Osasuna no da su brazo a torcer aún

Osasuna, con un autogol de Stankevicius, aguantó el pulso de la permanencia al conseguir frente al Valencia una victoria que le permite mantener esperanzas de salvarse del descenso, en una jornada que se le presentó cuesta arriba por los triunfos de la mayoría de sus rivales directos.

Los resultados favorables de otros adversarios obligaban a Osasuna a ganar de forma imperiosa. Le costó horrores y ante la falta de gol la victoria tuvo que llegar con uno en propia puerta de Stankevicius, quien desvió con la espalda un disparo de Cejudo.

Con esta victoria, Osasuna acaba con una racha de cuatro derrotas consecutivas para salir del descenso, a falta de cuatro jornadas para la resolución del campeonato.

Los locales salieron más enchufados que el rival, al jugarse más que el cuadro valenciano, que contó con un Guaita que salvó a su equipo con dos paradones en la primera mitad, en la que el Valencia empezó a tocar rebasados los primeros 25 minutos, aunque sin peligro ante el marco de Ricardo.

El equipo de Unai Emery empezó a adueñarse del balón en la segunda parte del primer periodo. Aprovechó el bajón local para mover el esférico y abrir el campo, pero le faltó verticalidad y no encontró portería en disparos muy altos de Joaquín y Albelda, y un disparo flojo de Jonas no supuso ningún apuro para Ricardo.

El Valencia comenzó la segunda mitad con intención de ejercer de dominador, pero curiosamente su mejor ocasión llegó en un contragolpe. Joaquín, tras recibir de Soldado, disparó fuera. Dos minutos después, marcó Osasuna. Puñal recuperó un balón tirándose al césped y el disparo con la zurda de Cejudo pegó en la espalda de Stankevicius para desviar la trayectoria del balón y alojarse en la red de Guaita.