“No murió de forma natural”: la familia de un británico hallado muerto en Mojácar clama justicia desde el Reino Unido
Casi un año después, su madre denuncia que no ha recibido avances de la investigación en España y lanza campañas para exigir que se esclarezca su muerte
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Brett Dryden, un británico de 35 años afincado en Mojácar desde hacía cinco años, apareció muerto en su vivienda el 21 de julio de 2024. Tenía una herida inciso-contusa en la frente y su casa presentaba signos de violencia. La primera explicación oficial apuntaba a una posible embolia pulmonar, pero su familia jamás creyó esa versión.
Desde entonces, su madre, Sandra Adams, ha emprendido una cruzada para que las autoridades españolas investiguen lo ocurrido y ha lanzado campañas públicas y de recaudación de fondos que ya han cruzado fronteras. “Mi hijo no murió de forma natural. No lo vamos a dejar pasar. Queremos justicia”, clama.
El cuerpo de Brett fue hallado hacia las 23:00 horas de aquel domingo en una vivienda del callejón de la Mora, en la zona de Ventanicas-El Cantal de Mojácar. Presentaba una herida de unos cinco o seis centímetros en la frente, según explicó al día siguiente el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, quien aseguró que “no se descarta ninguna hipótesis” y que la autopsia sería clave para esclarecer lo sucedido.
La Guardia Civil, según fuentes consultadas por EFE en aquel momento, trabajaba con varias líneas de investigación y apuntaba que, pese a la presencia de sangre en paredes y suelos, lo ocurrido “no tiene por qué ser lo más evidente”. Desde entonces, sin embargo, no se ha hecho pública ninguna novedad relevante sobre el caso.
La familia nunca creyó la versión oficial
Según relata Sandra Adams en varias plataformas, incluyendo Change.org y GoFundMe, la versión que en un primer momento recibieron por parte de las autoridades españolas apuntaba a una embolia pulmonar como causa del fallecimiento, algo que consideraron incoherente a la vista de las lesiones visibles.
Ante la falta de respuestas, decidieron repatriar el cuerpo al Reino Unido para someterlo a una segunda autopsia, lo que les supuso un importante desembolso económico. A día de hoy, aseguran que aún están esperando los resultados definitivos de esos análisis, pero no tienen duda de que lo ocurrido fue violento.
“¿Por qué tenía una herida abierta en la cabeza? ¿Dónde están sus gafas de marca, su dinero, su teléfono?”, se pregunta Sandra en la campaña publicada en Change.org, que ya acumula más de 1.100 firmas. “¿Por qué el móvil hizo una llamada silenciosa horas después de su muerte? ¿Por qué no nos responde la Guardia Civil?”, añade.
Sospechas, cámaras y silencio
La familia sostiene que el teléfono móvil de Brett estuvo encendido después de su muerte y llegó a emitir señales en distintas ubicaciones, según el rastro detectado. Incluso afirman haber recibido una llamada silenciosa desde ese número a las pocas horas del fallecimiento.
Por otro lado, apuntan que vecinos de la zona entregaron a la Guardia Civil una grabación de cámaras de seguridad en la que se vería a tres hombres abandonando el domicilio de Brett la noche de su muerte, aunque esa información no ha sido confirmada por fuentes oficiales.
La situación ha generado una creciente frustración en la familia. “Los delitos contra personas no residentes en España reciben menos prioridad. No vamos a permitir que el caso de Brett se olvide”, denuncian. Según citan en su campaña, datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) indicaban que en 2017 sólo el 41% de los homicidios con víctimas no residentes en España fueron resueltos, frente a un porcentaje mucho más alto en víctimas locales.
“No podemos ni hacer el duelo”
La historia de Brett ha llegado a los medios británicos, como The Mirror, que se ha hecho eco de la reclamación de justicia y ha reforzado la presión pública para que se investigue el caso en España. “No podemos ni empezar el duelo porque seguimos sin saber qué pasó realmente”, afirma Sandra Adams.
La familia ha recaudado cerca de 6.200 libras en una campaña de GoFundMe destinada a contratar abogados, detectives privados y costear viajes a España para intentar desbloquear el caso por su cuenta. En su mensaje al público piden apoyo, aunque sea compartiendo la historia: “Sabemos que todo el mundo atraviesa dificultades económicas, pero cualquier ayuda, incluso una simple firma o difusión, es importante”.
Por el momento, no ha trascendido si la investigación judicial en España sigue abierta ni qué conclusiones se han obtenido a partir de las pruebas forenses y testificales practicadas. La Guardia Civil, contactada por este medio, no ha emitido comentarios recientes sobre el caso.
Una historia que se niega a quedar enterrada
Lo que sí está claro es que la familia de Brett Dryden no está dispuesta a dejar que la muerte de su hijo quede sin esclarecer. A casi un año del hallazgo de su cuerpo, sus allegados mantienen vivo su recuerdo a través de una lucha que ha cruzado fronteras, con una firme convicción: toda vida merece justicia, y la de Brett no puede ser la excepción.
El pasado mes de abril, coincidiendo con el que habría sido el 36º cumpleaños de Brett, sus padres y otros familiares viajaron a Mojácar para rendirle homenaje y visitar el lugar donde fue hallado muerto. Durante su estancia, colocaron flores, encendieron velas y mantuvieron encuentros con vecinos y amigos que conocieron a su hijo. “Fue muy duro volver, pero también necesario. Queríamos estar cerca de él y recordarlo como se merece”, explicó Sandra a través de sus redes sociales.
Ese viaje también sirvió para renovar su petición de justicia y tratar de obtener respuestas, aunque, según aseguran, no recibieron novedades por parte de las autoridades. Aun así, la familia se muestra decidida a seguir adelante. “No vamos a parar. Volveremos las veces que haga falta”, afirma la madre de Brett.
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