marea roja de gozo
Más de un millón de personas siguen a los campeones del Mundo por Madrid, desde el Palacio de la Moncloa hasta la explanada Puente del Rey · El "Iniesta, España está de fiesta", el "yo soy español" y "Villa maravilla", los cánticos preferidos
La selección de fútbol recibió todo el agradecimiento de la afición española por la consecución del Mundial durante el recorrido por las calles de Madrid, abarrotadas por vecinos de la capital y de distintas ciudades que saludaron a los jugadores al grito de "campeones". Se estima que más de un millón de personas estuvieron en el recorrido desde el Palacio de la Moncloa hasta la explanada Puente del Rey, lugar para el fien de fiesta.
Tras las recepciones oficiales en el Palacio Real y el de La Moncloa, la comitiva entró en la ciudad minutos después de las 20:00 por la calle Princesa, para hacer el tránsito en dos autobuses descapotables, que fueron seguidos por muchos aficionados, a pie y en moto, con miles de banderas españolas desplegadas. Con un enorme "campeones" pintado de amarillo en el frontal superior del autobús y una bandera con el típico toro español, los protagonistas dieron rienda suelta a su alegría saludando al público con la Copa del Mundo en alto, que no dejó de pasar de mano en mano aunque el capitán, Casillas, fue el primero en portarla.
Pepe Reina, erigido en maestro de ceremonias desde la celebración de la Eurocopa 2008, animó vuvucela en mano, a los incontables aficionados que desafiaron el intenso calor para dar la bienvenida a La Roja, mientras Sergio Ramos y Fernando Torres no dejaban de ondear una bandera.
El delantero hizo un guiño a sus fieles rojiblancos y se colocó una enseña con el escudo del Atlético de Madrid. Villa, sombrero nacional en ristre, y Mata recordaron su origen asturiano con sendas banderas del Principado, igual que hizo Albiol con la de Valencia, colocada a modo de falda.
Fernando Llorente y Javi Martínez desplegaron la bandera del Athletic; Joan Capdevila y Cesc pusieron el toque de humor con sendas pelucas de color rojo y gualda, junto a Jesús Navas, Xabi Alonso, Xavi Hernádez y el autor del gol de la final, Iniesta que no se cansó de escuchar: "Iniesta, España está de fiesta".
El seleccionador nacional, Vicente del Bosque, junto a sus colaboradores en el combinado nacional, respondía con cariño a los gritos de "yo soy español, español, español", coreados desde las aceras y calzadas de la capital por las que pasó la selección, que enriqueció la celebración del Centenario de la Gran Vía al transitarla de arriba hasta abajo.
Desde abajo, los aficionados llevaban en volandas a los nuevos reyes del mundo futbolístico con los cánticos que se han convertido en himnos oficiosos, mientras en el aire la Patrulla Águila del ejercito español realizaba un vuelo en el que los aviones pintaron el cielo con los colores de la bandera española antes de que cayera la noche. Después de casi dos horas de recorrido llegaron a mitad del camino, en la Plaza de Cibeles. Fernando Torres fue el encargado de portar el trofeo, como si se lo hubieran pegado a las manos. Mientras, Sergio Ramos sorprendía con un gorro rojo y amarillo estilo gánster.
Antes, el Ayuntamiento de Madrid lanzó un llamamiento por la tarde para recomendar a las miles de personas que seguían el recorrido de la selección que se abstuviesen de trasladarse a la explanada colocada junto al río Manzanares, donde estaba la carpa para el fin de fiesta, porque no cabía un alfiler.
En la explanada de Madrid Río, entre los puentes del Rey y de Segovia, estaba instalado un escenario en el que acabó el recorrido triunfal de la campeona del mundo de fútbol con un granconcierto. Pero desde primeras horas de la tarde el espacio, cedido por el consistorio madrileño a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para este evento, se fue llenando de una marea roja que colapsó el recinto minutos antes de las22:00. La noche, sin embargo, se alrgó bastante más.
No hay comentarios