España y su idilio con el 1-0: ¿Un hábito saludable?

Hay un resultado con el que España mantiene un idilio: el 1-0. La selección campeona del mundo y de Europa renovó ese amor por ganar por la mínima en los grandes torneos. ¿Es un hábito saludable o un masoquista ejercicio de riesgo?

El último capítulo fue el lunes, con el 1-0 ante Croacia tras vivir un agonía. Fue un regreso al pasado, la teoría del eterno retorno llevada al fútbol, con ecos del pasado Mundial. Y siempre con Vicente del Bosque al mando. En Sudáfrica, España resolvió cada uno de sus partidos trascendentes, cada una de sus eliminatorias, por indéntico marcador: 1-0. Se acostumbró a vivir en el alambre y triunfó. ¿Suficiente para renovar ahora el título en la Eurocopa? Por lo pronto, los jugadores no parecen preocupados por tal ciscunstancia en vísperas del partido del sábado ante Francia, el comienzo de las eliminatorias por el título del torneo continental.

Así, el defensa Javi Martínez puso cara de sorpresa cuando le comentaron que el 1-0 es el resultado más repetido del equipo desde el Mundial. "La verdad es que no lo sabía. Si eso basta para que ganemos... Firmaría ese resultado ante Francia", comentó el jugador del Athletic de Bilbao. Resulta paradójico ver cómo un equipo reconocido en todo el mundo por su fútbol ofensivo gana la mayoría de sus partidos por un resultado asociado a otro tipo de juego.

Mientras, el arquero Iker Casillas sigue coleccionando intervenciones de enorme mérito, como ocurrió en Sudáfrica con su atajada ante el holandés Arjen Robben en la final o el lunes con su intervención ante el croata Ivan Rakitic.La estadística ofrece una buena explicación al bajo número de goles recibidos: España lidera la posesión de balón en la Eurocopa con un 62 por ciento. A la luz de este dato se puede asegurar que España conoce el valor de defenderse con el balón.

Sin embargo, es notorio que España tiene problemas para marcar goles y como prueba aparece el interminable debate del 9, las discusiones sobre cómo y con quién debe jugar el equipo en la delantera. En todo caso, lo que a los aficionados les importa es que el hábito del 1-0 siga siendo saludable para España y que ese flirteo con la derrota no desemboque en una derrota irremediable. De algo están seguros: Polonia/Ucrania 2012, al igual que Sudáfrica 2010, los abonará a la taquicardia.