"Lo que más me preocupa es la falta de estabilidad del sistema educativo"
Entrevista a la delegada territorial de Educación de la Junta de Andalucía
La delegada territorial de Educación de la Junta de Andalucía asegura que el estado de “emergencia” al que se refirió el consejero de Educación sobre la situación de Andalucía, en Almería se traduce en la falta de infraestructuras y en los resultados académicos
Su amplia trayectoria al servicio de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Almería ha sido su aval para que el consejero, Javier Imbroda, pensara en ella para estar al frente de esta importante área de la administración autonómica. Entró como funcionaria en el año 1996, cuando aprobó las oposiciones, pero en aquel momento, al ser licenciada en Derecho y ante la falta de personal que tuviera conocimientos jurídicos, pasó un proceso de selección y la requirieron para ser asesora técnica, donde estuvo diez años. En 2007 aprobó las oposiciones de inspectora y ha ejercido hasta que fue nombrada por su predecesora en el cargo, Antonia Morales, secretaria general de la Delegación. Su capacidad de gestión, conocimiento de la realidad de los centros educativos de la provincia y su carácter, además de las ganas de “hacer cosas desde otra perspectiva” a la de los últimos 40 años, han llevado Maria del Carmen Castillo Mena a ser la responsable territorial no solo de Educación, sino también de Deporte, Igualdad, Política Social y Conciliación. Nada más llegar al cargo tuvo que hacer frente a un inicio de curso escolar que no ha estado exento de polémica. Sin embargo, como ella misma indicó a este periódico, su lema en esta etapa que ha iniciado es “trabajar con esfuerzo y con propuestas” para encauzar una situación que considera “preocupante” y que básicamente tiene que ver con problemas estructurales. Insiste en que “la falta de un pacto para dar estabilidad al sistema educativo es hoy el principal problema”.
–¿Cómo han sido estos meses al frente de Educación y en una época clave de arranque del curso?
- Han sido difíciles porque me incorporé a final de curso y rápidamente tuve que afrontar el comienzo del curso siguiente. Hemos observado que tenemos problemas estructurales desde hace muchísimo tiempo pero para mí, el principal problema es la falta de un pacto de estabilidad en el sistema educativo. Tenemos que decidir el modelo educativo que queremos y por el que vamos a apostar. No se pueden hacer valoraciones si cada cinco años lo vamos cambiando. Si contamos la educación tal y como está estructurada ahora mismo, por etapas, en todo este periodo hay alumnado que entra en el sistema y está como poco 18 años (de 0 a 18 años). Y si hay una ley educativa cada seis o siete años, con una modificación estructural, es imposible valorar la bondad de la norma porque no hay un margen de tiempo suficiente. Esto es lo que yo echo en falta, un sistema estable. La realidad, desde mi punto de vista, es que tenemos instituciones del siglo XIX, profesorado del siglo XX y alumnado del siglo XXI. Y estos tres siglos confrontados dan lugar a una realidad diaria difícil. A lo mejor hay que repensar las estructuras departamentales en los institutos de secundaria, a lo mejor hay que repensar el modelo de centro y apostar por otros de mayor o menor continuidad dentro de las estructuras... Necesitamos repensar el modelo, porque lo que se ha hecho hasta ahora es ir adaptándolo pero no responde a las necesidades actuales.
–¿A qué se refiere con un sistema del siglo XIX, profesores del siglo XX, y alumnos del siglo XXI?
- Con esto, quiero explicar que contamos con una plantilla de profesorado relativamente envejecida, que estudió con modelo educativo que no es el que hay actualmente. Y un alumnado del siglo XXI que sabe muchísimo por lo que ve en las redes pero que no tiene espíritu crítico. La red es un mundo inimaginable de información pero realmente no hay manera de discernir qué es bueno y qué es malo si no hay conocimientos previos y la capacidad que requiere reflexión y valoración, porque en principio parece que todo es cierto. Es por esto por lo que insisto en que tenemos que replantearnos qué tiempo de educación queremos para nuestros alumnos y en eso está la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía en estos momentos. Pero todo es mucho más complejo, puesto que tenemos un sistema educativo estatal, con una comunidad autónoma con competencia en este ámbito. El lema de la Consejería es: “La calidad no es la meta, sino el camino”. Un lema que explica precisamente esto, y en el que la participación de la sociedad es básica.
