José Castaño, el hombre de mármol

Todo esfuerzo da sus frutos y el almeriense José Castaño, más conocido como Chacho, los ha recogido subiendo al primer puesto del podium en el Campeonato de Europa, en su categoría de Talla Media (+95 kilogramos), que se disputó el pasado fin de semana en Cartagena (Murcia). Natural de Olula del Río, donde regenta el Gimnasio Acrópolis, el culturista de 37 años de edad lleva compitiendo en esta disciplina deportiva desde el año 2002. Desde entonces, ha logrado colgarse al cuello numerosas medallas a nivel provincial, autonómico y nacional, aunque su mayor logro hasta el momento ha sido el cosechado en tierras murcianas por su ámbito continental y porque le ha permitido obtener el carnet profesional.

"La gente se ha volcado conmigo, me apoyan mucho en mi pueblo y desde que gané en Cartagena no he dejado de recibir mensajes. También es de agradecer la ayuda que me aporta el Ayuntamiento de mi pueblo, que me permite poder ir a los campeonatos y siempre han estado ahí apoyándome. Llevo ya 13 años en esto y es un deporte que es difícil de entender, porque aunque puedas llevar un día a día normal, tienes que hacer algunos sacrificios, sobre todo evitar trasnochar y evitar algunos alimentos en los días previos de una competición. El resto del año sí te puedes permitir algún que otro capricho", asegura Chacho, que antes de decantarse por el culturismo practicó artes marciales, concursos de pulsos y halterofilia, todo dentro del gimnasio. El olulense se siente contento por hacer lo que le gusta, aunque es consciente del duro trabajo que hay que realizar para mantenerse en forma. "Al principio en mi familia eran un poco reacios, porque creían que lo estaba pasando mal con la dieta. Ahora se siguen preocupando, pero me apoyan, tanto mis familiares como mis amistades", comenta Castaño, que cree que "si la gente puede tener una imagen distorsionada de lo que realmente es el culturismo es por culpa del extremismo de los propios culturistas que no saben desconectar. Yo intento llevarlo lo mejor que puedo y desconecto, porque soy consciente de que, por mucho que pueda gustarte, hay vida fuera de este deporte. Esto es para disfrutarlo. Prefiero no ir a un campeonato y estar con mi familia, sinceramente. Se puede disfrutar de todo".

Un día normal para José Castaño comienza a las seis de la mañana, hora a la que se despierta para preparar las comidas. A las 8:30 horas abre el gimnasio y comienza con su entrenamiento de una hora y media a las 10:30. A las 15:00 come y a las 17:00 regresa al gimnasio. Cuando cierra, vuelta a casa para estar con su familia, con su hijo y despejarse de un largo día de trabajo en el que llega a hacer hasta seis comidas para mantenerse en su peso y forma ideal.

Tras llevarse el europeo en su categoría, el culturista de Olula del Río se prepara para hacer un buen papel en el Mundial que se disputará en Eslovenia, país hacia el que parte hoy mismo. Su objetivo es "intentar quedar entre los cinco primeros, porque es mi última competición amateur. Luego entro en el ránking profesional, en el Open (sin peso) y buscaré competir en 100 kilogramos". Y es que el haber obtenido el carnet profesional le ha hecho dar un salto en su trayectoria deportiva, una trayectoria en la que ha sabido compaginar esta sacrificada disciplina deportiva con su vida, con su familia, sin dejar nada de lado. El gimnasio es su pasión, su trabajo, y por ello disfruta cada día de sus entrenamientos, sobre todo al ver que su sacrificio y sus horas de esfuerzo son premiadas en los campeonatos en los que participa. El reciente campeón de Europa luchará ahora por dejar el pabellón de Olula del Río y de Almería en lo más alto a nivel mundial.

José Castaño es, a día de hoy, un perfecto representante del culturismo de la provincia almeriense, a la que siempre ha llevado por bandera en cada podium. Esto le ha hecho ganarse el respeto y el cariño de todos sus paisanos, que ya animan a Chacho para que haga un gran papel en Eslovenia en los próximos días, tanto en su último contacto a nivel amateur como en su debut en la liga profesional, cuyo acceso se ha ganado a pulso a base de constancia.