Un niño con zapatos nuevos
ud almería
Ángel Trujillo se muestra entusiasmado con su segunda etapa en la entidad unionista, donde espera recuperar la ilusión "Tenía muchas ganas de sentir unos colores", reconoce
Exultante entró Ángel Trujillo (Madrid, 1987) junto a su pareja, la que este verano se convertirá en su mujer, y a Andrés Fernández en la sala de prensa. La cara del zaguero mostraba la felicidad del niño que tiene zapatos nuevos y es que esta vuelta a casa era un anhelo que el madrileño llevaba ansiando desde que comenzara el mercado veraniego.
"Tenía muchas ganas de volver, de volver a ser feliz, aquí lo he sido mucho, y tenía muchas ganas de sentir unos colores y de sentirme identificado con los colores que defiendo. El mejor sitio para volver a sentirme futbolista, persona y profesional era Almería, que es mi casa", reconoció el zaguero nada más sentarse delante del micrófono.
Un entusiasmo por volver a defender la camiseta unionista, que él mismo notó cuando se la volvió a enfundar para 'debutar' frente al Málaga CF en Marbella hace unos días. "Tuve la misma sensación que cuando subí por primera vez al primer equipo. Estaba muy nervioso, de hecho hasta hoy prácticamente me he encontrado tímido. Yo en el campo suelo hablar y estos días he estado un poco cortado porque de tanta ilusión he estado cohibido conmigo mismo", admitía con rostro feliz el protagonista.
Durante los dos encuentros estivales que ha disputado, Ángel Trujillo ha vestido el dorsal 21, ya que su número, el cinco, fue escogido con anterioridad por Álex Quintanilla. Pese a ello, el zaguero madrileño no se resigna a perderlo. "Estoy de negociación, pero entiendo que Álex ha venido antes que yo, aunque espero conseguirlo", explicó.
En su vuelta a la caseta rojiblanca se ha encontrado con un panorama totalmente diferente al que había cuando se marchó a tierras valencianas. Sin ir más lejos, el que fuera su compañero ahora es su entrenador. "Se hace un poco raro. Son cosas que pasan en el fútbol. Estamos acostumbrados, aunque sí se hace un poquito raro al principio, sobre todo al ver a un compañero con el que tenía mucha confianza de entrenador. Eso fue el primer día, es nuestro míster y vamos a muerte con él. Si como compañero confiábamos en él, ahora más", dijo de su nueva relación con Fernando Soriano. No osbtante, el futbolista no dudó en admitir que este hecho para él supone un extra de motivación. "Como jugador en mitad de los partidos me exigía y me daba la chapa en los partidos. Para mí es un reto cumplir con las órdenes que él me pida y sobre todo que yo con él tengo un compromiso muy grande porque ha confiado en mí para que vuelva y porque ha sido un compañero con el que tenía mucha confianza. Ha sido mi referencia dentro y fuera del campo y no le puedo fallar", confesó.
Aunque lleva poco tiempo en el vestuario rojiblanco, parece que el tiempo no ha pasado y aprovechó su comparecencia para cerrar filas en torno a sus compañeros. "Me he encontrado un ambiente bueno, pero todavía no ha empezado la temporada y los momentos difíciles, que los habrá y muchos. Ahí es realmente cuando se ve el grupo que hay. Ahora la gente está mentalizada con lo mal que se pasó la temporada pasada y a partir de ahí habrá que ir viendo como respondemos cuando haya momentos en los cuales no nos vaya bien", dijo.
Cuestionado por los objetivos que se marca el plantel almeriense de cara a la nueva temporada, que comienza el próximo viernes, el defensa madrileño fue tajante y muy prudente. "Está claro que el bajar de Primera tenía esa obligación por tener que ganarlo todo, por tener que subir desde pretemporada, y eso afectó a muchas cosas y es lo que llevó a sufrir hasta la última jornada. Después de lo mal que se pasó, tenemos también al míster que lo sufrió en sus propias carnes como entrenador y como jugador, pues ahora somos más cautos e iremos partido a partido. Lo primero es el Cádiz, que veremos si somos capaces de ser competitivos, y a partir de ahí ya se irá viendo cuales son nuestros límites y donde podemos llegar. Lo primero es la salvación", manifestó.
Para poner el broche a un bonito día quiso rizar el rizo y afirmar que su deseo es retirarse vistiendo la casaca rojiblanca. "Llevo aquí desde los 19 años y voy a cumplir 29 por lo que prácticamente me considero almeriense. Está claro que si he vuelto es con esa intención. Lo he pasado muy mal. Al salir de aquí te das cuenta de lo que tienes, de lo que tenías y de lo que necesitas para ser feliz. Mi futuro está aquí", finalizó.
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