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Las menores del Grupo Educativo de Convivencia El Carmen han realizado un innovador proyecto denominado Arte Con(ciencia), con el que hace unas semanas participaron en la XXVI edición de la Feria de la Ciencia de Andalucía celebrada en Granada. Su original propuesta, seleccionada por la organización, ha consistido en la realización de un mural artístico que representa un bosque utilizando como principal herramienta la pintura fotocatalítica, que es un material que tiene la particularidad de neutralizar los óxidos de nitrógeno, uno de los gases contaminantes más habituales en las ciudades purificando el aire de forma permanente y generando un impacto similar al de plantar ocho árboles.
La idea de Arte Con(ciencia) nace del trabajo conjunto de un equipo multidisciplinario en el “laboratorio de emociones”, un recurso que ha puesto en marcha el centro que gestiona GINSO en Ciudad Jardín en el que las menores proponen ideas para combatir el calentamiento global. Precisamente buscando alternativas novedosas y efectivas para luchar contra el cambio climático surgió el diseño del mural/lienzo de un bosque que utiliza pintura fotocatalítica para conseguir mejorar la calidad del aire que nos rodea y la preservación del medio ambiente.
José Antonio González, educador social del Grupo Educativo y licenciado en Bellas Artes, es uno de los artífices de la iniciativa. “El proyecto fue una decisión conjunta, las menores han sido parte muy activa en el desarrollo: se encargaron de buscar información sobre el tema así como de la ejecución del mural, orientadas por el monitor del taller en lo que se refiere a la toma de decisiones plásticas”. Además de la involucración de las jóvenes, José Antonio González pone en valor la aportación del mural a la calidad del aire.“Nuestro proyectos está sustentado por los diversos estudios llevados a cabo hasta el momento y en las diferentes experiencias que hemos podido recabar dentro y fuera de España, tanto con pintura como con materiales fotocatalíticos de construcción, que corroboran que existe un impacto muy positivo en la calidad del aire al usar estos compuestos”, argumenta el educador social.
En este sentido, añade que las conclusiones sobre esta literatura previa se pueden encontrar en el libro blanco de la Asociación Ibérica de Fotocatálisis. Y añade un dato interesante: un metro cuadrado de una superficie pintada con pintura fotocatalítica equivale a un árbol plantado. “Teníamos que pintar en una pared cuya rugosidad era extrema, con lo cual ideamos poner unos paneles, preparados previamente para que la intemperie no dañara el soporte y dar detalle al mural. Decidimos que un bosque era una buena metáfora para realizar el diseño final del lienzo, el cual “limpia” el aire como si se tratase de árboles”, explica González que ya está valorando la posibilidad de trasladar la experiencia a instituciones públicas y privadas de Almería. “Nos encantaría que apuesten por este tipo de acciones y poder conjugar el embellecimiento de las calles y parques de nuestra ciudad a través de murales artísticos y llevar a cabo actuaciones que tengan un impacto positivo sobre el medio ambiente”.
En el GEC El Carmen tienen como objetivo educar en el respeto hacia la naturaleza y llevan a cabo talleres de sensibilización medioambiental y participan habitualmente en actividades de reciclaje, separación de residuos, ahorro energético y recogida de basura en playas y otros enclaves interiores. Su última acción fue la creación de un mural llamado “recicla con el corazón” que se fabricó con elementos rescatados de las recogidas de residuos en el campo y que adornan las instalaciones exteriores. “Participar en este tipo de proyectos es hacerlo en algo así como arreglar nuestro hogar, limpiar de suciedad nuestra habitación, pensar y reflexionar acerca de que, con pequeños gestos podemos hacer grandes cosas. Ser parte del cambio, sentirnos en paz con el medio que nos rodea. Mi consejo es que no se lo piensen, si tienen la oportunidad de participar en proyectos de este tipo”, argumenta José antonio González
Dos de las menores que han participado en el proyecto, que responden a las siglas de MP y L, valoran muy positivamente esta actividad. “Me ha motivado porque me gusta mucho la ciencia y el arte. Participar en este proyecto es una muy buena forma de aprender nuevas cosas”, reconoce una de las jóvenes. “Me sentí muy feliz al ver el resultado final porque ha quedado muy bonito y especialmente porque tiene una gran utilidad para el medio ambiente”. Su compañera también pone de manifiesto su satisfacción. “Me he sentido muy contenta cuando vi cómo había quedado el mural en nuestro patio”.
Las dos menores del Grupo Educativo de Convivencia El Carmen resaltan tanto el entretenimiento y diversión de pintar el mural como el aprendizaje al conocer la existencia e investigar sobre la pintura fotocatalítica, sin olvidar su contribución ambiental. “Mi aprendizaje ha sido que nuestro mural hace el mismo efecto que si hubiésemos plantado ocho árboles”. Y tienen, además, consejos para otros jóvenes que quieran involucrarse en proyectos similares al de Arte Con(ciencia): “Que investiguen mucho sobre cómo pueden ayudar al medio ambiente, que nunca dejen de intentar crear un mundo más sostenible”. Los próximos retos que se marcan estas dos menores son actividades de reciclaje y recogida de basuraleza, sin olvidarse de otras acciones imprescindibles como la de salvar tortugas marinas.
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