tendrá lugar en el tanatorio El Centro de la capital a partir de las 19:00 horas de este sábado. La misa se celebrará este domingo a las 13:00 horas en el mismo lugar.
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