Fútbol
  • El técnico almeriense señala que "si tú quieres hacer equipos competitivos tienes que tener una inversión detrás fuerte", destacándolo como uno de los grandes motivos para la escasa presencia de equipos de la provincia en categoría nacional

  • "Sí mantengo la ilusión, por qué no, de algún día estar en mi tierra", manifiesta sobre la posibilidad en un futuro de poder dirigir a algún equipo de la provincia

  • Pasados meses de su destitución en el UCAM Murcia, asegura que "tiene la sensación de ni siquiera haber estado porque fue tan poco el tiempo en el que estuvo"

  • Molo: "La destitución del UCAM fue totalmente inesperada"

Molo: "En Almería estamos en un momento en el que hay falta de recursos"

El técnico almeriense posa para 'Diario de Almería' en el Puerto Deportivo de Aguadulce. El técnico almeriense posa para 'Diario de Almería' en el Puerto Deportivo de Aguadulce.

El técnico almeriense posa para 'Diario de Almería' en el Puerto Deportivo de Aguadulce. / Javier Alonso (Roquetas de Mar)

Escrito por

Rubén Rozas

Manuel Jesús Casas García (Almería, 1985), más conocido como 'Molo', lleva sin equipo más de seis meses desde que en octubre del pasado año fuera destituido del UCAM Murcia. Con apenas cinco jornadas disputadas, el técnico almeriense veía como perdía su puesto incluso con mayor rapidez que el curso pasado cuando Alfonso García, quien fuera presidente de la UD Almería, lo cesara en el Águilas con tan solo diez fechas del campeonato superadas y estando a un punto del play off de ascenso a Primera RFEF. Con la temporada ya llegando a su fin y con el comienzo de la próxima más cercano, el entrenador indálico espera con ilusión la nueva campaña en la que empezar un nuevo proyecto.

-¿Cómo está llevando este fin de temporada sin poder entrenar?

Ya que se acerca el final de la temporada ya más ilusionados. Ilusionados con el hecho de poder estar otra vez en la palestra para coger algún proyecto y por lo menos no tener la normativa esa de no poder entrenar como hemos estado todo el año que al final te genera estar un poco incómodo, el saber que aunque haya un equipo que pueda estar interesado en tus servicios no poder entrenar, así que en estas últimas semanas ya más ilusionados porque esto ya se acaba y pues esperanzados en lo que pueda venir.

-¿Qué ha estado haciendo durante estos meses sin equipo?

Es complicado, la verdad que es muy complicado, pero he disfrutado mucho de mi familia que llevo al final cerca de 20 años en esta profesión, primero como futbolista y luego como entrenador, y la verdad que el poder disfrutar de ellos también es importante. Y luego a nivel laboral uno hace lo que puede. ¿Y qué es lo que qué es lo que podemos hacer? Seguir formándonos, estudiando un máster en Big Data deportivo, he estado también generando contenido para una página web a nivel táctico, hemos estado tanto yo como mi segundo entrenador siguiendo prácticamente semana a semana todos los equipos, todos los jugadores que nos pueden llegar a interesar en un futuro. Y al final viajando mucho, viendo otras metodologías de entrenamiento. Por ejemplo estuve una semana en Leganés, estuvo otra semana el Levante de Calleja. De alguna manera aprovechando ese tiempo para seguir al pie del cañón con toda la actualidad de nuestras categorías y luego analizando todo lo que hemos hecho e intentando mejorar de cara al futuro.

-Mantiene a su cuerpo técnico.

Jorge ha echado una mano porque se lo pidieron, pero ahora mismo tanto Jorge como yo somos el cuerpo técnico porque al final en Segunda RFEF, Primera RFEF, muchas veces tu cuerpo técnico se reduce a tu segundo entrenador. Hay pocos sitios en los que a lo mejor te dejan llevar a un preparador físico, así que la idea es seguir con Jorge y en función del proyecto ya te dejan llevar a un mayor número o menor de efectivos a nivel de cuerpo técnico y en ese sentido tenemos también gente preparada que que nos puede acompañar en el viaje.

-Ahora con el final de temporada será cuando se estén presentando más proyectos.

Ahora son semanas importantes porque los equipos están terminando sus temporadas, se está analizando lo que ha pasado, lo que van a hacer de cara al futuro y en esas futuras planificaciones entramos nosotros si puede ser. Es cierto que es complicado porque al final hay mucha competencia y muchos entrenadores, y no es fácil que te den un proyecto. Nosotros hemos tenido la suerte de estos últimos cuatro años de empezar siempre proyectos desde julio. Estaremos atentos a ver si podemos empezarlo ahora en julio y si no estar atentos a esos cambios de banquillo que hay durante el año que se abran posibilidades.

