Del purgatorio a la tierra en menos de diez minutos
Remontada Primero Beltrán y luego Jorge Pérez, consiguieron empatar un partido que se había puesto muy cuesta arriba Recortan diferencias Las victorias de Antequera y Écija acercan el descenso y la promoción a cuatro puntos
El mismo regusto amargo que dejó el partido de la semana pasada ante el Real Jaén, se tornó ayer en dulce tras un empate que vale mucho más de lo que parece en primera instancia. Y es que durante veintidós minutos, el Roquetas estuvo a las puertas del purgatorio para pagar sus pecados, que en la vida terrenal son las sanciones y las lesiones con las que los almerienses habían viajado hasta La Línea de la Concepción.
Ramón Florit tuvo que echar manos de los menos habituales como medida de extrema urgencia. Y la cosa funcionó a las mil maravillas. La rabia con la que saltaron al campo Beltrán, Manu y Esaú le dieron al Roquetas un espíritu del que había carecido en la primera mitad. A la fuerza ahorcan, pero una vez más ha quedado demostrado que la plantilla almeriense es de las más compensadas de todos los equipos que están luchando por la permanencia.
El primer acto no fue un primor en cuanto a buen fútbol. Los balonos, a ráfagas, provocaron varios sobresaltos en la meta almeriense. Copi (18') y Diego Galiano (44') se estrellaron en Toni Bernal, Joseph (33') y Miguélez (41') en la madera y Carlos Guerra lo intentó sin suerte desde la frontal en dos ocasiones. Los rojillos estaban sufriendo, aunque lograron irse al descanso con la meta a cero. Sin embargo, la entrada del goleador Manrique tras la reanudación iba a cambiar las cosas.
No llevaba el albinegro medio minuto en el césped cuando anotó el primer tanto, en una excelente asistencia de Miguélez. Cinco después los dos calcaron la jugada y pusieron el segundo en el marcador. Parecía que las cosas se habían torcido de manera irremediable y Ramón Florit buscó soluciones en el banquillo.
Con el Roquetas contra las cuerdas, la Balona se confió. Los gaditanos tenían la posibilidad de abandonar el farolillo rojo que les persigue desde el 26 de octubre, pero no supieron cerrar el encuentro. Y con ese oficio que le faltó a los locales, cuando entraron las prisas porque se iba a perder el golaverage ante otro conjunto que busca la salvación y algunos rivales directos, caso de Écija y Antequera habían ganado, los almerienses iban a levantar el encuentro.
En un balón colgado desde la banda sin aparente peligro, la defensa balona se hizo un lío y Beltrán fue el más listo de la clase. Aprovechó el regalo para fusilar a David Pérez y meter a su equipo en el partido. El joven centrocampista almeriense, que llevaba tiempo mereciéndolo, encontró el premio a su constancia. Faltaban 17 minutos y todo podía suceder todavía.
Florit se jugó el todo por el todo. Lanzó un órdago a grandes con dos pitos en su mano y lo ganó con valentía. Con una Balona que estaba saliendo a la contra con mucho peligro valiéndose de los espacios que la defensa rojilla estaba dejando, un Diego Herrera que aprovechó a la perfección la oportunidad que le brindó la sanción de Kike Lorenzo, le puso el pase de la muerte a Jorge Pérez, que empujó a placer para hacer el 2-2. Todos los jugadores se fundieron en una piña para celebrar un empate necesario y que, por momentos, pareció imposible.
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