Joan Francesc Ferrer 'Rubi' regresa al lugar donde despuntó como técnico profesional y lo hace con la intención que dejó el mal sabor de boca del play-off de ascenso del curso pasado, cuando el Girona de Francisco eliminó a las primeras de cambio a los rojiblancos. A las órdenes de Míchel el cuadro catalán todavía no ha encontrado su mejor juego este curso y Rubi a priori apuesta por mantener el bloque de las dos últimas victorias sin descartar algún retoque ahora que vuelve a disponer de Akieme. 

¿Cómo se encuentran Villar, Akieme o Carriço tras superar sus lesiones?

"Todo están aptos para poder participar, la única baja es la de Buñuel. Juan Villar cada semana nota esa mejoría de ir a más porque lo de Akieme era menos cosa. En el momento que los jugadores están disponibles, siempre pueden tener minutos. Tras decir la alineación los cambios se desarrollan conforme respira el partido. Los disponibles poder, pueden".

¿Alguna particularidad de haber tenido tanto tiempo para preparar el partido?

"Jugamos mucho viernes y lunes, pero le buscamos la parte buena. Esta vez hemos tenido más tiempo para trabajar y recuperar jugadores. Es nuestra profesión y se acepta con naturalidad".

¿Hay ánimo de revancha por la eliminación del curso pasado en el play-off a manos del Girona?

"En el Girona hice en su momento la mejor temporada de su historia. Ha llovido mucho, pero hay gente que trabaja ahí a la que le tenemos cierta estima, pero nada más. El año pasado nos eliminaron del ascenso e iremos a ganar para seguir como estamos. Tenemos que enfocar el partido para lucharlo y pelearlo al máximo, pero no porque tengamos dolor de lo que pasó. No estuvimos nada bien en la salida al campo y debe servirnos de aprendizaje, pero sin más".

¿Tiene previsto mantener el bloque de las dos últimas jornadas?

"Hay partidos en los que das prioridad a la continuidad y otros que requieren hacer retoques por la igualdad de la plantilla. Los cambios nunca van a ser un capricho. Le doy importancia que al jugador que entre en el once se quiera quedar. Si repetimos, no va a ser repetir por repetir. Y si se hace un cambio tendrá algún sentido".

Rubi: "Nos hace muy felices lo de los abonados. En el vestuario lo hemos comentado al ver que se han hecho más de 900 nuevos"

¿Qué le parece que se hayan rebasado ya los 9.000 abonados?

"Nos hace muy felices lo de los abonados. En el vestuario lo hemos comentado y hemos visto que se han hecho más de 900 nuevos. Esperamos que se siga sumando más gente porque nos ayuda mucho en los partidos".

Parece que el vestuario va madurando...

"En el vestuario siempre hay cosas, pero la afición ve y valora que vamos todos a una y parece que se está generando un ambiente que hay que ser prudentes porque queda mucho, pero ojalá que sea para que explote".

¿El partido de El Toralín supuso un punto de inflexión?

"El partido de Ponferrada parece que marcó mucho, pero sabíamos de la dificultad de ganar allí. Hicimos cosas muy mejorables, pero como ante el Tenerife. Variamos la alineación, pero es imposible que gane todos los partidos seguidos. Hay cosas que se detectan en la semana. Los cambios dieron muchos frutos y ojalá sigan dándolos. Pero en Cartagena el once era distinto y también funcionó porque la plantilla tiene mucha variedad. Van a pasar muchas cosas a lo largo de la temporada".

"Míchel inculca a sus equipos creación y elaboración; Francisco es más táctico"

¿Queda cierto temor después de los dos traspiés a domicilio?

"Somos ambiciosos, pero también realistas. Soy exjugador y llevo muchos años entrenando, que el equipo siempre juegue bien no existe. Lo que se ha visto fuera de casa es que en un par de días no estuvimos bien, pero en uno jugamos más de 70 minutos con un jugador menos".

¿Qué diferencias hay entre el Girona de Francisco y este nuevo de Míchel?

"Francisco y Míchel están muy consagrados y cada uno tiene una idea de juego diferente y válida que ambos saben trabajar. Míchel intenta inculcar equipos creativos y elaborativos y es el que tiene más ascensos en los 4 últimos años. Francisco es un perfil más táctico. Míchel necesita tiempo al igual que yo lo necesité cuando llegué el año pasado".