La 'familia' Rami Frío se reúne para celebrar su 25 cumpleaños

Familiaridad y compañerismo. Estas dos palabras califican al fundador de Rami Frío, Miguel Pulido, resumen la trayectoria de esta empresa y, por tanto, siguiendo esta senda, la celebración del 25 aniversario de la firma que tuvo lugar en la noche del sábado en el Teatro Cervantes. "Esto no hubiera sido posible si no tuviera compañeros de verdad, dispuestos a cualquier hora y momento. Están codo con codo conmigo. Son compañeros para lo bueno y para lo malo", decía el impulsor de la compañía almeriense.

Al cumpleaños de la empresa no faltaron amigos de la familia, trabajadores y clientes, seña de la buena relación profesional y personal con esta casa. La ceremonia giró en un ambiente íntimo en la línea de las palabras de Miguel Pulido, quien ensalzó el apoyo familiar así como la figura de dos trabajadores, ahora jubilados, de los que apuntó: "Son sensacionales". Concretamente se refería a Juan Baños, de quien anecdóticamente comentó que nunca se había cogido una baja y había permanecido 22 años junto a él, y a Antonio López, "compañero de sus compañeros".

Sin halagos para sí mismo, si no para todos los que le rodean, Miguel Pulido destacó el apoyo ejemplar de su esposa, Carmen Alonso, y el de sus hijos (Marisa, María del Mar y Miguel), quienes han decidido continuar el trabajo de su padre, lo que para este es un orgullo y satisfacción.

Como cualquier inicio de una aventura empresarial, Rami Frío vivió en sus comienzos momentos duros, si bien, el fundador de esta iniciativa apuntaba que el trabajo había sido fácil porque así lo han hecho todos los que le han rodeado; "sois cómplices de estos 25 años", dijo a los presentes.

María del Mar Pulido, quien se hará cargo de la dirección de la empresa, señaló: "Somos una familia con mil virtudes y dos mil defectos"; pero lo que quedó plasmado en la celebración del evento fue, sin duda, la humildad del torero de esta gran faena, una metáfora para el que es también un gran aficionado a los toros así como a la fotografía, el fundador de la empresa. Su hija destacó de él su carácter dialogante y, entre risas, dijo: "Nunca nos ha dado un disgusto". Como homenaje hacía sus progenitores y artífices de lo que es hoy Rami Frío, los hijos de Miguel Pulido y Carmen Alonso regalaron a estos un detalle.

"Miguel Pulido es un hombre hecho a sí mismo". Alberto Gutiérrez, responsable de la firma Babilonia y conductor de la gala, afirmaba que el fundador de esta empresa ha visto cumplidos sus sueños gracias a su fuerza, talento y tenacidad, generando amistad con proveedores y clientes. Nacido en Montánchez (Cáceres), y después de adquirir experiencia en el sector del frío industrial, Miguel Pulido constituyó Rami Frío en 1988, comenzando con un local de 280 metros cuadrados de la calle San Miguel en el que trabajaban tres personas y contando con dos vehículos. Hoy, a sus 64 años, el creador de una de las empresas líderes en el sector del frío industrial se ve rodeado de una plantilla de una treintena de trabajadores, que tienen a su disposición 25 vehículos adaptados como taller y más de 1.600 metros cuadrados en instalaciones en el polígono industrial La Juaida en Almería así como en Granada, donde cuenta con otra sede. De él, sus empleados dicen: "Es un jefe duro y muy exigente, pero con un corazón de oro".

La empresa ha superado dos crisis, la de los 90 y la actual, no simplemente sobreviviendo, sino creciendo; quizás una de las claves esté en que como se destacó durante la celebración de la empresa, en el vocabulario de Miguel Pulido no exista la palabra 'no'. En Rami Frío han sido cautos, invirtiendo los beneficios en la mejora de la propia empresa para consolidar sus clientes y hacerse de nuevos, pero, sobre todo, para dar el mejor servicio en calidad y en tiempo. Como el gerente y fundador de la compañía señala, la plantilla de Rami Frío está disponible los 365 días del año y las 24 horas, así sus clientes, tanto de la provincia como de fuera de la misma, están cubiertos en una respuesta de no más de cuatro horas en avisos normales y en urgencias en no más de dos horas.