Certamen Jóvenes Artistas Realistas Españoles
Un bombo que ya suena en las entrañas de Sudáfrica
El archiconocido Manolo el del bombo ya tiene los billetes sacados para estar en verano con España · El pasado domingo se fotografió con decenas de almerienses
Manuel Cáceres Artesero podría ser uno más de los miles de aficionados que se ilusionan con la Selección cada vez que llega un Mundial o una Eurocopa. Sin embargo, su bombo lo hizo famoso. De hecho, ya es el bombo de España, el bombo de Manolo. Su peculiar historia personal lo han llevado a ser una de las personas más queridas de todo el balompié nacional. Calzado con una camiseta de la Selección con el número 12 [por aquello del jugador número 12], su particular boina y su inseparable amigo de fatigas, su bombo, este ciudarrealense afincado en Valencia es el que verdaderamente tira del carro de España, de la Selección, de la Roja.
Manolo, de 61 años, abandonó su Ciudad Real natal para marcharse a Huesca, donde comenzó a animar con un bombo al equipo de su pueblo, al Zaragoza, al Madrid, al Barcelona... "hasta que comencé a hacerlo también con España. Todo el mundo me decía que estaba loco porque sacrifiqué mi vida por el fútbol", recuerda desde detrás de la barra de su museo donde sirve la mejor paella y los calamares más frescos de toda Valencia.
Manolo se ha convertido en un ídolo para todos los amantes del fútbol español. Ha estado en siete Mundiales, cinco Eurocopas y se perdió la pasada Copa Confederaciones por una operación de hernia. Su día más glorioso como aficionado fue el 29 de junio de 2008, momento en el que España alzó su segunda Eurocopa en Viena. También guarda con especial cariño una final de Copa del Rey entre Madrid y Barcelona en La Romareda, cuando le entregó una placa al Rey don Juan Carlos en nombre de todos los españoles.
Antes de comenzar a hacer las maletas para marcharse hacia Sudáfrica, Manolo recibió el pasado domingo en su museo a decenas de aficionados almerienses, como hace cada fin de semana que Mestalla vive una tarde de fútbol. La gente lo quiere y él lo sabe. Manolo disfruta echándose fotos con los hinchas que cada dos fin de semanas observan atónitos las decenas de bufandas y los centenares de imágenes con las que tiene decoradas su negocio. "¿Puedo echarme una foto contigo?", le preguntó un niño. "¡Por supuesto!", fue su respuesta mientras cogía una bufanda de la Unión. "Me lo pasé muy bien con la gente de Almería. Algunos ya habían venido entemporadas anteriores y volvieron para visitarme. La lástima es que hizo un mal día y no pudieron disfrutar todo lo que ellos hubieran querido", dice Manolo mientras hace un pequeño paréntesis antes de proseguir: "Me llena mucho el cariño de la gente y les estoy muy agradecido a todos. ¡Hasta los aficionados extranjeros disfrutan conmigo! Pero yo soy un simple trabajador más", explica con humildad el jugador número 12 de la Selección Española.
Como no podía ser de otra manera, Manolo comparte el sueño de toda España: alzarse con la Copa del Mundo el próximo mes de julio. ¿Difícil? Soñar es gratis. "Del Bosque va a tener problemas para seleccionar a tan sólo 23 jugadores. Tengo mucha ilusión por este Mundial, pero sé que cualquier selección nos puede hacer daño", analizó.
Finalmente, como Manolo es una de las personas más peculiares de este país, la falta de cariño del Valencia Club de Fútbol le ha obligado a no pisar Mestalla desde hace varios años. "En la final de Champions que jugamos ante el Bayern de Munich, invité a cinco músicos. Tenía tres entradas y me faltaban dos. Se las pedí al presidente y me las vendió por 20.000 pesetas. Me pareció un detalle feo y desde entonces no he vuelto al campo", sentenció.
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