Una noche histórica: nacen más de 50 tortugas marinas en Almería
Ya han eclosionado más de la mitad de los huevos depositados en un nido de la playa la Rumina de Mojácar
La vida se abre paso: nace una tortuga en peligro de extinción en una playa de Mojácar
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La madrugada del 16 de agosto de 2025 ha sido histórica para la fauna almeriense. En pocas horas han nacido más de 50 ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta), una tortuga marina en peligro de extinción. Todas ellas procedentes de un mismo nido, el que enterró en la arena de una playa de Mojácar una hembra de esta especie el pasado 22 de junio.
El viernes 15 de agosto nació el primer ejemplar de ese nido, tal y como informó la Junta de Andalucía, que custodia los huevos. La previsión era que la noche fuera "movida" y así fue. En el nido de la playa de la Rumina han nacido otras 37 crías de tortuga marina, mientras que en las incubadoras de las instalaciones del Oasys Minihollywood de Tabernas han nacido 13 —allí se trasladaron en junio 20 de los 99 huevos de la puesta—.
En total, en dos días han eclosionado ya 51 huevos, según cuenta el biólogo Emilio González, presidente de Serbal (Sociedad para el Estudio y Recuperación de la Biodiversidad Almeriense). Se espera que en las próximas horas, previsiblemente este sábado por la noche, eclosionen algunos más. Serbal ha participado en la última fase del proceso de incubación del nido de la playa de la Rumina, mediante la organización de unos turnos de vigilancia con más de 30 voluntarios para cubrir las 24 horas del día. Esta vigilancia se hace necesaria desde el momento en que se levantan las protecciones frente a depredadores.
Según explica a este diario el delegado territorial de Medio Ambiente, Manuel de la Torre, las 13 tortugas de Oasys Minihollywood nacieron unos días antes, ya que en las incubadoras está más controlada la temperatura. "La mayoría de ellas ya se han enviado a Algeciras, donde permanecerán un año", explica.
Las tortugas de Mojácar también serán enviadas en los próximos días, previsiblemente este domingo o el lunes, hasta el Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz que la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente tiene en Algeciras. Como explica Adolfo Moreno, técnico del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, “se las alimenta durante un año hasta que alcancen unos 700 gramos de peso y el caparazón, que en los neonatos es cartilaginoso, se endurezca. De esta forma los porcentajes de supervivencia de los ejemplares liberados son mayores, porque en la naturaleza las tortugas marinas tienen una alta mortalidad posnatal por depredación”.
Así, formarán parte del programa “headstarting”, que alude a la ventaja que otorga esa etapa de crecimiento en cautividad a los ejemplares que se benefician de esta técnica frente a las tortugas que directamente se liberan al mar después de nacer. El objetivo es que lleguen a adultas la mayor parte posible de la nidada.
Queda por ver cuántas más nacen en el nido los próximos días. Luego se realizará la exhumación del nido para ver si quedase algún huevo viable o si, por el contrario, han eclosionado todos los que estaban en condiciones óptimas para ello.
La tortuga boba está dentro de la lista de especies vulnerables de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Son grandes consumidoras de medusas y, en ocasiones, ingieren plástico accidentalmente al confundirlo con alimento, lo que puede causarles la muerte.
El principal enemigo de la tortuga boba en extinción es el hombre, tanto por la contaminación del medio acuático como por las artes de pesca no selectiva. La mayoría de las veces se produce de forma accidental, al quedarse atrapadas en las redes de los pescadores.
Tortugas "almerienses"
En los últimos años se han documentado varios casos de anidamiento de tortuga boba en Almería: en Vera en 2001, Pulpí en 2015 y Mojácar en 2021 y 2023, además de varios intentos que terminaron sin nido como en Agua Amarga en 2014, Cuevas del Almanzora en 2016 o también en Mojácar el año pasado.
El anidamiento de tortugas en playas españolas es cada vez más frecuente. Este hecho parece ser una combinación de una posible expansión del área de anidamiento de la especie, posiblemente relacionada con el incremento de la temperatura del mediterráneo como consecuencia del cambio climático, y de una intensificación de la vigilancia de las playas tanto por los investigadores y la administración como especialmente una concienciación ciudadana que se traduce en un mayor interés por la naturaleza y una actitud de preocupación por la conservación de la misma, que resulta crucial para el conocimiento y la conservación de esta especie. Al existir más atención y seguimiento por parte de las administraciones y ciudadanos es muy probable que se logren identificar más eventos de anidamiento que anteriormente podrían pasar desapercibidos.
La tortuga boba es una especie marina migratoria con una parte de su ciclo vital (la anidación) terrestre, por lo que las actuaciones de conservación y recuperación de la especie, así como la gestión de los eventos de anidamiento, requiere de la cooperación entre el Ministerio para la Transición Ecológica y la Junta de Andalucía, para lo que se estableció un acuerdo que define la participación de personal de ambas administraciones. La administración local también desempeña un papel muy importante al atender los servicios de limpieza de playas que están activos durante la época de anidamiento de tortugas.
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