Gasolineras y Guardia Civil, en el mismo frente contra el repostaje ilegal en Almería

La escena se repite con frecuencia creciente en algunas estaciones de servicio de la provincia: una persona se aproxima a la zona de repostaje con varios bidones, pide que le llenen todos y se marcha sin aclarar su destino. Lo que antes podía parecer una simple rareza hoy es motivo de alerta inmediata. La Guardia Civil de Almería ha intensificado el control en las gasolineras para frenar el suministro ilegal de combustible, y lo hace con un aliado esencial: los propios trabajadores del sector.

La colaboración entre las estaciones y los agentes es más estrecha que nunca. Cada vez que se detecta un intento de repostaje superior a lo habitual —especialmente cuando se supera el máximo legal permitido de 60 litros para particulares—, muchos establecimientos optan por impedir la venta y alertar directamente a la Guardia Civil, que investiga los hechos e inicia, si procede, la tramitación de sanciones administrativas.

La clave está en evitar lo que se conoce como "petaqueo", un fenómeno que consiste en la reventa clandestina de gasolina o su uso para actividades delictivas. Estas prácticas, además de ser ilegales, suponen un riesgo elevado para la seguridad de las personas y las instalaciones, ya que el combustible suele transportarse sin las mínimas condiciones exigidas.

“Hay un compromiso evidente por parte de los profesionales del sector, que están actuando con responsabilidad y ayudando a prevenir situaciones peligrosas”, han señalado desde la Comandancia.

Desde la Guardia Civil recuerdan que el transporte de gasolina está regulado por el Acuerdo Europeo sobre Mercancías Peligrosas por Carretera (ADR). En el caso de los particulares, no se puede superar el umbral de 60 litros, y el combustible debe ser almacenado en envases homologados y seguros. Cuando no se cumplen estas condiciones, los agentes pueden intervenir el material, identificar a los implicados y sancionar la conducta.

Además de las llamadas procedentes de las estaciones, también se están recibiendo avisos al teléfono 062 por parte de particulares, alertando de este tipo de maniobras sospechosas. “Este tipo de colaboración ciudadana es fundamental para reforzar la prevención”, insisten fuentes del Instituto Armado.

La vigilancia sobre las gasolineras no se limita a los intentos de repostaje masivo. La Guardia Civil recuerda que estos establecimientos son entornos especialmente vulnerables frente a robos y otros delitos, y están incluidos en los operativos de refuerzo durante campañas como la Operación Paso del Estrecho.

En los últimos días, se han abierto diversas investigaciones gracias a las informaciones aportadas por las estaciones. En muchos casos, ha sido el propio personal quien ha impedido las operaciones sospechosas, facilitando datos sobre los vehículos y personas implicadas.

“Queremos reconocer públicamente el compromiso de las gasolineras, que están actuando como un auténtico cortafuegos frente al riesgo de un mal uso del combustible”, han subrayado desde la Comandancia de Almería.

Las autoridades insisten en que se trata de un asunto que va más allá de la legalidad: afecta directamente a la seguridad colectiva. Una manipulación inadecuada de la gasolina puede provocar incendios, explosiones o intoxicaciones. Por eso, desde la Guardia Civil se anima tanto a trabajadores del sector como a la ciudadanía a seguir colaborando y comunicando cualquier comportamiento irregular.