El Club Deportivo El Ejido encaraba el curso 2021-2022 con muchas ganas de resarcirse de la campaña anterior, en la que luchó por no perder una categoría en la que llegaba la hora de volver a hacerse fuerte, de dar un golpe sobre la mesa y sacar a relucir este año una etiqueta de gallito que, tras siete jornadas disputadas, sigue guardada en algún cajón de Santo Domingo. Le está costando arrancar a un cuadro celeste que el domingo sufrió en Elda una nueva derrota, que está en puestos de descenso y ve como las plazas de play off se alejan ya de tres a cinco puntos. Y es que ha sumado solo dos de los últimos quince posibles.

Tampoco está donde se esperaba de la tabla clasificatoria, aunque en este caso es para bien, un recién ascendido como el Atlético Pulpileño, que sacó un empate en casa del Real Murcia y se doctoró en el Enrique Roca como uno de los visitantes más duros en este arranque liguero en el que está siendo, sin duda, el equipo revelación. Con 10 puntos, está rozando las codiciadas plazas de lucha por subir a Primera RFEF, destacando además que ha sumado en siete jornadas casi el doble que sus paisanos almerienses del Poniente (6).

Viendo la clasificación, a día de hoy, parece que Pulpileño y CD El Ejido han hecho un cambio de papeles, que el candidato al ascenso está perdido en la zona baja y el nuevo en la competición, el humilde debutante, se está adaptando a la perfección a la categoría y no sufre ningún mal de altura por el momento. Pero la temporada es larga, los resultados de este tramo inicial de campaña están demostrando que el Grupo V de Segunda RFEF es y será muy igualado a lo largo del curso y pueden cambiar muchas cosas. Pase lo que pase, que le quiten lo bailao a los de López y que suene ya la música en El Ejido.