Un ratón detective busca amigos entre las sombrillas

Las aventuras de un pequeño roedor conquistan a los niños que gracias a este animal descubren la magia de la lectura

Un niño se entretiene con un libro especial para llevar a la playa ya que puede mojarse.
Berta F. Quintanilla / Almería

08 de agosto 2009 - 01:00

La lupa del ratón detective husmea entre las sombrillas buscando al culpable del delito. Su último caso le ha llevado hasta las playas de Almería donde se ha convertido en líder indiscutible de ventas en las librerías de la provincia. Los más pequeños escogen pasar la mañana o la tarde en compañía del simpático roedor. Únicamente le hace competencia Kika, la superbruja de vida moderna o el mago Harry Potter.

Ana Mezcua, encargada de la librería Picasso en la capital, destaca que en los meses estivales el trabajo a la hora de vender libros aumenta. No sólo entre los mayores. Los niños están descubriendo el placer de la lectura. Lo hacen cada vez más de la mano de autores que descubren la magia de las historias. Harry Potter no queda atrás. Sigue manteniendo uno de los puestos destacados. El mago más querido por las cámaras despierta a una adolescencia que le era desconocida y que ha querido compartir con sus millones de seguidores. Entre ellos, muchos almerienses. Los que comenzaron a leerle cuando acababa de entrar en la Academia de Magia. "También hay que destacar la importancia que están cobrando los libros acuáticos, hay algunas editoriales que han elaborado ejemplares que pueden mojar sus páginas sin que pase nada", señala Mezcua. No obstante, tanto en unos como en otros, el tema preferido por los lectores sigue siendo la novela negra y el misterio.

Buena parte de culpa, según indica la encargada de la librería, la tiene el escritor nórdico Stieg Larsson, cuyos libros (el último de ellos póstumo) se han vendido mucho a lo largo del año. También a la hora de ir a la playa, las aventuras de la chica que soñaba con el bidón de gasolina ha acompañado tanto a los ávidos lectores así como a los principiantes. "En verano, además, hay un importante parón en la venta de clásicos, como El Quijote, por ejemplo porque lo que quiere la gente es una lectura ágil", asegura.

Respecto a las ediciones más demandadas, también destaca que la de bolsillo va ganando enteros en parte por la crisis económica. "Es cierto que es mucho más cómodo llevar un libro pequeño en el bolso a la playa, pero también es verdad que cuestan menos dinero", resalta.

La prisa y el estrés del invierno quedan a un lado en época de vacaciones. Así, los libros de autoayuda no descienden su venta. "Preocupan mucho los temas de violencia de género, cómo salir de dificultades como las drogas o aquellos que hacen referencia a la buena suerte", manifiesta Mezcua para quien una buena parte del éxito en la venta de estos ejemplares reside en el interés que despierta en los lectores poder conocer algo más el futuro.

La variedad de títulos es muy grande, y cada vez son más los autores que se preocupan por los niños. Inventan animales que siguen sus propios caminos, imitando los comportamientos de los humanos, convirtiéndose en un éxito importante.

La playa ofrece un buen escenario a los veraneantes para disfrutar de un libro. La cadencia de las olas como fondo, una sombrilla y saber que la ciudad queda extrañamente lejos, son ingredientes para que todos aquellos amantes de la tranquilidad y de las buenas letras cuenten con opciones distintas, relajantes.

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