Coronavirus Almería

La nueva realidad de los hospitales almerienses

  • Los circuitos diferenciados de atención y la teleasistencia son parte del ‘legado’ que ha dejado el virus en el funcionamiento de los tres centros hospitalarios de referencia en Almería

  • "¿Rebrotes? Podríamos readaptar el hospital en 48 horas"

  • Todos los centros tienen reservado espacio y cuentan con la experiencia vivida durante lo peor de la crisis por si se producen rebrotes, para poder dar una respuesta rápida y eficaz

Toma de temperatura corporal en el exterior del Hospital de Poniente, en El Ejido.

Toma de temperatura corporal en el exterior del Hospital de Poniente, en El Ejido. / D. A.

Circuitos diferenciados en Urgencias y en quirófanos, plantas reservadas exclusivamente para los casos positivos, controles rigurosos de la temperatura corporal y elementos de higiene y protección personal en el acceso, elaboración y puesta en marcha de nuevos protocolos de funcionamiento interno efectivos en su gran mayoría, nuevas normas de visitas o permanencia de familiares en los centros y, sobre todo, un auge que parece imparable de la teleasistencia, que en muchos ámbitos –tal como remarca el gerente del Hospital de Poniente, Pedro Acosta– “ha venido para quedarse”. Es parte del ‘legado’ de una pandemia que en cierta manera nos ha cambiado la vida a todos, y que ha modificado también tanto la relación de los usuarios con los centros hospitalarios como el funcionamiento de los mismos. No todo lo que ha traído el dichoso coronavirus ha sido negativo. También ha servido para aprender y, ojalá, para mejorar.

Asientos anulados por seguridad en una sala de espera de la red hospitalaria almeriense. Asientos anulados por seguridad en una sala de espera de la red hospitalaria almeriense.

Asientos anulados por seguridad en una sala de espera de la red hospitalaria almeriense. / D. A.

Sin olvidar que gran parte del éxito que ha podido suponer en Almería la atención hospitalaria durante lo peor de la crisis tiene que ver con el ímprobo esfuerzo humano del colectivo de sanitarios, doblando y triplicando turnos y trabajando en condiciones de gran estrés, uno2 de los aspectos más positivos para los gestores sanitarios es que los hospitales han aprendido a optimizar sus recursos, tanto materiales como personales. Mientras, los usuarios también hemos obtenido varias enseñanzas, entre ellas la de acudir a las urgencias solo cuando es estrictamente necesario, o adquirir confianza con respecto a la telemedicina, que en la mayoría de los casos lo que permite es un diagnóstico rápido y efectivo en patologías que pueden llegar a ser graves, y evitando desplazamientos o reduciendo los mismos.

La pandemia ha modificado también tanto la relación de los usuarios con los centros hospitalarios como el funcionamiento de los mismos

El Hospital de Poniente, de hecho, es uno de los centros más avanzados en este ámbito y durante lo peor de la crisis ha innovado también, aplicando la tecnología a los casos sospechosos de COVID-19 que acudían –y siguen acudiendo–. Se trata de un novedoso sistema de tele-consulta en el área de Urgencias, dirigida a pacientes que acuden al servicio con sintomatología respiratoria. Esta consulta telemática ha permitido agilizar al máximo la atención y ayuda a minimizar los riesgos de exposición, tanto para el paciente como para los propios profesionales sanitarios. Solo un 1’5 por ciento de pacientes que fueron atendidos de esta forma en las primeras semanas de implantación requirieron de nueva asistencia en Urgencias.

En Torrecárdenas, por su parte, el 70% de las consultas ordinarias que se atendieron durante el primer mes del Estado de Alarma se realizó por medios telemáticos (videollamada o teléfono), garantizando así la atención mientras se podía tratar con garantías a los pacientes COVID o sospechosos de ello. La experiencia de teleasistencia en general ha sido muy positiva en todos los centros y el grado de aceptación ha sido alto entre los usuarios, según destacan desde la gerencia del Hospital de Poniente, lo que ratifica la idoneidad, en muchos casos, de la aplicación de la tecnología, que se irá imponiendo en algunas áreas y terminará por convertirse en algo normal pronto, según todos los indicios.

La experiencia de teleasistencia en general ha sido muy positiva en todos los centros y el grado de aceptación ha sido alto entre los usuarios

Tras la declaración del Estado de Alarma se suspendieron todas las cirugías no oncológicas que necesitaran de la Unidad de Cuidados Intensivos en Torrecárdenas, ya que se reservó su disponibilidad ante las posibles necesidades de pacientes afectados por coronavirus. Se realizó un plan de contingencia a fin de garantizar la asistencia para también preservar la protección de los trabajadores en la situación de pandemia, realizándose actividad ordinaria en jornada de mañana y tarde para disminuir el número de profesionales y pacientes que coinciden en los distintos tramos horarios. Esto hizo que se minimizaran riesgos.

Telefarmacia durante la pandemia en el Hospital Torrecárdenas. Telefarmacia durante la pandemia en el Hospital Torrecárdenas.

Telefarmacia durante la pandemia en el Hospital Torrecárdenas. / D. A.

