Miriam: la profesora de inglés de Ciudad Jardín

Obituario

Miriam: la profesora de inglés de Ciudad Jardín / D.A.

Hace pocas semanas nos dejó una mujer maravillosa. Varias generaciones de estudiantes pasaron por ese porche sevillano tan bonito, donde veíamos pasar las estaciones del año a través de las ventanas y aprendimos inglés de una forma diferente y apasionante porque Miriam nos enseñó música, literatura, cine, gastronomía, de manera que a la vez que ella conseguía su propósito nosotros nos convertimos en personas con curiosidad de todo, con criterio para plantear dudas y todo ello aderezado de un cariño exquisito entre sus alumnos.

Nacida el 9 de agosto de 1943 en Montevideo, Uruguay, Miriam llegó a Almería en 1966 junto a su marido Arturo, por motivos laborales. Aquí formaron una familia con dos hijos, Arturo y Miriam, y vivieron años de feliz matrimonio. Pero la vida, como tantas veces ocurre, dio un giro inesperado: tras la separación, Miriam decidió reinventarse.

Con una determinación admirable, fundó una academia de inglés para asegurar el bienestar de sus hijos. Lo que comenzó como una necesidad se convirtió en una institución educativa de referencia. Miriam enseñaba el mejor inglés posible, fruto de su formación en Estados Unidos, pero también transmitía algo más profundo: civismo, pensamiento crítico, amor por la literatura, el buen cine y la cultura.

Era una mujer exigente y divertida, seria cuando tocaba, y una maravillosa cocinera, una mujer adelantada a su tiempo, con ese don de convertir momentos cotidianos excepcionales. Su casa era un refugio abierto, donde se escuchaba, se ayudaba y se integraba. Le encantaba organizar comidas, fiestas, encuentros… y en todos ellos se respiraba alegría, inteligencia y generosidad.

Trabajó en el Teléfono de la Esperanza, adelantándose a su tiempo con una mentalidad moderna, empática y profundamente humana. También tuvo experiencia en el mundo de la empresa, demostrando su versatilidad y capacidad de adaptación. Sus alumnos no solo aprendían inglés: se sentían atraídos por su forma de pensar, por sus consejos, por su elegancia física y mental.

Y cuando su hija pequeña alcanzó la mayoría de edad, Miriam volvió a abrir su corazón al amor. Se enamoró de Tom, con quien se casó y compartió una nueva etapa de plenitud. Tom no solo fue su compañero, sino que Miriam adoptó a su hija Ineke como propia, formando una familia unida por el afecto y el respeto.

Miriam rompió moldes desde el primer día que pisó Almería. Fue culta, independiente, generosa y profundamente moderna. Su legado no está solo en los libros que enseñó, sino en las vidas que tocó. Almería no sería la misma sin ella. Allí en el cielo, todos estarán encantados de aprender inglés contigo.DEP.

Miriam / D.A.

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