–Conoce bien la realidad de los centros educativos de la provincia por sus años como inspectora. ¿Que se ha encontrado al llegar a este cargo de responsabilidad?
-La realidad es una cuestión tan diversa como diversos centros tenemos en la provincia. Son más de 700 centros en toda Almería y más de 12.000 personas trabajando en el sistema educativo. Esta diversidad conlleva que no se pueda plantear lo mismo en un centro del norte de la provincia, donde las necesidades del alumnado son unas y las de los docentes, bien diferentes a las de cualquier otra zona como por ejemplo Las Norias o Santa María del Águila. El entorno y el alumnado son distintos, y también las necesidades. Hay zonas donde el centro educativo es la referencia para las familias porque les aporta una solución con el aula matinal y el comedor dado que ambos progenitores trabajan; otros entornos donde estos servicios no son necesarios porque uno de los dos progenitores no trabaja; y luego otros donde el centro se convierte en referencia a nivel social porque el paro es alto y el centro sirve para que el alumnado desayune, coma y tenga estabilidad.
–¿Y la realidad respecto a las plantillas de docentes?
-Es cierto que las plantillas pueden mejorarse pero ahora mismo los centros están funcionando con las plantillas y los cupos que están establecidos. Otra cosa es el sistema de sustituciones, que lleva su tiempo porque el sistema es muy garantista. Creo que todo es mejorable, que probablemente son necesarios más profesores en los centros, pero es que precisamente este curso hemos incrementado el número de profesores. Insisto en que el problema no es de docentes, sino de estructura, organización, metodología y concienciación social sobre lo que necesitamos.
–Los sindicatos, entre ellos CSIF, han criticado en estos meses una vez más las excesivas ratios de alumnos que hay en los colegios, principalmente en la comarca del Poniente almeriense. ¿Qué explicación le da a esta situación?
-Cuando hablamos de ratios siempre hablamos de ratios medias. En la provincia de Almería hay aulas con 27 alumnos y aulas con 3. Aquí vuelven a aparecer los problemas de estructura educativa que no se han solucionado en los últimos 40 años. Hace años la presión demográfica no estaba asociada a los procedimientos de inmigración o a la tipología de los empleos que hoy tenemos en la provincia de Almería. Este problema tendría que haberse solucionado hace tiempo con inversiones, con más centros educativos..., y el consejero de Educación sabe que en esto yo soy insistente porque siempre le estoy diciendo que en Almería necesitamos más centros. Pero luego también tenemos que pensar en otros términos. Vamos a mirar realmente dónde tenemos natalidad, dónde hay mayor presión demográfica, porque a lo mejor hay que invertir más en el Poniente y no hay que hacerlo tanto en el Levante. Roquetas de Mar, Vícar, El Ejido, Adra y Níjar, tienen necesidad de más centros para bajar esas ratios y en estos municipios la situación no es algo puntual.
–¿Ha hecho inventario de las necesidades que tienen los centros?
-Cuando llegamos al gobierno de la Junta de Andalucía vimos que había urgencias técnicas desde el año 2016 que no se habían llevado a cabo pese a que eran urgencias. Lo primero que hemos hecho ha sido llevar a cabo un estudio de esas necesidades para plantear cuáles son las más urgentes y dónde es necesario intervenir en cuanto al número de centros educativos. Por poner un ejemplo, en Almerimar tenemos un colegio que se hizo para dos líneas y está funcionando con cuatro. Allí el problema es que la población ha pasado de 4.000 a 8.000 habitantes y esto requiere de una inversión necesaria. Y la situación también afecta a los institutos, porque también hay municipios donde los estudiantes no caben en los centros. Pero como digo, al final es cuestión de contextualizar, porque cada zona tiene unas necesidades distintas.
–El consejero indicó que Andalucía estaba en una situación de “emergencia educativa”. ¿Cómo se encuadra Almería en esta emergencia?
