El Almería B ha vuelto a demostrar que este año va muy en serio. Después de consolidarse en el Anexo de los Juegos Mediterráneos, los rojiblancos tenían pendiente la misión de vencer por primera vez como visitantes. Dicho y hecho. Ese era el objetivo este domingo y lo han logrado en el campo del Huétor Tájar.

El partido comenzaba con mucha igualdad, solo desequilibrada por Valen, cuya banda fue el lugar de encuentro de las ocasiones visitantes. El arma principal fue el contragolpe, que apareció en los primeros minutos, pero el pase final de Hugo Neves no llegó a las botas de Rachad, que se relamía en su deseo por volver a ver portería.

En el minuto 13, los almerienses pidieron penalti por una posible mano dentro del área de los granadinos. El colegiado no señaló nada. Los locales fueron animándose después de un saque de esquina desde la izquierda que acabó envenenándose y estuvo a punto de entrar en la portería de Bruno Iribarne. En ese tramo, el Almería B acumuló varias pérdidas peligrosas en el centro del campo que finalmente no quedaron en nada.

En un duelo que se iba al entretiempo sin goles, todo cambió por una nueva acción de Valen. El toledano tuvo fe en un balón que acabó apoderándose por ímpetu y el esférico le llegó a las botas de Hugo Neves. El extremo abrió el marcador gracias a un disparo que se fue desviado por un defensor local y acabó entrando en la portería de Fidel. Rachad tuvo el segundo al filo del descanso en un contragolpe de libro liderado nuevamente por Valen y que el hispano-marroquí desaprovechó después de buscar un regate con pisada al guardameta granadino.

Disfrutar del sufrimiento para acabar venciendo

En el segundo tiempo, todo pasaba por retener la ventaja. Aarón, que ha vuelto a estar notable un día más, daba el primer aviso de los visitantes en una incursión hasta línea de fondo que obligó al portero a despejar el esférico. Con la presencia de Marcos Peña, que ha vuelto a llevar la manija del centro del campo indálico, los almerienses logrando dominar durante varios minutos, pero el arreón final del Huétor Tajar llegó.

Una jugada maradoniana de Juanan Entrena estuvo a punto de ser el primero de los amarillos, pero el futbolista no buscó a ningún compañero y la mandó afuera. Los de Alberto Lasarte disfrutaron del sufrimiento en un segundo tiempo que se hizo cuesta arriba. El conjunto granadino apretó de lo lindo, sin llegar a tener grandes ocasiones, pero acumulando a mucha gente en campo rival.

Sin embargo, la solidez de este bloque es sobresaliente. El contragolpe volvió para que el plantel unionista forzase un penalti en el último segundo. Abel Mellado, frío como el témpano, colocaba el balón en la escuadra para finiquitar el duelo. Son cuatro las porterías a cero de un equipo que ya es cuarto (16 puntos) con los mismos puntos que el tercero (Real Jaén), a siete del liderato.