Entre las principales tendencias del turismo todavía en tiempos de conmoción y necesidad, a pesar de que se están levantando las restricciones y flexibilizando la movilidad, figura la apuesta de los viajeros por los destinos de proximidad, los que entienden que mejor pueden garantizar las condiciones de seguridad ante los posibles rebrotes del coronavirus alejándose precisamente de experiencias masivas vacacionales. Menos hoteles y aviones y más coche y apartamentos turísticos. El alquiler vacacional va a jugar un importante papel en las nuevas formas de viajar tras la pandemia, sobre todo este verano en el que todavía se mantiene el estado de alarma, y será el nuevo lujo de los turistas porque ofrece viviendas individuales y aisladas en las que las familias con más reticencias a salir de casa se puedan sentir seguras.

Después de un parón sin precedentes de la vivienda con fines turísticos durante los meses de abril y mayo, que obligó a un importante número de propietarios a trasvasar sus inmuebles del alquiler vacacional porque tenía cero reservas al del mercado residencial de larga estancia, el de toda la vida, este segmento está despertando nuevamente el máximo interés de los potenciales clientes al tiempo que se empiezan a difuminar las principales limitaciones de la crisis sanitaria. El coronavirus frenó en seco el vertiginoso crecimiento de las viviendas con fines turísticos en la provincia, porque la demanda para los viajes de ocio y trabajo cayó a mínimos históricos, si bien desde mediados del pasado mes se está disparando el interés por este tipo de alojamientos y se multiplican las reservas.

De hecho, el auténtico boom del destino Costa de Almería lo están experimentando las viviendas con fines turísticos, alojamientos que desde mediados de 2016 se han regularizado en la comunidad en base a un decreto de la Junta por el que han tenido que inscribirse en el Registro de Turismo de Andalucía. En marzo de 2018 sumaban 11.388 plazas y un año después ya eran 19.904 camas. El pasado verano pusieron a disposición de los turistas de la provincia 24.038 plazas en 4.882 inmuebles de alquiler vacacional, ya sea completos o por habitaciones, y hoy, todavía en fase 3, alcanzan las 27.076 camas en un total de 5.509 viviendas turísticas, 628 más que hace un año.

En los últimos años han duplicado su volumen de acogida y ya representan el 29% de las plazas del conjunto de establecimientos hoteleros y extrahoteleros de la geografía almeriense, nada menos que 6.754 entre los que se incluyen los hoteles, apartamentos turísticos, camping y alojamientos rurales. Este tipo de viviendas regularizadas suponen una de cada tres camas que se ofrecen en los municipios almerienses (en abril de 2019 la proporción era del 24%). Si a las 27.076 plazas que se ofrecen las viviendas con fines turísticos se le suman las 17.230 que ofertan los 126 apartamentos turísticos de la provincia, el volumen de negocio supera las 44.306 plazas, casi la mitad de las que tienen todos los establecimientos en su conjunto y 9.000 más que los 299 hoteles de la provincia (35.086).

El fuerte tirón de los pisos con fines turísticos, concentrados en el litoral almeriense con una especial profusión en la localidades de Vera, Mojácar y Níjar, está siendo determinante en el crecimiento vertiginoso de las camas de la provincia. En 2007 eran 46.002 las plazas, 53.000 en 2016, 70.000 en 2018, 89.300 en 2019 y 93.498 en la actualidad. Un rápido florecimiento de un modelo de negocio ajeno a los tradicionales alojamientos que se ha extendido a más de 5.500 inmuebles en la provincia cuando la previsión inicial de la Consejería de Turismo cuando se implementó la nueva normativa regional era reglar la situación de entre 3.000 y 4.000 viviendas que estimaban que venían operando en el mercado negro vacacional y en breve las habrán superado.

El Registro de Turismo de Andalucía tiene inscritas viviendas con fines turísticos en 40 de los 103 municipios almerienses, si bien las principales bolsas de inmuebles vacacionales se encuentran en Almería con 484 (2.424 camas), Mojácar con 1051 (5.352 camas), Níjar con 722 (3.778), Carboneras con 230 (1.109), Pulpí con 423 (2.155), Roquetas con 791 (3.632) y Vera con 1.328 (6.172). Chalés, dúplex, áticos, habitaciones, pisos y residenciales que recibirán a buena parte de los turistas en este atípico verano de 2020 marcado por el miedo y la incertidumbre en tiempo de mascarillas tal y como vienen pronosticando en las últimas semanas las principales plataformas como Airbnb, Booking, HomeAway y Expedia.