Como Pippen para Jordan
Baloncesto l NBA
Pau Gasol alcanza una nueva dimensión en la Liga con unos Lakers que sólo conocen la victoria con él esta temporada · El de Sant Boi, más maduro, fuerte e inteligente, se convierte en indispensable para Kobe Bryant
¿Quién dijo que Pau Gasol había tocado techo tras ser el primer español en ganar un anillo de la NBA? Que no tenía más reto por delante que intentar repetir como el trámite que experimenta cualquier campeón. Pues nada más lejos de la realidad. Relacionar conformismo con el vigente campeón mundial y de Europa suele llevar al error en un 101 por ciento. Pau se reiventa de forma inimaginable y en Los Ángeles ya es algo más que el segundo de Kobe Bryant. Se ha constituido en el yang del yin de los campeones y amenaza con ser el Scottie Pippen de lo más parecido a Michael Jordan que hoy en día vive el baloncesto de este planeta.
Kobe Bryant empieza a alcanzar otra dimensión. Su cuarto anillo, de la mano de Pau, fue su gran anillo, la piedra angular que abría un nuevo universo de posibilidades. Y todo gracias al de Sant Boi, a un jugador de una inteligencia extraordinaria forrado por un musculoso cuerpo que poco tiene que ver con el larguirucho que desembarcó en Memphis hace nueve años. Gasol protagoniza un arranque de temporada brutal. No ha dado tregua a las lenguas viperinas que rajaron de su lesión de espalda y de su patriotismo por aumentar la leyenda de la Roja. Todo, papel mojado ante un regreso inmaculado, casi redentor.
Con Pau Gasol en activo los Lakers sólo conocen la victoria este curso. Cuando el español recibió el alta los de oro y púrpura marchaban con un balance de 8-3. Ahora reflejan un 18-3 y se han erigido en el mejor equipo de la Liga (Boston ostenta un 18-4). Los Lakers han dejado atrás un titubeante inicio para volver a infudir terror con la inclusión del catalán en su jerarquía.
17'8 puntos, 10'7 rebotes, 4 asistencias, 1'3 tapones, 58 por ciento en tiros de campo, 91por ciento en ¡tiros libres!... los números de Pau y su eficiencia asustan. Son dignas de una megaestrella que además hace labor de equipo. Gasol es el único que promedia dobles figuras en los Lakers y lo que es más significativo cuenta con el beneplácito total del maestro zen Phil Jackson. "La gente no sabe lo bueno que es Pau", deslizó hace unos días el entrenador de la franquicia californiana.
Jackson, pleno de sabiduría, es consciente de que sobre los hombros de Gasol y Bryant puede volver a construir una dinastía equiparable a la que tuvo en Chicago en los noventa. Esos Bulls de Jordan, Pippen, Rodman, Harper, Kukoc... esos seis anillos en dos ciclos con la interrupción entre medio de los Rockets de Olajuwon y Drexler.
Bryant, Bynum, Odom, Fisher y ahora también Ron Artest. Todos carburan mejor con la Gasolina del español, que va camino de repetir presencia en el All star. No hay un solo técnico que no lo quiera en su equipo, pero Pau también cala ya entre los fans de los Estados Unidos. En el primer barrido de las votaciones el catalán aparece como el tercer forward (un 3-4 en la NBA) más votado del Oeste, sólo superado por Carmelo Anthony y Dirk Nowiztki.
El juego del ala-pívot de Sant Boi ha crecido y evolucionado hacia la defensa especialmente. Gasol mantiene su efectividad y conceptos de ataque, pero ahora ha impuesto su largos brazos en la zona y se arremanga ante los mejores pívots del campeonato. La exhibición ante Superman Howard -el mejor pívot de la Liga- en las Finals tapó cientos de bocas. Pau defiende como nunca y deja muescas como el rércord personal de rebotes que logró la pasada madrugada del viernes al sábado: 20 capturas ante los Timberwolves.
Hoy domingo los Lakers visitan Utah y después afrontan su primera gran gira por el Este. El duro invierno pondrá a prueba a los campeones en la carretera, en territorio comanche después de haber jugado un gran número de partidos bajo el cobijo del Staples Center. Kobe Bryant se fracturó parte del dedo índice de la mano derecha en el último encuentro, aunque afirmó que seguirá jugando con una protección y que adaptará su tiro si es preciso. A su lado, su lugarteniente tendrá que tirar de galones en canchas muy hostiles como Cleveland, Orlando, Boston... ser el jefe cuando lo exija la situación, como Pippen hacía para Jordan.
No hay comentarios