La 'multa azul' se moderniza

La empresa Dornier, adjudicataria para regular el uso de la zona azul en la capital desde este mismo año, no puede desarrollar su nuevo sistema de control hasta el mes de enero, pero, mientras tanto, intenta aplicar nuevos cambios para modernizarse. Desde hace tres semanas, los controladores no usan el dispositivo de grandes dimensiones con el que se tecleaba la multa y después se imprimía, el 'pone multas' de toda la vida.

De unos 20 centímetros de aparato se ha pasado a otro que apenas tiene ocho de largo por uno y medio de ancho, es decir, un teléfono móvil. Este, en cuestión, es de marca HTC. Desde él tienen acceso a todo lo que necesitan y eso ha hecho que jubilen otros viejos chismes, como por ejemplo, los walkie-talkies con los que se comunicaban entre ellos para regular las zonas. Como cualquier móvil de nueva generación, este es algo más complejo de manejar, pues su pantalla es táctil y requiere un periodo de adaptación.

Pero cuenta con algo demoledor para aclara cualquier tipo de duda a la hora de efectuar la pertinente multa, una cámara de fotos de la que ya hacen uso. Todo coche que esté cometiendo una infracción, además de recibir su multa y quedar alojada en su limpiaparabrisas, quedará inmortalizado en el archivo de la empresa que gestiona la zona azul. Así nadie podría decir que en ese momento su coche no estaba ahí. Una técnica similar a la que

En enero habrá más novedades, una que resulta fundamental. Los automóviles no podrán aparcar más de dos horas seguidas en una misma ubicación. Buscan, de esta forma, evitar que con la repetición de tickets, un mismo coche pueda quedar estacionado durante días en un mismo lugar. Esta es la novedad que mayor escepticismo ha creado entre los usuarios de este tipo de aparcamientos, principalmente los del centro de la ciudad. Los que tienen residencia alegan que les va a resultar imposible estar cambiando el coche de ubicación cada dos horas: "El que tenga la tarjeta de residente lo tiene algo más fácil, pero no hay plazas para todos. Así que los que no las tenemos, vamos a tener un problema", comenta Isabel Moya, vecina del centro. Se han generado opiniones adversas entre los trabajadores. Se da el caso de que muchos deben fichar para acceder y abandonar su puesto, lo cual significaría perder tiempo en favor de la búsqueda de un nuevo aparcamiento.

Esto trae consigo más novedades. La primera de ella en los propios parquímetros. En estos, cada usuario deberá introducir el número de su matrícula, para así regular el espacio de tiempo que cada automóvil ha sido depositado en un lugar determinado. En caso de excederse en el tiempo, se podrá anular la multa. Incluso se estudia la posibilidad de poder anularse, sin poner ticket, pero pagando más para poder quitar la correspondiente sanción.