El torero Víctor Méndez participó con los alumnos y dio una charla
La segunda novillada se celebró ayer y comenzó con una gran clase práctica a cargo del maestro nacido en Portugal, Víctor Méndez con menos de un cuarto de entrada en la plaza. El diestro portugués de más prestigio de la década de los 80 y 90, especialmente por su puesta de banderillas, dio una clase magistral a los seis alumnos que hicieron el paseíllo junto a él. El torero, que vistió de campero, cortó una oreja tras lograr media estocada a la primera y estocada entera en su segunda tentativa.
El primero de los alumnos en torear fue Lázaro Escalona, de verde oliva y oro, procedente de la Escuela Taurina de Lucena. El lucentino recibió al novillo a porta gayola, recibiendo un golpe del morlaco pero que afortunadamente quedó en un susto. Cuajó una buena tanda con el capote y buenos derechazos ya con la muleta. Dedicó su toro al maestro Ruiz Miguel. Su acierto con el acero a la primera le permitió conseguir dos orejas.
El segundo en pisar el albero del coso roquetero fue Emilio Silvera, de beige y oro, de la Escuela Cultural de Tauromaquia de Sevilla. El joven alumno dedicó su toro al maestro Víctor Méndez. Estuvo muy bien con la muleta, al natural y una buena tanda por la derecha. Con el acero, mató a la primera, obteniendo dos trofeos.
Javier Orozco, de azul marino y oro, fue el tercer novillero en saltar al ruedo. El alumno procedente de la Escuela Cultural de Tauromaquia de Ronda.
Orozco estuvo bien con la muleta, con varias manoletinas ejecutadas antes de entrar a matar. Un pinchazo a la primera le privó de las dos orejas. Obtuvo una tras una estocada trasera.
Tras el descanso, José Manuel Vera, de la Escuela Taurina de Sevilla-Amate, lidió al cuarto de la mañana. El alumno, que vistió de naranja y oro, puso los tres pares de banderillas a los sones de la Unión Musical de Roquetas. El toro se coló en varios trances con el sevillano toreando con la muleta hasta que lo cogió, aunque sin consecuencias. Con la espada, al tercer intento, logró una oreja.
Fernando Sánchez, de la Escuela Taurina Círculo Taurino de Córdoba, recibió a porta gayola al quinto. El cordobés estuvo fino con el capote y realizó buenas manos con la muleta. Mató con media estocada a la segunda, lo que le privó de dos orejas. El último fue para Antonio González, de la Escuela de Ubrique. La falta de fuerza del novillo hizo que el alumno no se luciese. Mató a la segunda, tras media estocada.
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