Una histórica forma de promocionar una película, los fotocromos, en una muestra

Juan José Zanoletty expone en La Oficina su colección con un total de diez paneles de diferentes films Esta exhibición se podrá ver durante todo el mes de noviembre

Una histórica forma de promocionar una película, los fotocromos, en una muestra
Fran Murcia

03 de noviembre 2015 - 01:00

Imágenes con tradición que históricamente han servido para representar una película. Juan José Zanoletty, gerente de Moviola Cómics y Moviola Films, exhibe sus fotocromos en La Oficina durante todo el mes de noviembre.

Zanoletty explica cómo surge su interés por los fotocromos: "Soy víctima del coleccionismo, una adicción a aquello que nos apasiona, un empeño de seguir estirando hasta el frenesí el tema que nos trae. Y en mi caso esa pasión o tema que me atrae es la animación. Fotocromos, acetatos, bocetos originales, o cualquier otro material relacionado con la animación tiene interés para mí".

El coleccionista señala el interés de estos artículos: "Los fotocromos de películas de dibujos animados tienen un valor añadido, por una parte el podemos advertir mejor la calidad del dibujo, su color, su línea y cualquier otro detalle que la imagen en movimiento camufla. Y sobre todo es una grata sorpresa descubrir que en aquellos juegos de fotocromos no solo reproducían imágenes de la película, sino que también se podía encontrar reproducciones procedentes del arte conceptual, un material exclusivo que podría no ser encontrado en ningún otro medio".

En la muestra se podrán ver 10 paneles de diferentes películas, y cada uno de ellos muestra cuatro fotocromos.

Zanoletty detalla en qué consisten los fotocromos: "No hace mucho tiempo, antes de la era de Internet, los espectadores solo tenían tres vías para ver imágenes de las películas y decidir cual les atraía más: Los trailers, el fotorreportaje de la revista especializada y los fotocromos exhibidos en las taquillas de los cines. Muestran imágenes de la película, pretendiendo reproducir aquellas más atractivas para el espectador. Habitualmente solían exponer unos nueve o doce fotocromos, combinando fotogramas de la película con reproducciones del cartel. Es una manera de observar esas imágenes impresas en gran calidad y a un tamaño que no suele encontrarse en los libros o revistas, de forma que pueda advertirse hasta el mínimo detalle el contenido de la imagen: iluminación, dirección artística, vestuario, etc. Contando también con el efecto nostálgico que los fotocromos causan, e incluso con el efecto decorativo".

La exposición muestra fotocromos para cine de animación. "Encontraremos desde los primeros fotocromos que comenzaron a exponerse en los años 40 y que eran pintados a mano, hasta fotocromos más recientes. Esos primeros fotocromos pintados a manos es una material a tener en cuenta tanto para los amantes del cine como para los amantes de la ilustración, y deberían cuidarse más. Pero siempre me decanto por aquellos fotocromos que en vez de mostrar imágenes de la película muestren diseños de arte conceptual", asegura el coleccionista.

El más antiguo que tiene corresponde a la película Alegres vacaciones que dirigió Arturo Moreno. Al coleccionista le gustaría seguir ampliando: "Me interesaría todos los juegos de fotocromos correspondientes a películas españolas".

Zanoletty quiere destacar que "la exposición de fotocromos, como la muestra que dedicamos de acetatos originales, o diversos talleres que hemos impartido entran dentro de nuestro proyecto La Animación Escrita, una publicación que pretende acercar el género de la animación al público en general, y poner nuestro granito de arena para que el género en España deje de estar tan aislado".

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

La Almería de Moreno

Feliz Navidad