El primer edificio privado de España en recibir el Docomomo por su arquitectura está en Almería

Los apartamentos de Aguadulce diseñados por el arquitecto Fernando Cassinello se convierte en emblema de la arquitectura moderna peninsular

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Arquitectos, la familia Cassinello, propietarios y el edil de Urbanismo de Roquetas, en los bajos de El Palmeral. / Carlos Barba

Podría decirse que se han convertido en un clásico moderno que, en el ámbito de la Arquitectura, son bendecidos por el Docomomo Ibérico, un reconocimiento que otorga la exigente Fundación del mismo nombre a aquellos edificios contemporáneos que son ya patrimonio arquitectónico en la península. Es la placa distintiva que lucen ya los apartamentos El Palmeral, un diseño del arquitecto almeriense Fernando Cassinello Pérez (1928-1975), que singulariza el paisaje residencial de Aguadulce. Es, además, el primer Docomomo que la Fundación concede a un edificio privado en España.

La colocación de la placa ha sido celebrada por el Colegio de Arquitectos de Almería (COAA), en un acto en el han estado presentes familiares del prolífico arquitecto, autor también de otros edificios emblemáticos como el Gran Hotel de la capital almeriense, y el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, José Luis Llamas, así como propietarios de las 16 viviendas del conjunto.

Construido en 1968 en el Paseo de El Palmeral y uno de los primeros residenciales de Aguadulce, “es un edificio muy importante por su innovación pues representa el movimiento moderno de la segunda mitad del siglo XX. Es un elemento expresivo donde la estructura se convierte en protagonista y reúne las características especiales que distinguen la arquitectura de Fernando Cassinello”, ha recordado el decano del COAA, Luis Cano, quien ha valorado esta distinción al ser el Docomomo un “reconocimiento de máximo nivel, sujeto a enormes filtros y a consultas a profesionales especializados en la arquitectura moderna”. Es la cuarta placa que recibe la provincia de Almería, que luce estas insignias en la antigua estación de autobuses de Almería capital, en la antigua Universidad Laboral y en Atochares (Níjar).

Vista de la fachada principal, con las peculiares terrazas, en el Paseo del Palmeral número 15

Diseñado bajo unos criterios arquitectónicos a la vanguardia de la década de los sesenta y solucionando con brillantez y originalidad las exigencias normativas del momento de dejar la planta baja diáfana, arquitectos como Miguel Centellas y José Francisco García Sánchez han rendido homenaje a Cassinello, destacando su audaz propuesta de El Palmeral en la que aunó sus conocimientos arquitectónicos con su gran dominio en el cálculo de estructuras -fue el primero en emplear para ello el ordenador-, siendo el resultado “un edificio sobre un puente”, una solución hasta entonces no aplicada en las construcciones residenciales.

El juego de arcos sobre los que reposan las viviendas es pues una de las señas de identidad de este cuarto Docomomo Ibérico de Almería, otorgado “por su innovación tipológica con una estructura descarnada” sobre la que García Sánchez también ha destacado el diseño de las escaleras voladas y las terrazas, en diente de sierra y con celosías.

Pepa Cassinello, una de las hijas presentes en el acto, ha agradecido al COAA y a la Fundación la “especial sensibilidad para la concesión del Docomomo que nos toca -dijo- el corazón”, agradeciendo de igual manera a la comunidad de propietarios el esfuerzo de conservación de este legado arquitectónico. Un mérito igualmente reconocido por Llamas quien deja abierta la ampliación del Catálogo de Bienes Protegidos de Roquetas para la inclusión de edificios que, pese a su relativa juventud, merecen formar parte del patrimonio urbano como El Palmeral.

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