Poco más de noventa minutos duró la primera puesta en escena del Atlético Pulpileño en la Copa del Rey, competición de la que se marcha con la cabeza muy alta pese a perder por 1-2 frente al Club Deportivo Lugo de Segunda División. Los rojinegros se dejaron la piel, pusieron a un rival de superior categoría contra las cuerdas durante muchos minutos, pero la fortuna no estuvo de su lado.

Los capitanes con el trío arbitral en San Miguel de Pulpí.

El conocido como torneo del KO llegaba por primera vez a Pulpí en los sesenta años de historia de fútbol en la localidad del Levante. Lo hacía gracias al Pulpileño de la temporada 2019-2020, que se quedó a un gol del ascenso a Segunda B, pero lo iba a disfrutar este martes la renovada plantilla de la 2020-2021, curso en el que los almerienses están liderando el Grupo XIII A de Tercera División, competición que es su prioridad. La Copa era un premio, una experiencia en la que los de Sebas López tenían mucho que ganar y nada que perder, algo que, sobre todo, debían disfrutar el club rojinegro y el municipio de Pulpí fuese cual fuese el resultado. Y así lo hicieron.

La primera ocasión fue para los gallegos, en una carrera de José Ángel Carrillo, que se plantó solo ante la meta almeriense pero Cristian estuvo muy atento y seguro y evitó el 0-1 a los dos minutos. Más clara aún fue la segunda que tuvo el murciano en el 12', en una recuperación de balón del Lugo en la que Herrera asistió a Carrillo, que perdonaba nuevamente el primero para un equipo foráneo que gozó de tres saques de esquina en este primer tramo de partido. También lo hizo el conjunto de Sebas López, que enseñó los dientes en el 17' en un córner que remató Manzano, con parada de Varo. Les costó entrar en la contienda a los almerienses, pero poco fueron adaptándose a un rival que hizo su primer cambio en el 34' al ver Nafti la necesidad de contar con más presencia en ataque. No se achicó el Pulpileño y, aunque tuvo sus minutos de apuros, llegó al descanso con el 0-0. 

Imagen de la grada de tribuna del feudo almeriense durante el partido ante el Lugo.

Tras la reanudación, López decidió reforzar su línea defensiva con la entrada de Juanra y Rubén Primo, haciendo su homólogo todo lo contrario desde el banquillo gallego. Por el Lugo entraron El Hacen y Barreiro, que remató de cabeza en el 49' pero detuvo sin problemas Cristian, cancerbero de un Pulpileño que estaba aguantando muy bien su posición pese a las acometidas de su oponente. Las cosas se pudieron poner muy cuesta arriba para los almerienses en el 55', al decretar el colegiado Sánchez López un penalti que pararía el portero local a Barreiro. No fallaría cuatro minutos más tarde El Hacen, que remató de cabeza un buen centro de Herrera desde la banda para hacer el 0-1 (58').

A remolque, tampoco bajó los brazos el Pulpileño, que no perdió su ilusión y esperó su momento. Llegó en el 68', en una jugada a balón parado. Falta que lanzó Pedro Montero, el esférico rozó en la barrera y fue imposible para Varo. El 1-1 subía al luminoso de un feudo de San Miguel eufórico con el empate de su equipo ante un rival de LFP al que estaba generando muchos problemas. Apretaron los de Pulpí en la recta final, creyeron en el pase de ronda en su debut copero e hicieron disfrutar a sus fieles ante un Lugo que desapareció tras el empate de los locales, pero que encontró, de nuevo de las botas de El Hacen un tanto clave en el 89' que les daría una sufrida eliminatoria ante un Atlético Pulpileño que murió en la orilla, con las botas puestas y la cabeza bien alta.