Fueron dos de los pilares en el Almería del ascenso. Y fueron indiscutibles en el arranque liguero. Sin embargo, Samu Costa y Largie Ramazani han quedado relegados a un segundo plano precisamente en el resurgir del Almería. Tras la debacle frente en Bilbao, Rubi agitó el once, apostando definitivamente por un 1-4-1-4-1 que ha aportado más equilibrio al Almería. Jugándosela ante el Rayo, el técnico de Vilasar de Mar introdujo las novedades de Melero, Baptistao, Embarba y Touré.

Los anteriores han sido nombres propios de las dos últimas victorias y dando la sensación de que serán pilares durante toda la temporada. En el banquillo se quedaron Kaiky, Samu, Ramazani y Vinicius, que no han vuelto a ser de la partida desde entonces, a excepción del belga, que actuó en Sevilla debido a la ausencia del sancionado Embarba. Destaca el caso del propio Ramazani y de Samu, restando por ver cómo llevan su nuevo rol.

En el caso del extremo, tanto en el Benito Villamarín como frente al Girona ha aportado su desborde y verticalidad, montando las contras, pero fallando en el gol. Esta misma semana compareció para los medios del club y se quitó la presión diciendo que no era la estrella del Almería al ser un deporte colectivo. Eso sí, desde la suplencia ante el Rayo ha creado peligro, pero no ha estado acertado en la zona de finalización.

Samu Costa, por su parte, está mostrando un nivel impropio de él. Su entrada al verde está coincidiendo con la salida de Melero, notando su equipo un bajón en el rendimiento. El portugués fue, tras Pozo, el pasado curso el segundo jugador de campo más utilizado de inicio por Rubi, y el tercero con más minutos, después del sevillano y Babic. Fernando, Ely, el propio Babic y Akieme son los únicos que han jugado todo hasta el momento.