Un hostelero de Roquetas será juzgado por congelar caracolas protegidas

La Fiscalía de Almería ha pedido un año y tres meses de prisión para el dueño de un bar de Roquetas de Mar tras ser sorprendido con dos caracolas marinas de la especie Charonia lampas en la cámara frigorífica de su establecimiento.

Los hechos se remontan al 18 de abril de 2024, cuando inspectores de la Junta de Andalucía realizaron una revisión en un bar situado en la calle Antonio Machado. Allí hallaron varios ejemplares congelados que, tras ser analizados, resultaron pertenecer a esta especie incluida en el Catálogo Español y Andaluz de Especies Amenazadas, con la categoría de “vulnerable”.

El fiscal acusa al dueño del local por un delito contra la fauna (artículos 334 y 339 del Código Penal). Además de la pena de prisión, reclama la inhabilitación para ejercer cualquier profesión relacionada con la pesca, así como la prohibición de cazar o pescar durante tres años.

La acusación incluye también el decomiso de los ejemplares y una indemnización de 6.000 euros a favor de la Junta de Andalucía por el perjuicio al medio natural, cuantía que lleva aparejados los intereses legales correspondientes.

No se han apreciado circunstancias atenuantes ni agravantes. El procedimiento está ya en fase de apertura de juicio oral y será visto en un Juzgado de lo Penal de Almería, aunque la fecha de la vista aún no ha sido fijada.

El caso llama especial atención por lo insólito de la acusación: un hostelero que se enfrenta a cárcel y sanciones económicas por unas caracolas guardadas en el congelador de su bar. Y es que, a la postre, la mera tenencia de ejemplares de especies amenazadas constituye un ilícito penal.