-Desde el punto de vista de resultados académicos, en un sentido amplio, sí es cierto que Almería está en una situación de emergencia educativa. Los resultados de fracaso escolar yo ya los sabía antes de llegar al frente de esta Delegación. No tenemos buenos resultados académicos. La realidad es la que es y los datos están ahí. Pero en Educación hay que hacer un análisis más allá de los datos puros y duros, pues hay que ver las realidades de cada centro y sus avances. En Educación además, no se pueden cambiar los datos de un año para otro. Desde mi punto de vista lo que tenemos que empezar a ver es que no hay causas, sino situaciones de partida. Hay que buscar la meta y proponer soluciones. Esa es mi premisa. En ningún caso buscaremos el origen de esta situación en la diversidad del alumnado, en el aumento de inmigrantes, el profesorado o en las ratios...
–Muchas familias y Asociaciones de Madres yPadres de Alumnos también consideran que en la provincia de Almería existe una emergencia en cuanto a las infraestructuras. Usted misma también lo reconoció en el inicio del actual curso escolar cuando se emplazó a reunirse con el alcalde de Almería, y con el resto, para que las administraciones vayan de la mano en la propuesta de soluciones...
-El problema vuelve a ser una vez más estructural. El reparto de competencias para una y otra administración no está claro y el problema real es que no se sabe dónde está la delgada línea roja que determina cuándo las actuaciones dejan de ser mantenimiento para ser inversión. Las instituciones municipales son las responsables del mantenimiento de los centros porque son las titulares de esos inmuebles. Está claro que si en 40 años no se mantiene una ventana, al final habrá que tirar la pared entera y hacer una obra mayor... Hay centros donde sí se ha hecho esa conservación, pero en otros no. Hay que sentarse a hablar, y no en Almería, sino a nivel estatal, para reconducir esa situación. Es necesario empezar a pensar en otros modelos de gestión y de inversión. Los ayuntamientos tienen que conservar y mantener, y el consistorio que tenga dinero y pueda acometer una obra mayor también debería de poder hacerlo... Y por supuesto, la Junta debe hacer un esfuerzo para dotar a los centros de servicios e infraestructuras necesarias. Son muchos centros y muchas necesidades, por lo que todas las administraciones deben colaborar. Y para eso hay que sentarse a hablar y replantear.
–¿Atajar las carencias en infraestructuras educativas es una prioridad para este gobierno?
-Para mí sí es prioritario que todos los niños puedan estar escolarizados en centros que respondan a los estándares de calidad. Nuestro objetivo es quitar todas las aulas prefabricadas, lo que supone construir centros. Actualmente hay 65 aulas prefabricadas en la provincia de Almería. Hay que mejorar instalaciones, hacer obras donde sea necesario e intervenir donde nunca se ha intervenido, en muchos casos porque a lo mejor la gente ha protestado menos. Las inversiones deben hacerse donde haya más expectativas y donde sea más urgente. Ahora mismo se trabaja para reconducir la situación. Tanto es así que se ha realizado un inventario de necesidades de los centros de la provincia de Almería, con información de las direcciones de los centros, AMPAS, ayuntamientos... Y estamos dispuestos a hacer un esfuerzo presupuestario en los próximos años para atajar las necesidades y carencias que existen en los centros educativos.
"El Conservatorio de Danza es una necesidad y se va a desbloquear"
Sobre las novedades que han destacado en el inicio del actual curso escolar, María del Carmen Castillo señala el incremento de las horas lectivas en materias como matemáticas, lengua y educación física en el ciclo de Primaria; además también hace referencia al incremento del número de plazas en Formación Profesional en la provincia de Almería, así como también del número de profesores y del número de alumnos. Celebra la llegada del Bachillerato Internacional el próximo curso al IES Celia Viñas, como una oportunidad para que al alumnado que le apetezca cursar este tipo de enseñanza pueda optar a ella de forma gratuita. Es una modalidad diferente que normalmente tiene un coste económico y que en este caso va a sumir la Consejería de Educación, con la idea de que se vaya extendiendo a otros centros que estén interesados. Y sobre el Conservatorio de Danza, confía en que se pueda colocar la primera piedra en el año 2020. “Creo que el Conservatorio de Danza en Almería es una necesidad, y lo voy a intentar con todas mis fuerzas”.
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CONTENIDO OFRECIDO POR DIPUTACIÓN DE ALMERÍA