Jornada laboral de 92 minutos
ud almería b| melilla
Por segunda jornada consecutiva, el filial tira por la borda su trabajo ya cumplido el descuento Jugó con uno más toda la segunda parte
Árbitro: Miguel García Aceña, del comité valenciano. Estuvo escoltado en las bandas por Daniel Perea Parrés y Jonathan Bernabéu Peña del mismo colegio.
Tarjetas:Amarillas Martos, Charlie, Soto, Pérez; Sánchez, Sufi, Borja. Rojas Sánchez (44').
Goles1-0 (53') Centro medido de Martos al segundo palo, donde Azeez remata con un suave toque por encima del meta visitante Barrio. 1-1 (93') Precioso regate de Chupe sobre la línea de fondo a Carmona y pase de la muerte para el remate de Fatah.
Incidencias: Partido de la decimosegunda jornada del grupo IV de Segunda División B disputado en el anexo del Mediterráneo ante unos 400 espectadores. Los rojiblancos jugarán el próximo fin de semana en Lepe.
Como si los pupilos de Miguel Rivera fueron los sindicalistas más exigentes que se echara a la cara el Gobierno, son ya varias jornadas las que han decidido dar por concluida su jornada laboral a los 92 minutos. Ni un segundo más ni un segundo menos, cuando en su cabeza suena la sirena, desconectan y se marchan de alma, que no de cuerpo, a la caseta de vestuarios. Ya pasó así hace dos semanas ante la Hoya Lorca y ayer volvió a ocurrir. El problema de este horario a la carta es que está trayendo más disgustos que alegrías.
Son tres puntos de oro los que han volado ya en la última jugada de partido. No en el descuento, si no en la última milésima. Ni frente a los lorquinos ni ante los melillenses dio tiempo a centrar, el último balón con el cronómetro aún corriendo fue el impulsado por los visitantes para llevarse la victoria hace dos jornadas y ayer un empate, que dejó a todo el anexo con cara de pocos amigos. No sólo por lo que anímicamente supone siempre un gol en el descuento, sino porque estuvieron aguantando estoicamente 93 minutos sobre el duro, incómodo y hasta gafe cemento de un campo de entrenamientos. Puede jugar aquí el jueves España o celebrarse la final del Mundial, pero es una falta de respeto para el equipo y sus aficionados celebrar un partido en una instalación que no está adaptada. Además, el filial nunca ha ganado al Melilla en el anexo.
La maldición no se rompió ni con 1-0 y ante diez. El partido fue malo y aburrido, lo poco destacable lo hicieron los rojiblancos por empuje y por necesidad. El gol sí fue bonito, con un gran centro del juvenil Martos y un certero cabezazo de Azeez. Parecía que estaba todo controlado, puesto que el Melilla había perdido la brújula al ver cómo David Sánchez se iba a la calle tras una entrada tan bestia como sin sentido sobre Gianfranco. Pero con los norteafricanos lamiéndose sus heridas, los rojiblancos recogieron los bártulos y cerraron sus carteras antes de tiempo.
Error fatal. Rubén se precipitó en una prolongación en vez de aguantar, el balón fue colgado a la olla, donde Cascón controló y remató para que Gianfranco se luciera. Ni ese susto hizo que el filial esperara al pitido final, el saque de banda acababa en un remate de Fatah para el 1-1.
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