Molo sonríe para la cámara de Diario de Almería en las inmediaciones del Puerto Deportivo de Aguadulce. Molo sonríe para la cámara de Diario de Almería en las inmediaciones del Puerto Deportivo de Aguadulce.

Molo sonríe para la cámara de Diario de Almería en las inmediaciones del Puerto Deportivo de Aguadulce. / Javier Alonso (Aguadulce)

-¿No hay un proyecto demasiado avanzado todavía?

No, a día de hoy hay lo típico, conversaciones, alguna llamada para conocer mi situación, pero ahora mismo nosotros venimos de un año complicado y hay que ser honestos y no pasa nada por decirlo. Seguramente tengamos complicado el hecho de poder empezar. Es cierto que ha habido contactos con ciertos equipos, pero nada para concretar. Yo soy optimista con que podamos tener un proyecto, pero también tengo la sensación de que venimos de un año complicado, una destitución muy temprana y que seguramente también pueda pasar factura. Pero independientemente de si tenemos proyecto ahora o si hay que esperar un poquito más adelante estaremos preparados para cuando nos venga y súper ilusionados y que por lo menos ya estamos en disposición de poder entrar a algún proyecto que eso ya es mucho. Por ejemplo, hace diez o doce jornadas un equipo de Primera RFEF nos llamó porque ellos creían que al ser de superior categoría podíamos entrenar y el Comité de Entrenadores nos lo denegó por el hecho de la normativa que hay. Estamos ya ahí, en es palestra y aprovechar todo este tiempo que hemos tenido para reflexionar, para formarnos y tenemos muchas ilusiones y mucha fuerza para lo que nos venga.

-Siendo de Almería, ¿le gustaría en un futuro, más o menos lejano, acabar entrenando a algún equipo de la provincia?

Me fui muy jovencito de Almería, me fui con 19 años a Figueres, luego estuve en Villareal, Osasuna y es verdad que tuve una experiencia en El Ejido como jugador en mi ultimo año. Pero digamos que que me he tirado cerca de 18 años fuera de mi tierra. Entonces, es verdad que siendo de aquí, sintiéndome muy integrado con mi ciudad, sintiéndome muy orgulloso de mi ciudad digamos que una vez que vives fuera en tantas ciudades te das cuentas de lo que tenemos aquí. Sí es cierto que no ha habido muchas posibilidades hasta día de hoy de poder coger equipos por la zona o cuando era jugador, quitando esa breve etapa en El Ejido, de poder. Al final el fútbol en Almería está como está. Hay pocos clubes, por ejemplo tú te vas a la Región de Murcia y hay un equipo en Primera RFEF, cuatro o cinco equipos en Segunda RFEF. Es decir, aquí, quitando el hecho de El Ejido que estaba en Segunda RFEF y que hemos tenido la desgracia de que ha descendido y el Almería, que al final está en Primera División y estamos hablando de cotas mayores, tampoco hay muchas opciones. Pero sí mantengo la ilusión, por qué no, de algún día estar en mi tierra. Al final yo salí de la Unión Deportiva Almería, que fue donde donde debuté en Segunda y me invitó a ser futbolista profesional y de ahí todo lo que he hecho después. Estoy abierto a todo y por qué no en un futuro tanto próximo como lejano poder estar por aquí. Todas esas experiencia que he ido acumulando tantos años en Osasuna, en Villarreal, en todas las canteras que he estado y en todos los clubes que he estado poder aplicarlo aquí.

-¿Por qué cree que hay tan pocos equipos compitiendo a nivel nacional en la provincia?

Falta de inversión. Esto es así al final si tú quieres hacer equipos competitivos tienes que tener una inversión detrás fuerte y el Polideportivo Almería es un equipo de sus socios que a nivel de inversión es un milagro lo que hacen, porque es un milagro el hecho de que hayan ascendido a Tercera y con muy pocos recursos. El Poli El Ejido todos sabemos todos los problemas que habido económicos, que seguramente han podido llegar a influir en ese descenso de categoría y al final te vas a otras ciudades, a Málaga sin ir más lejos o a Murcia, que son las más cercanas y hay mucha inversión en equipos, hay gente que apuesta por el fútbol de la región y en ese caso en Almería hace unos años sí tuvimos más representantes en Segunda B. Estaba el Roquetas, estaba Almería B, estaba el Poli Ejido, estaba el Comarca de Níjar en su día, hace ya muchos años, pero era un equipo súper fuerte en Tercera División. Lo llevo un poco a la falta de inversión que hay. Yo creo que al final en el fútbol es necesario tener recursos para poder crecer y ahora mismo en Almería estamos en un momento en el que hay falta de recursos en ese sentido. Es una pena porque es una ciudad que siempre ha dado buenos jugadores y al final también el que no haya tantos equipos en categoría nacional dificulta la progresión de esos jugadores de la casa, que les cuesta salir fuera y poder exponerse, pero esperamos que en un futuro podamos retomar y que haya clubes que tengan la capacidad de tirar para arriba, pero es cierto que ahora mismo la cosa esta cómo está.

"Llevo ya cuatro años entrenando, pero antes de esto me he tirado 16, 17 años como futbolista y es el club que menos tiempo he estado de todos"

-¿Es de los que sigue mucho a su último equipo?

Lo que me pasa con UCAM no me había pasado nunca y es que tengo la sensación de ni siquiera haber estado. Fue tan poco el tiempo en el que estuvimos, fueron cinco jornadas de liga y lo veía tan lejano porque fue en octubre. Tengo una sensación rara. Llevo ya cuatro años entrenando, pero antes de esto me he tirado 16, 17 años como futbolista y es el club que menos tiempo he estado de todos en toda mi vida. Entonces al final no tienes es apego que puedes tener cuando tú llevas un tiempo trabajando por una entidad. Evidentemente estoy siguiendo la actualidad del UCAM, pero como sigo la actualidad de todos los grupos de Segunda RFEF porque es lo que me toca. Si mañana me llama un club para una entrevista y para ofrecerme un proyecto yo tengo que estar al día de todo lo que ha pasado, de todos los jugadores y evidentemente ver como le está yendo. Pero la sensación que tengo con UCAM es esa, la veo ya como algo que sucedió muy lejano porque fue hace ya tiempo, es que han pasado ya muchos meses. Y la sensación de estar tan poco tiempo que no tengo sensación ni siquiera de haber estado.

-¿Se cambia en España de entrenador con suma facilidad?

A nivel de destituciones es un poco la identidad que hay en España. Ayer destituyeron a Óscar Cano en el Deportivo de La Coruña, creo que en Primera RFEF ha habido 37 o 38 destituciones de 40 banquillos. Es una auténtica barbaridad y en Segunda RFEF más de lo mismo no, no tanto como en Primera RFEF porque la Primera RFEF ha sido lo nunca visto, pero es que el año pasado fue algo parecido. ¿Qué quiere decir esto? Que lo normal cuando empiezas en un banquillo es que destituyan, con los datos, al final tenemos que verlo como algo natural dentro de nuestra profesión, pero es una pena porque en el mundo del entrenador si hay una cosa que es innegociable para que las cosas salgan bien es el tiempo. Y en ese sentido, aquí en España, el tiempo es un bien poco preciado para los dirigentes con respecto a sus entrenadores, con lo que bueno, solamente cabe el hecho de ser consciente de lo que nos dedicamos. Y en ese sentido intentar en un futuro, ya hablo en mi caso, en vez de planificar muy a largo plazo, tener ese equilibrio, no del largo plazo que es tan necesario para construir algo importante con ese equilibrio de la inmediatez que en el fútbol hoy en día es algo imprescindible para poder seguir en tu puesto con lo que es algo insisto típico en el fútbol español y tenemos que asumirlo y tenemos que adaptarnos a ello.

-¿Falta paciencia en el fútbol?

Más que paciencia yo creo que es desconocimiento, sinceramente y en ese sentido las propiedades, los dirigentes, quieren resultados muy inmediatos. Yo siempre digo una cosa al principio de temporada en todos los clubes en los que he estado y es que el objetivo se consigue en mayo, no se consigue en septiembre, en octubre y en noviembre. Y hay muchos ejemplos. El Amorebieta en la jornada 7 iba último, llevaba 5 puntos en Primera RFEF. Cree en el proyecto, creen en el tiempo que tenga el entrenador y resulta que el Amorebieta está a un partido de ascender a Segunda División. Son maneras de dirigir un club y luego hay clubes que están más arraigados a destituciones y otros que no. Por ejemplo, el UCAM en los últimos no sé, hablo sin saber, pero quiero que los últimos seis o siete años ha habido cerca de 15 destituciones. Creo que más que falta de paciencia, que también, es falta de desconocimiento, de ser conscientes de la dificultad, que al final esto es un juego en el que te enfrentas a equipos que están igualmente preparados que tú y que visto lo visto, los equipos que tienen paciencia están teniendo éxito. El año pasado, sin ir más lejos, el Eldense también empezó muy mal, el Real Murcia hubo momentos en que quería echar a su entrenador el Intercity recuerdo el año pasado porque yo estaba en el Águilas en las primeros cinco jornadas estaban en descenso y son equipos que mantienen a su entrenador y luego consiguen el ascenso a Primera RFEF. Es parte del fútbol y sobre todo es parte del fútbol en España, por lo que los entrenadores tenemos dos opciones, o lamentarnos o adaptarnos, y tenemos que adaptarnos, tenemos que intentar encontrar ese equilibrio entre los procesos a largo plazo que son tan importantes para formar algo realmente fuerte y la inmediatez y a instalarte un poco de también entrenar en España. Vamos a intentar del siguiente proyecto poder combinar esas dos patas del banco que son tan importantes.

Molo trata de darle de cabeza al balón durante un partido ante el Atlético Sanluqueño en su etapa de jugador del ahora llamado Poli El Ejido. Molo trata de darle de cabeza al balón durante un partido ante el Atlético Sanluqueño en su etapa de jugador del ahora llamado Poli El Ejido.

Molo trata de darle de cabeza al balón durante un partido ante el Atlético Sanluqueño en su etapa de jugador del ahora llamado Poli El Ejido. / Javier Alonso (El Ejido)

-¿Cómo recuerda su paso de jugador a futbolista en un plazo tan corto de tiempo?

A mí me tocó cambiar de jugador a entrenador en cuestión de días porque yo anuncié mi retirada y justamente al día siguiente anuncié mi fichaje por el Lleida como entrenador. Digamos que fue una transición muy dulce, porque a mí me apasiona este deporte, a mí me apasiona el césped y yo tuve que dejarlo por la cantidad de lesiones que tuve de rodilla. Cabe recordar que estoy seis veces operado de la rodilla, he tenido tres ligamentos cruzados, meniscos y la verdad que terminé muy machacado en mi último año. Y al tener un banquillo y poder estar disfrutando del césped, del día a día, sinceramente no lo he llegado a echar mucho de menos porque he estado ahí. Incluso sentí alivio, el día que lo dejé sentí alivio porque los dolores por todas las lesiones que tenido durante mi carrera ya eran insoportables y yo insisto en que fue una transición muy dulce. En mi primer año tuve incluso cuando llegué, como en el segundo año, tuve jugadores que que me sacaban tres años de edad, eran mayores que yo, pero el jugador hoy en día si ve que el entrenador que hay indiferentemente de la edad que tenga le ayuda y ven que es competente es un problema menor con lo que yo lo calificaría como una transición muy dulce y la verdad que no he parado nunca. El mayor tiempo que he estado parado ha sido este año y también el año pasado con el Águilas, pero he podido seguir vinculado al fútbol que es lo que lo que realmente me apasiona.

-¿Qué cree que le ha podido aportar la experiencia como jugador a la hora de dedicarse al mundo de los banquillos?

Siempre está el dicho de no hace falta ser jugador, lo típico de los jugadores. Yo lo que digo es que evidentemente para ser un gran entrenador no es imprescindible haber sido jugador vamos, porque no lo es, pero sí partes con cierta ventaja. Sí, porque al final yo me he encontrado situaciones durante 16, 17 años de mi vida, he podido trabajar con entrenadores de la talla de Unai Emery, de Imanol Idiakez, he podido convivir en canteras y trabajar con Mendilibar, con Pellegrini y al final son las experiencias que te llevas. He visto a entrenadores cómo han gestionado un vestuario, entrenadores que lo han gestionado de otra manera, también te puedes anticipar a diferentes sentimientos que tiene el futbolista en diferentes momentos de la temporada porque tú has pasado por ellos. Al final es una experiencia de vida, yo creo que a mí personalmente me ha ayudado, pero evidentemente una cosa no implica la otra. Yo creo que ayuda porque al final la experiencia te puede ayudar a anticiparte a cosas que ya has vivido, pero el haber sido jugador no implica que puedas ser buen entrenador. Hay muy buenos entrenadores que no han sido jugadores, pero en mi caso la experiencia sí lo valoro muchísimo.

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