Esgrima

Tardes de espada y florete

  • La esgrima almeriense quiere retomar su progresión y volver a ser cantera de grandes tiradores

  • Regresan las exhibiciones en los colegios

Un grupo de jóvenes deportistas del Club ‘Sé Esgrima’ en una jornada de competición.

Un grupo de jóvenes deportistas del Club ‘Sé Esgrima’ en una jornada de competición.

La sociedad poco a poco le va ganando el asalto a la pandemia. La COVID-19 está tocada, pero todavía hay que mantenerse en guardia porque va a lanzar algún ataque que hay que saber repeler con astucia. Han sido dos años muy duros a todas las escalas, que hay que ir superando y fijar ya la vista en el futuro.

Eso es lo que hace el Club Sé Esgrima, el principal referente provincial de este deporte. Como tantos, las cinco olas de contagios sufridos le han hecho perder a sus deportistas más fieles, por el lógico miedo que se instaló en las familias. Sin tiempo para lamentos, José Francisco Guerra y su grupo se ha puesto a trabajar. No ha habido derrota, han sido dos años de combates nulos en los que se ha aprendido cómo combatir a este virus armas en mano y a través de su característica máscara.

“Han sido dos años muy complicados. En 202 nos cerraron y en 2021 no pudimos hacer promoción en los colegios, con lo que se perdieron muchos alumnos. Ha sido horrible la verdad”, reconoce el presidente y director técnico del club que mira con optimismo a la nueva temporada: “Parece que la gente está algo más abierta últimamente. Nosotros también ejecutamos un protocolo de prevención que aprobó en su momento el Ayuntamiento”.

Con toda la ilusión y sumo cuidado, Sé Esgrima vuelve a los coles a la busca y captura de deportistas. Al final, la esgrima en Almería se ha ido surtiendo de jóvenes que se han enamorado de este deporte viéndolo en directo. “Las promociones las hacemos en las clases de gimnasia para que los alumnos puedan participar en la exhibición y probar cómo es este gran deporte. También les damos información y a los más pequeños [5,6 y 7 años] les hacemos un cuentacuentos basado en este deporte”, explica Guerra que comenzó la temporada hace una semana con un grupo de unos treinta deportistas en el Palacio de los Juegos Mediterráneos.

Además de ser un deporte, con toda la carga física que conlleva, y la plasticidad que ofrecen las imágenes en plena competición, la esgrima también es una escuela de valores. José Francisco hace un muy buen símil para explicar que ser un especialista con la espada no está peleado con una buena educación. “La esgrima te aporta agilidad, concentración, te ayuda a desarrollar estrategias y tácticas... Es como jugar al ajedrez, pero en movimiento. Físicamente desarrollas la musculatura corporal, mejoras la coordinación y tu velocidad. Es uno de los deportes más completos que existen hoy por hoy”, indica orgulloso a la par que indica que en el club trabajan con espada y florete, pero no con sable [en la esgrima se puede competir con cualquiera de las tres armas].

Jornada de entrenamiento. Jornada de entrenamiento.

Jornada de entrenamiento.

Son cinco años los que José Francisco lleva entrenando en Almería y hasta antes de la pandemia, pudo comprobar el gran nivel que había en esta provincia, principalmente con la espada. “Se ganaron todos los títulos posibles en todas las categorías. Con florete, los alumnos que tengo dominan en M-11, M-13 y M-15”. Tiradores como Rubén y Héctor Rubia, José Bernal, Hugo Ortiz, Óscar Castillo, Izán García, Pablo Oliveira, Benjamín Handwarck, Fernando Jiménez, Olga Antolínez o Dolores Rodríguez pronto auparán nuevamente a la esgrima almeriense al puesto nacional que se merecen: “Queremos hacer un buen papel en los campeonatos y ránking autonómicos en los que participemos. Además, nuestra intención también es la de estar en los Campeonatos de España”, para lo que hay que volver a entrar en la pista con la guardia bien alta, la espada calibrada y la actitud que siempre tienen los jóvenes campeones.

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