Coincidiendo con la celebración el 24 de octubre del Día Mundial de las Bibliotecas, las flamantes instalaciones capitalinas de la José María Artero entran a funcionar, ya a pleno rendimiento y con buena parte del fondo fundacional de libros y material audiovisual a disposición de los usuarios, con una maratón de cuentacuentos que denota el carácter que el Ayuntamiento de Almería quiere imprimir a este edificio rehabilitado, antigua sede de la Jefatura de la Policía Local. La Biblioteca Central municipal se aleja del concepto silencioso para convertirse en un contenedor cultural vivo – salvo en las salas de estudio con plena restricción de ruido–, donde poder escuchar música, visionar películas, jugar con las viodeoconsolas o participar en grupos para el aprendizaje de idiomas. Incluso desde el móvil.

“Es una biblioteca novedosa y moderna, que rompe con el estereotipo de bibliotecas en las que hay que mantener silencio. Está pensada para crear y participar”, explica el jefe técnico de la Red Municipal de Bibliotecas, Juan Luis Mena, quien en esta ocasión ha hecho de anfitrión en la nueva visita a la Biblioteca Central José María Artero dirigida a los medios de comunicación y al objeto de presentar las novedades que los usuarios pueden encontrar en ella.

Las salas de música cuentan con equipos de reproducción y cascos, incluido este tocadiscos

Después de que el edificio, situado en la confluencia de la calle Santos Zárate con la Rambla (18 de Julio), abriera de forma parcial el pasado mes de enero con las salas de estudio 24 horas, sus 2.500 metros cuadrados de superficie están completados, no solo de mobiliario (quedan pequeñeces como pueden ser sujetalibros), sino también de actividad. Cuenta con zona creativa, videojuegos, quiosco de prensa, bebeteca, sala infantil, comicteca, zona de visionado, sala polivalente disponible para los colectivos, un espacio para la autoedición, zona de lectura, sala de vinilos y otra de trabajos en grupo.

Hay distribuidas entre sus dos plantas 295 puntos de lectura y en sus estantes están a disposición ya 14.000 libros físicos y 1.500 títulos en DVD, CD y formato vinilo, además de 25 títulos de revistas y diarios, siendo fundamental también la colección digital con 3.000 libros electrónicos. Este fondo fundacional (su llegada quedó retardada al ser recurrido el concurso de adjudicación), irá completándose en los próximos meses hasta el 31 de marzo, cuando se alcance la cifra conjunta de 19.000 volúmenes (incluidas las licencias digitales y material audiovisual).

A ello se suman las videoconsolas, tablets y ordenadores. Las tabletas y portátiles imprimen a la Biblioteca Central José María Artero otro carácter innovador, ya que entran en la política de préstamo, por una duración de cuatro horas con empleo limitado al interior del centro, convirtiendo a la de Almería en la primera biblioteca municipal que pone a disposición de los usuarios el préstamo de estos equipos, que permanecen hasta su uso guardados en taquillas.

Las taquillas donde aguardan portátiles y tabletes para su uso mediante el sistema de préstamo

Para ser usuario de la nueva Biblioteca, solo se requiere el carnet de socio de la Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía, un trámite sencillo que puede realizarse en la mismas instalaciones o accediendo al formulario a través de Internet.

Si la José María Artero es resultado de la recuperación de un antiguo edificio, también está cimentada en las nuevas tecnologías, adentrando a la capital en la era de las bibliotecas digitales que permite la descarga de libros, música y películas en los ordenadores personales, así como en los dispositivos móviles como teléfonos, tablets y lectores de libros electrónicos. Bastan unos minutos para poder registrarse en la nueva App, Indaloteka, con la ventaja de poder acceder a un mayor número de volúmenes, incluido audiolibros, bajo iguales criterios de devolución. Las páginas, en el caso de los libros, desaparecen del equipo empleado a los catorce días.

Los préstamos se podrán gestionar a través de Internet, y será posible la participación activa al estar permitido enriquecer los registros bibliográficos con reseñas o recursos multimedia, por ejemplo, además de poder formar parte de las actividades formativas virtuales que irán organizándose como clubes de lectura o aulas de lengua extranjera.

Las instalaciones estarán atendidas por 22 personas, entre las que se incluye funcionariado, técnicos auxiliares de bibliotecas y archivos, administración, profesionales y becarios, fruto del convenio de colaboración con la Universidad de Almería. Lo único que falta en materia de dotaciones y servicios es la apertura de la cafetería. Situada en la última planta y con amplia terraza, está preparada para salir a concesión demanial, un proceso que asumirá la Gerencia de Urbanismo.

La inversión de 1.600.000 euros para recuperar del abandono de un edificio protegido por ser uno de los mayores ejemplos de la arquitectura racionalista almeriense, obra de Guillermo Langle, se suma a otro millón más dedicado a mobiliario para completar el moderno diseño del equipo de arquitectos Tri-Teca, en el que se ha tenido máxima sensibilidad para hacer de este centro un espacio que atiende a la accesibilidad universal, con puestos de lectura, mesas y sillas, u ordenadores, entre otros elementos, adaptados. De hecho, el personal va a recibir cursos preparatorios para una adecuada atención, siendo el primero de los programados el impartido por la ONCE.