Y es que el virus ha posibilitado que los centros sean ahora más seguros, coinciden sus gestores, y, pese a que todavía no se ha recuperado el cien por cien de la actividad previa a que se desencadenase la crisis del coronavirus, el porcentaje de normalidad adquirida crece cada día. En el Poniente es del 74% en cuanto a la actividad quirúrgica, y también se está normalizando a un nivel parecido el área de consultas. Los pacientes que más retrasos van a sufrir en todos los hospitales son aquellos que tenían programadas cirugías por dolencias no consideradas graves o urgentes.

La complicidad de los usuarios, no en vano, ha sido clave para que ninguno de los tres hospitales de referencia de Almería (Torrecárdenas, Poniente y La Inmaculada de Húercal-Overa) se viese saturado durante los peores días de la pandemia. De esta forma, se pudieron seguir realizando las operaciones quirúrgicas no demorables, ya fueran por su gravedad o por tratarse de urgencias. Un ejemplo es el Hospital Universitario Torrecárdenas, donde la actividad de los quirófanos arrojó más de 1.000 intervenciones en lo peor de la crisis, entre el 16 de marzo y el 29 de abril, una cifra que crece gradualmente hasta que se alcance el pleno rendimiento del centro ubicado en la capital. De estas,1028 en total en dicho periodo, 747 estaban programadas con anterioridad y 281 fueron de urgencia, amén de los 263 partos atendidos en aquellas semanas. Pero ni m ucho menos todo han sido cirugías oncológicas o cesáreas.

La complicidad de los usuarios ha sido clave para que ninguno de los tres hospitales de referencia de Almería, Torrecárdenas, Poniente y La Inmaculada de Húercal-Overa, se viese saturado durante los peores días de la pandemia

El doctor Antonio Álvarez, coordinador del bloque quirúrgico de dicho hospital, explica que durante este tiempo se ha mantenido “la dotación de equipos de guardia y urgencias diferidas, dando respuesta a la patología traumatológica, y otras en las que además somos referentes provinciales como en oftalmología en desprendimientos de retina, neurocirugía y cirugía vascular, evitando demoras que pudieran suponer riesgos para el paciente”. En la capital se han seguido realizando operaciones de Urología, Angiología y Cirugía Vascular, Cirugía General y Dermatología, MQ y Venereología, Ginecología, Oftalmología, Neurocirugía, Cirugía Oral y Maxilofacial, Otorrinolaringología, Cirugía Ortopédica y Traumatología y Cirugía Pediátrica. Otra de las áreas que han mantenido su actividad en todos los hospitales, aunque redoblando las medidas de seguridad, es la de hemodiálisis.

Preparación de solución hidroalcohólica en uno de los hospitales. Preparación de solución hidroalcohólica en uno de los hospitales.

Preparación de solución hidroalcohólica en uno de los hospitales. / D. A.

La clave para que esto haya sido posible con plena seguridad ha estado en los circuitos diferenciados, como advierte el gerente del Hospital Universitario Torrecárdenas, Manuel Vida: “se han cumplido a la perfección todas las medidas de seguridad haciendo una reordenación de circuitos quirúrgicos, a fin de que los pacientes pudieran ser intervenidos de forma segura, seguridad tanto para el paciente como para los profesionales; y todo ello gracias a la labor de los profesionales del centro”.

La gestión de la crisis desde la primera línea del frente ha sido un verdadero entrenamiento con ‘fuego real’ para todos los profesionales sanitarios y parte de la experiencia ha quedado implantada

La gestión de la crisis desde la primera línea del frente ha sido un verdadero entrenamiento con ‘fuego real’ para todos los profesionales sanitarios y parte de la experiencia ha quedado implantada. De hecho, pese a caminar con paso firme hacia la plena normalidad, en todos los centros se han previsto posibles rebrotes de la pandemia y la capacidad de reacción en ese caso sería mayor que la que se tuvo en marzo. En el Poniente permanece reservada para COVID-19 la mitad de la cuarta planta, mientras que la otra mitad ha recuperado su funcionamiento habitual, dedicada a la neumología.

En La Inmaculada de Huércal-Overa la elegida fue la sexta y el ‘retén’ permanece. El gerente de este centro, José Miguel Medina, ha querido destacar el esfuerzo de todos los sanitarios del Área de Gestión Sanitaria Norte de Almería por implementar las consultas e intervenciones en este hospital cuando la incidencia de la COVID-19 sigue a la baja. “Quiero agradecer la labor de nuestros profesionales y el extraordinario trabajo desarrollado en esta crisis sanitaria”, y también “especial mención a los Médicos residentes de medicina familiar y comunitaria que desarrollan su labor en el área, por el apoyo prestado”. La Inmaculada, en su Plan Funcional para la Normalización de la Actividad Asistencial que tiene en marcha como el resto de centros, contempla espacios tanto en ingreso hospitalario como en UCI por si se produjera un rebrote de coronavirus. La llamada área COVID-19, en dicha sexta planta, tendría capacidad para duplicar el número de camas COVID reservadas y en la UCI también se ha aumentado la capacidad de reserva, de cara a la posibilidad de otro incremento asistencial ante un hipotético rebrote. En el resto de centros, lo mismo. Ojalá que no suceda, pero si ocurre, los hospitales almerienses seguirán estando preparados.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios