La historia y su gente, un crisol de culturas milenarias

El municipio veratense es un importante crisol de culturas con más de dos milenios de historia que están recogidos en el Archivo Histórico Municipal y reflejado en los yacimientos arqueológicos de Villaricos y los vestigios del Cerro Espíritu Santo, donde se encuentra sepultada Vera 'La Vieja'.

En 1518 sufrió un terremoto que causó 150 muertos y devastó la población, por lo que se trasladó al sitio actual. Tres de los habitantes que quedaron, tras el consentimiento de Carlos I de reconstruir la ciudad, lanzaron una flecha y donde cayó hicieron levantar el pueblo. La nueva ciudad se edificó en 1520. Fue entonces cuando se levantaron la iglesia-fortaleza de Nuestra Señora de la Encarnación, sobria en el exterior y gótico-mudéjar en su interior, la iglesia de San Agustín, la ermita de la Virgen de las Huertas y la Plaza Mayor, corazón de la ciudad. Durante los S.XVI y XVII las sublevaciones de los moriscos y las incursiones berberiscas provocan la inseguridad y las penurias hasta la expulsión de los moriscos. En el siglo XVIII los intentos de modernización dieron lugar a la creación de la Sociedad de Amigos del País. El siglo XIX fue una época dura por las epidemias, la guerra contra los franceses y la represión. El siglo XX trajo al municipio un nuevo desarrollo económico de mano de la minería, en Sierra Almagrera, de la floreciente agricultura y de un turismo creciente y de una industria emprendedora.

La esencia de la historia en honor al Patrón san Cleofás se hace palpable en sus fiestas patronales. Estos días en Vera, en cada calle y en cada vecino se puede sentir la alegría que se respira.

Niños, jóvenes y mayores podrán disfrutar de multitud de actividades que el Ayuntamiento tiene previsto. Todos los días a partir de las doce de la mañana se dará comienzo la feria del mediodía, y para amenizar estas noches siempre habrá buena música.