Más de 600 motores rugen en contra de los guardarraíles
La concentración motera partió del Auditorio Maestro Padilla recorriendo la ciudad. Frente a Subdelegación de Gobierno, la organización leyó un comunicado
Los datos oficiales hablan de más de seiscientas personas concentradas frente a la Subdelegación de Gobierno de Almería. Pero para ellos eran muchos más porque en esta ocasión, los compañeros fallecidos en accidente de tráfico estaban presentes en el recuerdo. Se guardó un minuto de silencio antes de leer el manifiesto en contra de los guardarraíles en las principales carreteras de la provincia. Este llamamiento fue nacional. Motoristas de toda España se concentraban ayer a las 12:00 horas en la puerta de las subdelegaciones de gobierno de las principales ciudades para pedir el fin de las cuchillas de carretera.
Los motores comenzaron a rugir en torno a las 11:30 de la mañana en el Auditorio Maestro Padilla, iniciando de este modo una marcha que les llevó por las principales calles de la ciudad como avenida del Mediterráneo, carrera del Perú, carretera de Ronda, calle san Juan Bosco, avenida Federico García Lorca, calle Granada, Puerta Purchena, Paseo de Almería y calle Reina Regente para terminar en la Subdelegación del Gobierno donde Sebastián Sánchez, delegado de la Plataforma Motera para la Seguridad Vial en Almería, leyó un manifiesto en el que se reivindicaba el derecho de todos los amantes de las dos ruedas a contar con más seguridad en las carreteras españolas. Los últimos datos ponen de relieve la peligrosidad añadida que entraña para uno de los sectores más indefensos de los usuarios, la proliferación de guardarraíles que en caso de accidente actúan como auténticas cuchillas. La DGT informó de que estas estructuras amputan miembros a cualquier cuerpo que impacte contra ellos a más de 25 kilómetros por hora.
El pasado año 2007, 800 motoristas se dejaron la vida en las carreteras españolas, 120 de ellos murieron contra los guardarraíles, "unas vidas que podrían haberse salvado perfectamente, si no estuvieran estas vallas", señaló Sánchez. Según los representantes de Motoclub Almería, las vallas colocadas a comienzos de los años 70, eran capaces de frenar a un seiscientos y evitarle la caída por un terraplén pero "en la actualidad, a la velocidad que se circula y tal y como están diseñados, no sólo para los motoristas sino también para los conductores de turismos, son peligrosos", apuntó Pedro Martos.
Una vez frente a la Subdelegación de Gobierno, los 600 asistentes, tras bajar de sus motos, guardaron un minuto de silencio por quienes dejaron su vida en el asfalto. La manifestación se desarrolló sin incidentes. Como ellos mismos afirmaron "nosotros somos buena gente y queremos lo justo".
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