El maltratador homicida

03 de diciembre 2012 - 01:00

FRANCISCO José C. de 46 años de edad natural de Almería fue detenido por la Policía Local la tarde del sábado 10 de junio de 2006 después que en el transcurso de una violenta discusión golpeara reiteradas veces a su esposa con un martillo ocasionándole lesiones graves en la cabeza y en diversas partes del cuerpo y quien milagrosamente pudo salvarse.

La mujer, identificada como Olga N.S. de 39 años tras ser intervenida quirúrgicamente quedó ingresada en la Unidad de cuidados Intensivos del centro medico de Torrecárdenas en estado crítico temiéndose un fatal desenlace ante su gravísimo estado aunque finalmente los médicos pudieron salvarle la vida.

A su llegada al centro sanitario, la mujer presentaba contusiones inciso contusas en región craneal, ambos brazos y tórax, fractura de ambos peñascos (base posterior del cráneo), fractura de parietal derecha e izquierda no desplazada, edema cerebral, hematoma ententorio, fracturas múltiples en falanges de ambas manos, traumatismo abdominal cerrado.

Fue el propio marido quien tras la agresión, en presencia de un familiar informó a la sala del 092 de la Policía Local acerca de lo ocurrido. Los hechos tuvieron lugar en el trastero de un garaje comunitario de la calle González Garbín. Nada más ocurrir el suceso, el hombre con voz nerviosa y entrecortada informó textualmente al agente de la sala del 092, "Creo que he matado a mi mujer".

A la llegada de la Policía Local el supuesto autor se entregó sin ofrecer ningún tipo de resistencia admitiendo la autoría del hecho según su versión en un momento de ofuscación y arrebato.

La mujer se encontraba en el trastero del sótano a donde el agresor condujo a los agentes facilitándole las llaves de acceso al habitáculo. La victima se encontraba en cuclillas, sangrando abundantemente por la cabeza y en estado de inconsciencia.

Minutos más tarde fue asistida por los facultativos del servicio de emergencias sanitarias del 061 apreciándole diversas heridas inciso contusas en todo el cuerpo, las más graves localizada en la cabeza y manos. La mujer fue golpeada con un martillo que fue intervenido por los agentes

Los facultativos tras lograr reanimarla y estabilizarla ingresó directamente en quirófano, al tiempo que el marido fue conducido a la comisaría de Policía ingresando posteriormente en los calabozos bajo la acusación de un presunto homicidio en grado de tentativa.

El 7 de noviembre de 2008 la Audiencia Provincial de Almería condenó a la pena de seis años y medio de prisión a Francisco C.R. el farmacéutico de 46 años de edad, quien en el mes de junio de 2005, según sentencia, asestó numerosos golpes con un martillo metálico a su esposa provocándole heridas en el cráneo después de "sorprenderla" en un trastero con un hombre con el que estaba manteniendo "una relación extramatrimonial". Todos estos aspectos se desprenden de la sentencia que considera al procesado autor de un delito de homicidio en grado de tentativa al que se aplica, no obstante, la circunstancia atenuante de arrebato "plenamente justificada" por la práctica de la prueba forense durante la vista oral. El fallo considera probado, además, que Francisco C.R. llevaba consigo el martillo desde que salió de su casa para dirigirse al trastero en busca de su esposa, lo que el tribunal interpretó como "una intención previa de aprovechamiento frente a quien sólo podía utilizar sus manos". Rechazó el tribunal que se produjera, no obstante, ensañamiento porque el número de golpes inflingidos a la mujer Olga M.S. no se pudo determinar "ni en partes médicos ni en informes forenses".

El tribunal descartó que tuviera un "íntimo propósito de satisfacer instintos de perversidad provocando males innecesarios y máximo dolor". Los fundamentos de derecho del fallo recogen también la concurrencia de las atenuantes de disminución de los efectos del daño causado con el ingreso de la indemnización de 319.000 euros interesada por el fiscal y la de confesión ya que, según sostiene, cooperó de 'motu propio' en el esclarecimiento de los hechos y al auxilio de la víctima mediante una llamada a la Policía Local "pocos minutos" después de producirse la agresión y cuyos agentes acompañó hasta el trastero ubicado en el garaje, "favoreciendo la rápida intervención" del dispositivo de emergencias del 061.

El tribunal impuso, asimismo, a Francisco C.R. la pena de multa de 30 días a razón de 12 euros al día por una falta de lesiones contra el acompañante de su esposa, un hombre identificado como A.H.O., al que deberá indemnizar también con 120 euros por el daño corporal inflingido ya que, tal y como se recoge en el apartado de hechos probados del fallo, sufrió contusiones y hematomas al intentar repeler un primer ataque del procesado dirigido contra él. El suceso se produjo el 10 de junio de 2006 cuando el farmacéutico sorprendió entre las 17,30 y las 18,00 horas a su esposa con A.H.O. en un trastero ubicado en un garaje propiedad del matrimonio y al que ella le dijo iba a limpiar. Después de llamar de manera insistente a la puerta que encontró cerrada, "pudo confirmar las sospechas de infidelidad por parte de la víctima" y "presa de un estado pasional intenso que mermó levemente sus facultades intelectivas y cognitivas", propinó un golpe en la cabeza al otro con el martillo que portaba, tras lo cual éste salió huyendo en medio de un forcejeo. A continuación, según relata el fallo, Francisco C.R. se dirigió a su mujer, y la atacó sin que ella pudiera evitar que continuase dándole martillazos pese a que intentó apartar al agresor y protegerse la cabeza con las manos. Como consecuencia de los golpes en el cráneo y el abdomen, cayó al suelo semiinconsciente. Así la dejo su ex marido, que volvió al domicilio familiar y llamó a la Policía Local, a la que le comunicó que creía haber matado a su esposa. Al lugar de los hechos se desplazó una unidad móvil del 061, que le aplicó los primeros auxilios con ventilación asistida, intubación y hasta dos transfusiones sanguíneas y de plaquetas. Olga M.S. sufrió lesiones de las que tardó en curar más de un año, de los 98 días estuvo ingresada en el hospital.

La acusación particular pidió 16 años de prisión, 15 por un delito de asesinato en tentativa con el agravante de abuso de autoridad y doce meses por un delito de amenazas que el fallo no recoge como probado a tenor de la testifical prestada en sala por el hijo de 14 años del matrimonio. Por su parte, la defensa de Francisco C.R. solicitó una condena de un año de prisión por lesiones con la eximente incompleta de trastorno mental transitorio, que desestima el tribunal que le impone además la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 200 metros durante 16 años.

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