El incendio mortal fue intencionado y se propagó desde el sofá al interior

Una testigo relató que los detenidos estaban "muy tranquilos" sin hacer "el intento de apagar el fuego"

El joven fallecido había consumido "Cannabis Sativa" antes de morir

Un joven observa la cueva en los días siguientes al incendio. / Javier Alonso
M.M.

17 de junio 2017 - 09:08

El lunes 3 de abril ha quedado marcada en la crónica negra de Almería. En una cueva de La Molineta fallecieron un joven de 21 años y dos chicas de 12 y 15 años. Aunque desde entonces han trascendido diferentes informaciones, no ha sido hasta esta semana cuando el Juzgado de Menores de Almería levantó el secreto del sumario. Una serie de documentos e informes a los que Diario de Almería ha tenido acceso y que ahora permiten reconstruir mejor lo que ocurrió aquella fatídica noche.

Entre ellos se encuentra el estudio realizado por la Policía Nacional sobre el incendio, en el que se determina de forma clara que hubo un "único foco de inicio con continuidad de propagación uniforme" que fue "provocado de forma intencionada y mediante la aplicación de una llama directa" debido a que no existían fuentes de ignición cercanas que pudiesen generar el calor suficiente para provocar el fuego, así como corrientes eléctricas o mecánicas que generasen chispas.

La Policía Nacional no pudo determinar en su inspección ocular si se utilizaron acelerantes de la combustión tales como gasolina, disolventes u otros derivados del petróleo debido a la "carbonización total existente y a la virulencia con la que se produjo" el incendio, por lo que fue preciso remitir muestras del foco de inicio a la Comisaría General de Policía Científica para su estudio y análisis.

En sus conclusiones, los agentes responsables de la investigación apuntan que se trató de un incendio simple sin explosiones de riesgo alto. Señalan que la zona de entrada a la cueva presenta un área al aire libre y otra cubierta, la primera de 5 metros de largo y la otra de unos 6x8 metros, según los testimonios del menor que se encontraba dentro de la oquedad y pudo escapar así como de los que presuntamente lo provocaron, cinco menores que fueron detenidos, dos de los cuales permanecen ingresados en sendos centros.

Los agentes encontraron restos de maderas, tablas de aglomerado, telas, restos de plasticos y una serie de muelles que pertenecían al sofá al que supuestamente prendieron fuego los menores detenidos. De acuerdo a las marcas observadas, el fuego del sofá se propagó a un tabique de madera cercano y el aire caliente con humo y partículas incandescentes hicieron el resto.

Pero fue la escena que encontraron dentro. Junto a una gran cantidad de objetos inflamables, que no hubieran hecho necesaria la existencia de ningún acelerante, los policías localizaron en la esquina derecha los tres cuerpos "prácticamente carbonizados" de las niñas y el joven, "en posición de cuclillas agrupados y con actitud de defensa", con los brazos cubriendo sus caras. La única parte reconocible eran los restos de ropa y calzado que no habían llegado a arder. Los tres se habían refugiado al fondo de la cueva.

La autopsia fue clara, los chicos había muerto por una "asfixia provenida por la inhalación de humos tóxicos de la combustión" y posteriormente se produjo la combustión de sus cuerpos. Como se aseguró desde el primer momento, su muerte fue rápida y relativamente indolora.

¿Por qué no salieron de la cuev cuomo hizo el chico que escapó? No se sabe. Lo cierto es que sólo se han encontrado restos de Cannabis Sativa en el cadáver del joven fallecido. Ni él ni las niñas habían consumido alcohol y éstas no tenían ningúna resto de estupefacientes, por lo que sus capacidades no se habían visto mermadas.

El principal sospechoso, el que la Policía Nacional cree que es el autor material del incendio, dijo que intentó apagarlo con un trapo viejo que había en la zona. Pero no todos corroboran esta versión. De hecho, una testigo que se encontraba por La Molineta paseando a su perro relató a los agentes que sobre las ocho de la tarde vio cómo se iniciaba el incendio en la cueva, que estre creció "rápidamente y de forma desproporcionada".

Dicha mujer contó que un joven -supuestamente el que escapó de la cueva- se le acercó "muy nervioso y alterado y le pidió que llamara a losBomberos, que había varias personas en el interior de la cueva". La mujer llamó al 112 y tras esto el chico le dijo que estaba en el interior de la cueva con sus amigos cuando otro grupo de chicos llegaron para "molestarles y crear problemas".

Efectivamente, la testigo pudo observar a un grupo de muchachos junto al incendio pero no intentando apagarlo. Literalmente, aseguró que estaban "muy tranquilos, parados, sin hacer el intento de apagar el fuego".

Más aún, afirmó que cuando se iba del lugar se aproximaron el resto de chicos que se encontrabaj junto a la cueva y que comenzaron a discutir entre ellos a la vez que se culpaban los unos a los otros como posibles causantes del incendio. Una testigo que, resalta la Policía Nacional, no conocía de nada a los detenidos, a los que vio por primera vez aquella noche, y que más tarde pudo identificar sin ningún género de duda al superviviente de la cueva que le había solicitado ayuda.

A pesar del riguroso análisis y estudio llevado a cabo por los agentes en el lugar, aún quedaban elementos y pertenencias de los fallecidos. De hecho, a las siete de la tarde del 4 de abril, un día después de los hechos, una patrulla entregó a los responsables de la investigación un teléfono móvil que se encontraba quemado en su mayor parte. A los patrulleros se lo había entregado una amiga de las fallecidas, que lo encontró "rebuscando" entre los restos quemados de la cueva. Por desgracia, el estado "irrecuperable" del terminal hizo imposible recuperar cualquier imposible información del mismo. Una pista que no pudo ser.

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