Voleibol

Unicaja se queda a las puertas del título copero

  • Los ahorradores forzaron el 'tie break', levantaron una bola de partido y tuvieron ataque para haber levantado la que dio la Copa a Teruel

Boqueo ahorrador.

Boqueo ahorrador.

Si las dos palabras de Jesulín de Ubrique eran im... presionante, la que se puede usar para definir el estado anímico en el que se quedaron jugadores, cuerpo técnico, directiva y aficionados de Unicaja Almería era lástima. Lástima porque los verdes hicieron todo para haber ganado, lástima porque con un voleibol de altísima altura enfrente hubo un rival que jugó también balones de muchísimos quilates, lástima porque se acarició el empate en el tie break y los verdes se hubieran crecido de haber levantado tres bolas de partido.

Esto es el deporte, no existe el condicional, sólo aceptar lo ocurrido. Teruel y Unicaja Almería honraron al voleibol, demostraron que este deporte poco a poco está resurgiendo de unas cenizas en las que por desgracia se ahogó por culpa de la crisis. Son muchos equipos los que se han quedado atrás, muchas aficiones que ya no tienen referentes, muchos pabellones en los que no se levanta la red. Este triste pasado poco a poco se va quedando atrás, gracias entre otras cosas a la magnífica apuesta que realizan temporada tras temporada los aragoneses y los almerienses. Son los dos tiranos de la Superliga Masculina, un poco más lauredados en los últimos años los naranjas, pero con su hambre de conquistar títulos y de reinar en el voleibol nacional, vuelven a enganchar a la gente.

La final de esta Copa del Rey disputada en Son Moix, precisamente la cancha de un histórico como Palma que sufrió con la crisis y con la falta de un mecenas que apostara de verdad como años atrás cuando estaba Son Amar, fue un canto al deporte. Entrega, sacrifico, calidad, actitud, aptitud... y todos los valores que se le quieran poner a un grupo de profesionales que lo dieron todo por conseguir el título. Cayó para el lado aragonés y no se puede decir que fuera injusto, pero los méritos de Unicaja fueron exactamente los mismos, lo que dibujaron una final preciosa de ver para el espectador neutral. De hecho, en sus opiniones en las redes se pueden leer piropos para los dos conjuntos.

Ataque verde. Ataque verde.

Ataque verde.

El marcador así lo demuestra. ‘Tie break’ para decantar el partido y prácticamente la misma cantidad de puntos para ambos bandos. Es decir, que ninguno de los dos dio en ningún momento un set por perdido y se disputó cada balón como si fuera el último. Que Teruel ganan la primera manga, Unicaja la segunda; que los naranjas volvían a reaccionar en el tercero y se ponían en ventaja, los verdes empujaban en el cuarto y llevaban el partido a la muerte súbita. Quince puntos por delante (exactamente 28) para subir al primer puesto del cajón copero.

En un ‘tie break’ todo influye: desde la fortuna de un saque que toca la red y cambia la posesión, hasta el cansancio acumulado que se incrementa cuando hay que jugarse los balones definitivos. Hasta el punto 10, el set era un toma y daca de ambos conjuntos. Teruel iba por delante, pero los almerienses llevaban su rotación controlada para aprovechar su potencia rematadora. Kukartsev, de hecho, fue el máximo anotador con mucha distancia de una final en la que no fue designado MVP, posiblemente la decisión más injusta que se tomó anoche.

La final se decanta por detalles

A partir del décimo punto, todo se iba a torcer para los verdes. Primero con ese balón al saque, en el que la finta le puso la final muy de cara a Teruel. Le tocaba arriesgar a Unicaja para deshacer la pequeña pero importante ventaja naranja, y el nerviosismo pasó factura. Dos saques seguidos fallados y una ventaja de 14-11 que ya parecía insalsable.

Los almerienses siempre tienen una vida más, es un instinto de campeón que si te coge confiado, te levanta una situación agónica. A punto estuvo. Fran Iribarne hizo lo que tenía que hacer, poner dos saques complicados en pista. El primero lo defendió con garra Unicaja, el segundo hizo lo propio y se ganó el derecho a un ataque para empatar el quinto set. Sin embargo, Teruel también tiene el gen ganador y fue capaz de bloquear. Una lástima, desilusión, tristeza y alguna lágrima que otra. Hoy todavía dura la decepción, mañana hay que saber que por delante quedan dos títulos por los que pelear.

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