EUROCOPA DE LEYENDA (18)

1992: De la playa a la gloria, un cuento de fútbol

  • Sorpresa. Ganó la selección danesa, invitada a última hora por la sanción a Yugoslavia y que tuvo que reclutar a jugadores que estaban de vacaciones.

EL fútbol deparó en 1992 una de las sorpresas que sólo en este deporte se pueden producir. Ganó la única selección que no se había ganado en el terreno de juego el derecho a competir en Suecia, un equipo que llegó al torneo como invitado, sin prácticamente concentración previa y tras reclutar de prisa y corriendo a unos jugadores algunos de los cuales –Brian Laudrup, John Faxe Jensen, Larsen– se encontraban ya de vacaciones. Dinamarca, para colmo, no pudo contar con su jugador franquicia, un Michael Laudrup que venía de protagonizar un grandísimo año en el Barça campeón de Liga y de Europa y que se autoexcluyó por unas discrepancias con el seleccionador Moller-Nielsen, pero aun así fue superando pruebas, eliminando rivales, y culminó su hazaña derrotando sin paliativos a la gran favorita, Alemania, en la final de Gotemburgo.

La exclusión de Yugoslavia, y la consiguiente invitación a una Dinamarca segunda en el grupo de los balcánicos, marcó un torneo sin dos clásicos como España e Italia y con un par de selecciones, la anfitriona Suecia y Escocia, que se estrenaban en una fase final 32 años después de que el Campeonato de Europa echara a andar. Además, también iba a participar una selección denominada CEI(Comunidad de Estados Independientes), una especie de totum revolutum con jugadores de las repúblicas de la extinta Unión Soviética, salvo las bálticas, constituido una vez que ésta dejó de existir formalmente el 1 de enero del 92. La URSSse había ganado el derecho a competir, dejando fuera, entre otras selecciones, a Italia. Rusos, georgianos, ucranianos y bielorrusos se unieron por última vez para jugar, antes de repartirse por las selecciones de sus recién nacidos países. Como curiosidad, escogieron como himno la Novena Sinfonía de Beethoven.

Las sorpresas llegaron ya en la primera fase.Particularmente la clasificación de Dinamarca, que tras empatar conInglaterra y perder ante Suecia alcanzó la semifinal con un triunfo sobre Francia. Enfrente iba a estar Holanda, campeona indiscutible del otro grupo con hasta ocho jugadores del equipo campeón en el 88 –sólo faltaban Vanenburg, Arnold Muhren y Erwin Koeman– e incorporaciones del nivel de Bergkamp y Frank de Boer, y que se había deshecho con inusitada facilidad (3-1) de Alemania. Suecia y la propia Alemania se enfrentarían en la otra semifinal.

El cuento danés iba tomando forma y la épica clasificación para la final, al imponerse en los penaltis (5-4, con fallo de VanBasten), tras neutralizar Holanda los dos goles de Henrik Larsen, lo terminó de cimentar. El equipo que un mes escaso antes estaba de vacaciones, algunos en la playa, iba a luchar por el título ante una selección acostumbrada a dar poca tregua como Alemania. Y Dinamarca ganó. Con un gol de Jensen y otro casi al final de Kim Vilfort, que abandonó en dos ocasiones la concentración para visitar en la vecina Dinamarca a su hija, enferma de leucemia y que fallecería diez días después de que su padre se proclamara campeón de Europa.

El fútbol yugoslavo se desmorona junto al país

El 25 de marzo de 1992, Yugoslavia jugó ante Holanda, con derrota por 2-0, su último partido bajo tal denominación –aunque Serbia, aún con Montenegro, siguió usándola durante varios años–, pero, en realidad, el último encuentro en el que la selección yugoslava pudo disponer de futbolistas procedentes de todas las repúblicas tuvo lugar el 16 de mayo de 1991, en Belgrado, ante un rival de tan poco pedigrí como Islas Feroe. Ese día, siete jugadores croatas (Ivkovic, Vulic, Jarni, Prosinecki, Boban, Ladic y Suker), tres macedonios (Stanajkovic, Najdoski y Pancev), dos serbios (Spasic y Mihajlovic, éste croata de nacimiento) y un montenegrino (Savicevic) participaron en la goleada por 7-0 ante la modesta selección isleña. Sólo tres días después de ese partidos, Croacia aprobó su independencia por una mayoría aplastante, el 93% con una participación del 83%, en el referéndum convocado por el Parlamento de aquella república –el reconocimiento internacional llegó el 15 de enero del 92–, y los jugadores croatas dejaron la selección para nunca más volver. Fue el principio del fin. Vientos de guerra soplaron en los Balcanes –casi cuatro años el conflicto de Croacia, tres y medio el de Bosnia, apenas siete días la guerra de Eslovenia– y el fútbol, como todo el deporte, también se vio lógicamente afectado. Fue en el Eurobásket de junio del 91 cuando Eslovenia, que también había aprobado su independencia, ordenó al base Jure Zdovc dejar la selección yugoslava que se encaminaba a la conquista del oro y todo saltó definitivamente por los aires cuando, el 30 de mayo del 92, con Croacia y Bosnia en guerra, la ONUdecretó un bloqueo total a Yugoslavia, al que la CE se sumó dos días después, que incluía la exclusión de la Eurocopa, como de los Juegos Olímpicos y de la fase de clasificación para el Mundial 94. La selección plavi que dirigía Ivica Osim, un bosnio, se encontraba ya en Estocolmo, después de que la UEFAhubiera aprobado su presencia en el torneo a pesar de la fuerte oposición de Alemania y Gran Bretaña, pero tuvo que hacer las maletas y más de 70 años de historia, con dos finales europeas y la participación en ocho Mundiales, entre ellos el primero, quedaron atrás. Nacían las selecciones de Croacia, Eslovenia, un año más tarde Macedonia y Bosnia, luego Montenegro y hasta Kosovo, admitida el 3 de mayo por la UEFAy luego por la FIFAante el rechazo frontal de Serbia, que ha recurrido al TAS, como herederas, aun sin quererlo, de un clásico del fútbol del continente. 

Dinamarca se corona ante el gigante alemán 

La selección de Richard Moller-Nielsen encarriló pronto el encuentro y luego se sostuvo en su buena defensa y en un excelente Peter Schmeichel para acabar certificando el triunfo con un segundo gol en el último cuarto de hora ante unos alemanes que no daban crédito a lo que estaba ocurriendo.

La final. Ficha técnica: 

Dinamarca: Schmeichel;Sivebaek (Christiansen, 66’), Lars Olsen, Nielsen, Christofte;John Jensen, Piechnik, Larsen, Vilfort; Povlsen y Brian Laudrup.

Alemania: Illgner;Reuter, Kohler, Helmer, Buchwald; Hässler, Effenberg (Thon, 80’), Sammer (Doll, 46’), Brehme;Riedle y Klinsmann.

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