La humedad, el calor o la luz, aspectos que contribuyen a degradar los medicamentos
La caducidad de los fármacos depende de muchos aspectos: humedad, calor o luz que pueden hacer que se degraden antes, no sólo depende de la caducidad del principio activo sino también de la forma que éste toma en el fármaco, su envoltorio o los excipientes que incluye. Según ha explicado Iván Espada, del Departamento de Productos y Servicios del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), no hay que confundir la caducidad antes de la apertura del medicamento con el tiempo de validez una vez abierto aunque en términos generales la mayoría de medicamentos tienen una caducidad de entre 2-3 y 5 años. "Después de su apertura, la caducidad depende del tipo de fármaco, aunque los de menor duración suelen ser cremas, suspensiones orales y colirios", ha apuntado Espada, quien ha señalado que en concreto en el caso de los colirios, su uso más allá del tiempo indicado puede dar lugar a contaminación por bacterias debido al contacto del dispensador con ojos o dedos. Espada ha insistido en que en muchos casos ya se incluye en el envase del producto un espacio en blanco para anotar el momento de la apertura y así saber cuándo se debe desechar. El farmacéutico ha apuntado una serie de claves para que la caducidad o conservación de los medicamentos no nos de quebraderos de cabeza. Entre ellas conservar embalajes y prospectos que incluyen la forma de conservación y el periodo de caducidad; es clave cuando se mantienen medicamentos en casa, ya sea en el botiquín o en el curso de una afección. "Conservar a temperatura ambiente significa un ambiente templado de entre 25 y 30 grados". Además, los fármacos deberían estar dentro de un cajón cerrado, lejos del alcance de los niños.
No hay comentarios