La historia de la literatura española analizada por siete profesores de la UAL
Miguel Gallego y su grupo de trabajo desarrollan un estudio sobre traducción iberoamericana · Pese a encontrarse en el ecuador del mismo, cuentan la ambiciosa idea de convertirlo en una publicación
Sus alumnos dicen de él que es un excelente profesor, que en sus clases pasa de todo menos el aburrimiento. Que los temas, cuando se explican con un toque diferente, más de andar por casa, suenan de otra manera y que la literatura, contada por él, no tiene secretos. Que cuando le preguntan, siempre les queda todo más claro, y que si le necesitan para cualquier duda, siempre está en el despacho. Así es, visto desde el pupitre, el profesor de la Universidad de Almería, Miguel Gallego.
Ha dedicado su vida a las letras, es una opción como otra cualquiera, a ahondar en el núcleo mismo de la historia lingüística del castellano. Enamorado de las construcciones, de las perífrasis y de la llegada del idioma a todo el mundo, ha tomado parte en el ciclo Desde la ciudad celeste, reflexiones en torno a la obra de José Ángel Valente. Poesía en estado puro. Valente: la traducción y el desierto fue el título de la charla con la que encandiló a los asistentes.
Fue una de sus últimas apariciones, en el ciclo organizado por el IEA (Instituto de Estudios Almerienses). Él quiso ofrecerse para analizar la obra del desaparecido genio gallego, a los diez años de su muerte.
Sus últimos trabajos hablan por sí sólos, encumbrándole como el investigador que es. Dentro de la perspectiva histórico-cronológica, aunque con planteamientos y elementos diferentes, aparece la más reciente historia de la traducción en España, editada por los estudiosos F. Lafarga y L. Pegenaute, en el año 2004, donde ha colaborado. La obra pretende, de una manera directa, presentar en todo el país (con su trabajo paralelo para las lenguas cooficiales, como el gallego o el vasco). Así, presentar la situación de la traducción en España dentro de diferentes periodos históricos, combinando las referencias existentes a la actividad traductora con las necesarias alusiones a las poéticas traductoras vigentes o generalmente aceptadas en cada periodo. Cada uno de los apartados tiene en cuenta, como norma general, los aspectos que demuestran la diversidad de traductora, con alusiones a traducciones de textos no literarios o los agentes más destacados de la traducción (traductores, mecenas, impulsores de la traducción dentro del mundo editorial) así como la relación entre el dicho y el hecho, el escrito.
Pero lo que a Gallego le llama la atención, en mayor medida y siempre ha sido así, es la literatura traducida o importada (autóctona). Él siempre ha sido una persona de llevar a la práctica la teoría. Desarrolla su labor de investigación barajando distintas líneas. "Algunos de los miembros están vinculados a proyectos de otras universidades", señala. En su caso particular, él desarrolla su proyecto junto a estudiosos de la historia de la traducción de literatura en latinoamérica. La propuesta lleva el título de Historia de la traducción hispanoamericana.
Tiene mucha importancia. Y aunque a él le cueste reconocer su propios logros personales, sí lo hace para hablar de sus compañeros. La dirección del mismo está a cargo de profesores de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. "También contamos con la ayuda de otros profesores que se mueven en un proyecto del CSIC, que desarrolla las relaciones entre España y Francia en el año 2008".
Miguel Gallego contabiliza ya dos años de intenso trabajo. "Es la continuación de un estudio ya realizado que se ha demostrado muy importante", reconoce.
"Yo siempre he pensado que casi toda la cultura literaria moderna se conoce a través de las traducciones, se ha hablado de culturas lejanas impulsadas por empresas editoriales de españoles que estuvieron en el exilio", argumenta el profesor. "Vemos cómo paso a paso la traducción vale para dar cura al nacionalismo en las culturas". Destaca el trabajo en Almería. "El grupo lo llevamos siete personas, que organizamos cada año unas jornadas de novela contemporánea que es lo más destacado que hace este equipo". Para la buena marcha del proyecto y en jornadas paralelas ha contado con la presencia de autores tan en boga en el panorama actual como Javier Cercas. "A la hora de contar con profesionales dentro del grupo he pensado en expertos en obras del siglo XVIII al XX, porque casi todos están movidos por el mismo interés: el de la novela".
De este modo, los compañeros de proyecto de Gallego son Manuel Garrido, Isabel Jiménez, Antonio Orejudo, Fernando García y María José Felices. Además, han mostrado interés otros miembros de la comunidad científica y educativa de la UAL. "El tiempo que dedicamos depende de las ocupaciones que tengamos". Porque el proyecto merece una amplia dedicación, pero muchos de ellos tienen que compaginar su día a día con en análisis de la lengua.
"No soy de Almería, soy granadino", dice sonriendo, "lo que pasa es que llevo toda mi carrera aquí en esta ciudad".
Luego retoma el hilo. "Nos encontramos trabajando en función de los textos. La ocupación va surgiendo en determinados temas, sobre todo en torno a las últimas jornadas, anteriormente mencionadas". Cada uno de los participantes desarrolla su proceso de modo individual, "tenemos un objetivo común pero no todo es grupal". Hace referencia a la reestructuración por la que están pasando los estudios universitarios. "Con la entrada de los grados, la carrera de Humanidades está sufriendo una importante reestructuración, ocupando un lugar destacado en la demanda de los estudiantes".
Una vez terminado el proyecto, la intención es clara. La reestructuración está enmarcada en dos fases. Una de ellas el estudio de las traducciones y la otra, que las mismas sirvan para crear un portal específico.
La crisis también toca de lleno a los traductores. "El trabajo está complicado porque es caro, aún así, es un momento bueno para los que nos dedicamos a esto, por lo menos en lo que se refiere a España".
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