La UAL renueva la gerencia de su cafetería más emblemática después de 52 años de servicio

A partir de este 31 de julio, la cafetería del Edificio Central de la Universidad de Almería, la primera que abrió sus puertas en el campus y la que ha visto pasar por su barra a varias generaciones de estudiantes, profesores y personal administrativo, dejará de tener al otro lado a quien la ha dirigido casi desde sus inicios. Fernando Mañas Alarcón, su gerente hasta ahora, se jubila tras 52 años al frente del servicio de cafetería más antiguo y más emblemático de la UAL, donde comenzó con apenas 13 años de la mano de su padre, de quien heredó el nombre, el espíritu emprendedor y las claves del negocio.

La jubilación del veterano hostelero supone la culminación de una larga trayectoria profesional que ha discurrido en paralelo a la propia historia universitaria de Almería, desde cuando el campus se limitaba al Edificio Central, como colegio universitario dependiente de la Universidad de Granada, a la creación de la Universidad de Almería, su crecimiento y transformación en lo que es hoy. En todos esos periodos, la ‘cafetería del Central’ ha sido un punto de referencia en el día a día de la comunidad, lugar de encuentro, de refrigerio, de millares de conversaciones y también de comunicación en la Universidad, una esencia que ha mantenido en todo momento.

Al mismo tiempo, la cafetería, con Mañas al frente, ha vivido su propia evolución dentro del campus, adaptándose a los diferentes momentos y contextos: desde ofrecer servicios únicamente de café a introducir comidas; de ser un negocio familiar a contar con una plantilla de una decena de empleados; de ser el único lugar de restauración de la Universidad, a compartir espacio con otros concesionarios en otros puntos del campus.

Fernando Mañas, quien por la fuerza del destino tuvo que dejar los estudios a temprana edad para dedicarse a la hostelería, ha sido siempre uno más en el ambiente de la Academia. Su memoria personal de caras y nombres incluye a varios miles de personas, tantas, que no tiene un cálculo preciso. Para todas ellas tiene palabras de agradecimiento y de reconocimiento, con un cariño muy especial hacia los estudiantes y hacia profesores que han marcado de alguna manera su vida. “Aquí he sido muy feliz”, concluye de toda una vida detrás de la barra del central.

Con la jubilación de Fernando Mañas llega también a su fin la actual concesión de la cafetería, de la que él ha sido el titular durante todo este tiempo, de manera que la Universidad sacará en el inicio del próximo curso un nuevo pliego para la adjudicación del servicio. A ese procedimiento le precederá un breve periodo de obras en las instalaciones para remodelarlas y adaptarlas a nuevas funcionalidades.

Así, las reformas previstas permitirán ofrecer un servicio de restauración más completo, tipo buffet de autoservicio, complementario al tradicional de café, y transformarán el espacio en otro más moderno, cómodo y funcional, con el objetivo de que siga siendo el lugar de encuentro que siempre ha representado, y, además, se convierta en un punto de dinamización de la vida social en el campus. En total, el recinto contará con dos salones interiores (el principal, de más de 350 metros cuadrados, y otro de casi 60 metros), terraza (que seguirá teniendo zona cubierta con soportal y otra adicional con lona), un mirador en la planta superior, zona de cocina y almacén.

Una vez completada la reforma, se activará el trámite para la nueva concesión del servicio, a disposición de cuyos futuros adjudicatarios se pondrán tanto unas instalaciones renovadas como todo el equipamiento para desarrollar la actividad de restauración.

En consecuencia, desde el 1 de septiembre la cafetería del Edificio Central permanecerá cerrada durante algunas semanas para la ejecución de las obras. Durante el periodo de transición, la Gerencia de la Universidad activará algunas alternativas para que el servicio de restauración en el campus no se vea afectado, alternativas de las que irá informando a la comunidad universitaria.