Lo evidente no se puede refutar

Francisco afrontó la comparecencia de prensa con pocos asideros a los que poder aferrarse para encontrar algo positivo.

La evidencia es difícil de refutar y el técnico rojiblanco reconoció la superioridad mostrada por el Sevilla: "La sensación ha sido querer y no poder, el equipo siempre quiere, pero no hemos podido. No hemos tenido la valentía de otras veces de jugarnos duelos en el uno contra uno. El rival nos ha superado anulando nuestro juego ofensivo y arriba tenía gente vertical y rápida que nos ha superado. La derrota es dolorosa como lo fue la semana pasada y porque es en casa, donde llevábamos una dinámica buena, pero ellos nos superaron en la primera parte desactivando nuestro juego ofensivo, han defendido para luego atacar con mucha calidad".

El preparador almeriense, que mamó las tácticas de Emery como jugador, admitía que los resultados de la jornada incomodan, pero advierte de que el equipo no va a bajar los brazos a estas alturas: "Los resultados son incómodos, pero no nos asustan porque desde la primera jornada de Liga estamos envueltos en esta situación y somos responsables. Hemos vivido situaciones peores. El Valladolid vivía una fiesta por tener 26 puntos y nosotros ya los tenemos. Cuando nos caemos, nos levantamos más rápido y hay que pensar ya en el partido de Vallecas".

Cuando al equipo propio no le sale nada y el adversario lo clava todo es difícil reaccionar: "Estamos en descenso, pero muy fuertes y sabemos lo que nos espera hasta el final porque somos realistas. Nadie nos va a echar por tierra todo el trabajo realizado. El vestuario está jodido porque teníamos la ilusión de puntuar ante un muy buen equipo, pero también está unido y es consciente de lo que se juega el club y la ciudad. Esperemos lograr un buen resultado en Madrid".